Capitulo 14.🌻

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La idea de que esto no funcionara, hacía doler a mi estómago. Mientras escuchaba a su corazón volviendo lentamente a la normalidad, recé en silencio para ser lo suficiente como para mantenerlo interesado. Él dejo escapar un gran suspiro y levanté la mirada hacia él, apoyando mi barbilla en su pecho. Me sonrió, trazando un dedo por mi rostro, por debajo de la línea de mi nariz y a través de mi pómulo. No estaba segura de cómo me veía, pero apostaría mi último dólar a que mi expresión reflejaba a la de él en este momento. Él se veía cautivador, satisfecho y contenido.

—Así que, así es como se siente —dijo en voz baja, agarrando mi cintura y levantándome para que estuviera a la altura de su rostro.

Lo miré con curiosidad. Levantó su cabeza y dejó pequeños besos por mi rostro donde sus dedos habían estado segundos antes. Cerré mis ojos, sonriendo felizmente mientras él me sujetaba.

—¿Cómo se siente el qué? —pregunte sin aliento, al darme cuenta de que en realidad no entendí lo que quería decir.
Bajó la cabeza a su almohada. Su mano se acercó a la parte de atrás de mi cabeza, enredándose en mi cabello.

—Hacerle el amor a tu novia —respondió, guiando mi boca a la de él, sacándome el aliento.

Honestamente Justin era el mejor novio siempre. Era increíblemente dulce y atento, me compraba detalles y me llamaba y mandaba mensajes todo el tiempo. Estaba enamorándome en serio de él. Habían pasado casi dos semanas desde que me había pedido que fuéramos exclusivos y cada día parecía ser mejor. Había pasado algunas cuantas noches en su casa, que incluso había limpiado para mí, una limpieza verdadera, no solamente el tipo de limpieza de tirar las cosas al vacío. Ni siquiera les pagó a sus vecinos para que lo hicieran, lo hizo él mismo.

Siguió llevándome a citas ingeniosas, cada una superaba a la anterior en una apuesta divertida. La pasión entre nosotros era fuera de este mundo también, lo que ponía la guinda al pastel.

Hoy estaba realmente triste. El instituto reabría y era mi primer día como senior. No quería ir sin embargo, este verano había sido increíble, y no quería volver a una vida normal de sentarme en clase todo el día y hacer los deberes por la noche. Quería pasar el tiempo con Justin.

Antes de levantarme de la cama, tomé mi teléfono y lo revisé para ver que tenía un nuevo mensaje de él:

Justin:
Hey hermosa, Te extrañe anoche. ☹️❤️

Sonreí y le contesté que lo había extrañado también. No habíamos hablado mucho ayer, en realidad, nos habíamos pasado casi toda la tarde en su cama, apenas nos dijimos una palabra.
Me levanté a regañadientes y tomé una larga ducha. Mi día se volvió aún más triste al recordar que ni siquiera podía verlo esta noche ya que iba a salir con su hermano, así que te ndría que esperar un total de treinta y seis horas y verlo mañana en la noche. Suspiré y me puse un par de jeans y una camisa blanca y me miré en el espejo, sonriendo por mi elección. Dejé mi cabello suelto. Una vez que estuve satisfecha con cómo me veía, me dirigí abajo a desayunar. Mi mamá estaba haciendo waffles y bacón al igual que cada primer día todos los años escolares.

—Hey, cariño, oh te ves hermosa —dijo, sonriendo alegremente.

Me reí incomoda. «Hermosa» no era exactamente el término que me aplicaba a mí misma; aunque últimamente había empezado a sentirme más guapa por como Justin parecía verme. Cuando me miraba con esos ojos con adoración, era muy difícil no sentirse especial. Él había impulsado mi autoconfianza varios niveles arriba.

—Tienes que decir eso, eres mi mamá —contesté.
Ella sonrió y dejó un plato de waffles sobre la mesa. —No tengo que hacerlo —negó—. De todos modos, toma, hice waffles según la tradición.

• Amor Verdadero • ❤️  |Jelena| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora