Capitulo 62.🌻

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Me miró con complicidad. —Sabes de lo que estoy hablando, Selena. Me refiero a tus costumbres pervertidas —bromeó, moviendo mi nariz ligeramente.

Puse los ojos en blanco. Genial, bueno, eso es simplemente genial, él va a dejarme frustrada por nueve meses. Perfecto.

Suspiré y lo miré dudosamente. ¿Realmente sería capaz de esperar durante nueve meses hasta que terminara el instituto? El brillo en sus ojos cuando me miraba y la forma en que me besó ciertamente no decían que quisiera esperar por una relación física.

—Entonces, ¿qué tipo de cosas son aceptables para ti? —le pregunté, resistiendo la tentación de hacer un puchero y gemir como una niña pequeña. No entendía de verdad por qué quería esperar, nadie sabría si lo llevábamos más lejos.

Suspiró y delineó el lado de mi cara con su mano —. Bueno, no puedo dejar de besarte, así que besar es definitivamente aceptable —murmuró, presionando con sus labios los míos suavemente por un segundo—. Simplemente no quiero andar manoseándote o algo así. Si sólo nos mantuviéramos sobre la ropa, sin tocar piel.

Di un grito ahogado. —¿Me estás tomando el pelo? —estaba llevando esto fuera de toda proporción. ¡No es necesario que lo llevemos tan lejos!

Suspiró. —Selena, vamos, esto es difícil para mí. Soy un adulto y técnicamente tú no lo eres. Ni siquiera debería estar tumbado aquí contigo, o besarte. El contacto físico es una especie de concesión —explicó, mirándome con disculpa.

—Justin, nadie sabrá qué tan lejos lo llevemos. Estamos manteniéndolo en secreto para todo el mundo, no diré nada a Amy de lo que pase. Los únicos que lo sabremos seremos tú y yo. No hay ninguna razón para contenernos y estar frustrados por los próximos nueve meses —lo miré suplicante.

—Selena, yo lo sabré y tú lo sabrás. No puedo dormir con una menor de edad de nuevo, es diferente hacerlo cuando no lo sabía, pero sabiéndolo no puedo quitarle importancia a la violación del reglamento sobre un estudiante mío.
Entiéndelo, por favor, no quiero hace rlo. —Me miró disculpándose mientras continuaba—. Los nueve meses pasarán muy rápido, lo prometo... —se detuvo, con sus ojos fijos en los míos, rogándome que le entendiese.

Asentí de mala gana. Supongo que el tiempo pasaría con la suficiente rapidez; yo aún podría llegar a pasar tiempo con él y besarlo. Tal vez la espera lo haría mejor a largo plazo; me di cuenta de que se sentía incómodo teniéndome tan cerca de él.

—Bueno, sí, supongo, si eso es lo que quieres puedo estar de acuerdo —lo estuve de mala gana.

Sonrió agradecido. —Gracias. Sinceramente, te amo, Selena.
Tan pronto como seas mayor de edad y hayas terminado el instituto te juro que no habrá nada en este mundo que me impida estar contigo una y otra vez. Voy a hacer que valga la pena esperar, lo prometo... eso si aún me quieres entonces por supuesto —bromeó, delineando mi labio inferior con su dedo, haciéndome la boca agua.

Ni siquiera me molesté en contestar el comentario «si aún quieres», que no justificaba una respuesta, ya que era tan descabellado. Bien, así que dijo nada de tocar la piel, ¿significaba que lo podía tocar encima de la ropa?

—¿Justin?

—¿Mmm? —murmuró, besando un lado de mi cuello ligeramente, haciéndome inclinar la cabeza hacia atrás para darle un mejor acceso.

—Dijiste nada de piel, ¿verdad? ¿Así qué sobre la ropa está bien? —susurré roncamente.

Él gimió contra mi cuello. —No lo sé, Selena, supongo que sí.

Lo volví sobre su espalda, poniéndome a horcajadas sobre él. Podía sentir lo excitado que estaba escaleras abajo y eso estaba haciéndome doler el cuerpo entero.

—Creo que sobre la ropa es un buen compromiso —le susurré, besándolo apasionadamente.

Él gimió, y el sonido hizo que mi corazón comenzara a galopar en mi pecho. Sus manos bajaron por mi espalda, pero se detuvo justo antes de llegar a mi trasero y no pude evitar sentirme un poco frustrada al respecto. Me besó tan fieramente como yo lo estaba besando. Inconscientemente apreté las caderas contra él, haciendo disparar por mi cuerpo una pequeña explosión de placer. Él gimió en mi b oca y se apoderó de mis caderas, inmovilizándolas cuando traté de hacerlo de nuevo.

Alejé sus manos, entrelazando nuestros dedos.
—Esto es sobre la ropa —susurré, empujando contra él de nuevo, amando cómo de íntimamente nos estábamos rozando.

Él gimió. —Selena, follar en seco no es realmente lo que quería decir —empezó, pero empujé contra él más fuerte haciéndo que callara y me mirara con lujuria. ¡Oh sí, definitivamente le gusta esto!—. Nosotros... esto no es... yo... —tartamudeó, mirándome angustiado.

—Hay mejores cosas que podrías estar haciendo con tu boca que hablando, Justin —susurré, rozando mis labios sutilmente sobre los suyos.

Sus manos me soltaron, enredó una en mi cabello en la nuca, jalando mi boca hacia la suya rudamente.

Sonreí contra sus labios mientras envolvía su otro brazo alrededor de mí, rodándome sobre mi espalda, me besaba como si fuera la última cosa que haría. Su beso fue increíble, cada terminación nerviosa estaba en llamas al igual que mi tembloroso cuerpo. Me hizo sentir tan especial sólo por lo mucho que me deseaba también. Este increíble chico me deseaba, de todas las que pudo elegir, me eligió a mí. Yo nunca daría su amor por sentado, jamás.

—Te amo, Justin —murmuré sin aliento. Se echó hacia atrás y sonrió—. También te amo —susurró. Su respiración era tan irregular como la mía.

La sesión de manoseo*7 era con cada segundo más y más caliente, pero él ni una vez trató de traspasar la línea invisible que había dibujado. Sin embargo yo sí lo hice. Mis manos parecían tener mente propia.

Cuando una de mis manos le bajó la parte de atrás de sus vaqueros para que así pudiera apretarle el trasero, él me la retiró rápidamente, presionando su cara en un lado de mi cuello, frotando su nariz a lo largo de la piel ahí.

*7 Liarse, cachondeo, darse el lote, franelear, darse un mate...
—Eso fue travieso, señorita Gomez —susurró, mordiendo mi cuello ligeramente.

—Entonces deme un castigo luego, señor Bieber —bromeé, riendo.

Él se rió y se retiró ligeramente, situándose por encima de mí mientras apartaba el pelo de mi cara con suavidad.

—En serio, encima de la ropa, por favor —suplicó. Me consolé con el hecho de que parecía que odiaba este acuerdo tanto como lo hacía yo.

Asentí. —Sobre la ropa —estuve de acuerdo, levantando la cabeza y besando sus labios suavemente.

Él asintió y besó la punta de mi nariz antes de levantarse, tomar mis manos y tirar de mí para sentarnos.

—Voy a ordenar la comida —afirmó.

Me sonrió y asintió. —Tú haz eso y yo elegiré una película para ver.

Me miró con tanta dulzura, tan tiernamente que hizo que mi corazón se acelerara en el pecho —Prefiero verte a ti.

Me reí ante su intensa mirada.
—Entonces tú puedes verme y yo veré la película —bromeé, moviendo su nariz como me hacía siempre a mí. Se quedó allí mirándome con una sonrisa de satisfacción en el rostro—. ¿Qué estás esperando?

¡Fuera, ve a pedir la comida! —Ordené, agitando la mano hacia la puerta bromeando.

—Te amo, Selena —dijo casualmente, antes de girar y dirigirse a la cocina a buscar el menú.

Mi corazón se derritió en un charco. En serio, no estaba acostumbrada a esa frase saliendo de su boca, cada vez que la decía yo quería saltar de alegría. Suspiré contenta, desplomándome en el sofá con una tonta sonrisa en mi cara.

Nueve meses se estaban sintiendo como mucho tiempo, pero estaba bastante segura de que él cedería sobre eso en algún momento. Alguien como Justin no podría esperar tanto tiempo para el sexo. Al menos, esperaba que no fuera capaz de esperar de todos modos, porque estaba segura como el infierno de que yo no quería hacerlo.

• Amor Verdadero • ❤️  |Jelena| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora