Capitulo 63.🌻

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Esa noche pasó volando. El sábado fue el más feliz que había tenido en mucho tiempo.

Sólo descansar en el apartamento de Justin, sujetar su mano, y hablarle como solíamos fue increíble. Seguimos nuestra vieja rutina tan fácilmente que fue casi mág ico. El único problema era que las horas que pasé con él no parecieron suficientes; la noche terminó muy pronto. Me dejó en casa con un beso corto y una de sus hermosas sonrisas. Me tomó horas dormirme esa noche, todo lo que podía oír era a él diciéndome que me amaba.

El domingo, tenía que salir y encontrarme con Amy para que pudiéramos ir de compras para su cita con Ryan. Estaba ridículamente entusiasmada por ello, tan feliz que ni siquiera pude decir una palabra durante casi toda la hora que estuvimos recorriendo el centro comercial, probando cada vestido bonito que había. Sonreí con conocimiento y la dejé hablar sobre él; le había gustado durante tanto tiempo que no quería interrumpirla con mis felices noticias.

Después de contestar mi veinteavo mensaje de Justin, Amy frunció el ceño y miró mi teléfono.

—¿Con quién te mensajeas? ¿Con Nick? —preguntó, sujetando una minifalda corta de la que inspeccionó cada centímetro antes de ponerla en el estante, negando con la cabeza.

Sonreí y tomé aliento.

—Justin —la corregí, mirando como su boca caía abierta por la sorpresa.

Ella agarró mi brazo y me atrajo más cerca.

—¿Justin? ¿Cómo el Señor profesor Caliente con el que solías salir? —siseó con los ojos muy abiertos.

Me reí.
—¿Conoces a algún otro Justin?

Sus uñas se hundieron en mi frente, haciendo fruncir.
—Oh Dios, tú... él... ¿qué?

Sonreí y quité su agarre de mi brazo.
—Volvimos. ¡Pero no puedes decírselo a nadie! —dije seriamente.

Ella abrió y cerró la boca un par de veces, y me reí de lo tonta que parecía. Enrojecí y miré por toda la tienda rápidamente para asegurarme de que nadie más estaba allí porque sabía que iba a tener un ataque en exactamente cinco... cuatro...tres... dos...

—¡Oh Dios mío, Selena! —gritó mientras agarraba mis hombros y me zarandeaba con emoción.

Me reí y negué, llevando los dedos a mis labios.
—¡Shhh! —instruí—. ¡Tienes que calmarte, Amy! Tenemos que mantenerlo en secreto, ¡así que silencio! —Hice una mueca mientras una señora cerca nos miraba con curiosidad antes de girarse y salir de la tienda, murmurando bajito algo sobre nosotras «tramando algo malo».

Amy apretó la mano sobre su boca, sin dejar de verse muy emocionada mientras asentía.

—Cuéntame —murmuró, las palabras apenas perceptibles a través su mano.

Suspiré soñadora y comprobé que nadie estaba escuchando una vez más antes de contárselo todo. Le conté sobre el paintball y cómo me había perseguido porque quería lanzarme una bola de pintura. Le hablé de lo que dijo acerca de tratar de mantenerse alejado de mí, que me dijo que me amaba cuando me dio un beso. Le dije que fui a su casa la noche anterior, y que hablamos y vimos una película. Le dije cómo nos pusimos de acuerdo para ver a donde llegábamos pero que lo íbamos a mantener en secreto hasta que me graduase.

Todo el tiempo que estuve hablando ella sólo escuchaba con los ojos muy abiertos y su mano se cerraba con fuerza sobre su boca, haciendo ruiditos chirriantes de vez en cuando. Cuando terminé de contárselo por fin, me sentí como si un peso hubiera sido quitado de mis hombros. No me di cuenta de lo bien que se sentía contárselo a alguien más, tener a alguien más que supiera que Justin me amaba lo hacía un poco más real. Su mano lentamente se apartó de su boca, ella se veía tan feliz que todo su rostro estaba iluminado.

—¡Oh, Selena, te dije que todavía le gustabas! ¡Te lo dije! ¿No te lo dije? —Ella sonaba emocionada.

Me eché a reír y asentí.
—Sí continúa, restregándomelo, y termina todos los comentarios de ¡«te lo dije»! —bromeé, riendo.
Ella se echó a reír y me abrazó.

—¡Estoy tan feliz por ti, pero ten cuidado! Si alguien se entera de... —se detuvo, encogiéndose. Me estremecí pensando en la cantidad de problemas que él tendría, incluso yo sería expulsada, no es que me molestara porque valía la pena totalmente, pero no podía soportar la idea de que él estuviera en problemas por mi culpa.

—Lo sé. Por favor, no digas nada, ¿de acuerdo? —le pregunté, rogándole.

—Por supuesto que no, ¿realmente necesita pedirlo? —se burló, agitando su mano con desdén.

Me reí y vinculé mi brazo con el suyo.
—Vamos, vamos a conseguirte un vestido rompedor para tu cita y luego vamos a tener a nuestros hombres soñados.

Para el resto de la tarde de compras, susurramos acerca de Justin, lo caliente y lo dulce que era y lo dulce de que me comprase flores anoche. Ella me sonrió cuando le dije que no había nada entre él y la señorita Teller, y cuando dije que él estaba celoso de Olly, ella me lanzó la mirada de 'te lo dije' otra vez.

En el momento en que encontramos el vestido perfecto, eran casi las cinco, así que nos dirigimos a su casa para conseguir la lista para su cita. Volví a mi casa una vez que la hubo recogido y encontré Nick sentado en el sofá, charlando con facilidad con mis padres.

Me dejé caer a su lado y sonreí.
—Sabes que no vives aquí, ¿verdad? —bromeé, empujando su hombro con el mío.

—Sí, tu madre está cocinando a propósito para mí esta noche, —cantó, sonriendo alegremente—. Traje mis libros de cálculo, pensé que podríamos hacer una lectura inicial para la próxima semana.

Gemí en voz alta. El tema era cada vez más fácil, la idea de hacerlo en un domingo por la noche no era una perspectiva especialmente atractiva para mí. Ya sabía que no vería esta noche Justin; estaba trabajando en el club para pagar las entradas que consiguió para mí.

Suspiré y asentí.
—Sí, supongo. ¿Quieres escuchar música o algo? Podemos estudiar después de la cena —ofrecí, asintiendo con la cabeza hacia la escalera.

Mi padre se aclaró la garganta.
—¿Ustedes dos no habían terminado? —interrogó, mirando con severidad a Nick.

Me eché a reír y asentí.
—Sí, papá. Sólo somos amigos, puede gustarte Nick aún, no te preocupes —le contesté, besando la parte superior de su cabeza mientras salía.

—Está bien. Quiero saber si tengo que cambiar de nuevo al modo padre sobreprotector, calabaza, —dijo él, sonriendo y guiñándome un ojo.

Rodé los ojos, me moría por hablarle de Justin. Me gustaría traerle a casa para que Justin conociera a mis padres, era probable que mi padre le asustara, se ponía bastante intenso cuando llevaba a nuevos novios.

Le gustaba probarlos, ver lo mucho que les gustaba y llevarlos a sus límites. Si pasaban la prueba, luego era fácil con ellos, como con Nick. Si ellos no lo hacían bien en la prueba, después él se lo pondría difícil hasta que se fueran, como Olly probablemente habría hecho con el tiempo, si no hubiéramos roto ya.

• Amor Verdadero • ❤️  |Jelena| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora