Capítulo 10

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Ansioso, preocupado, pero especialmente muy curioso fue como llegó N a la escuela. Sabía que las que intenciones de Ravi para con él, eran las mejores, pero también era consciente que después de estar tanto tiempo juntos el celebrar un cumpleaños, tal vez ya no era tan emocionante para él, principalmente porque su esposo se estaría perdiendo la oportunidad de un gran ascenso si no hubiera aceptado el mandato de su jefe.

Aunque el sentir que su cumpleaños no era tan solo una fecha más en el calendario, al menos para sus amigos y familiares, quienes abarrotaron la bandeja de entrada de su teléfono en felicitaciones; para N, el no contar con la presencia de Ravi, significaba que no era muy querido por su esposo, y el que ni siquiera se diera un par de minutos para apapacharlo, fue la gota que derramó el vaso, por ese motivo había aceptado la propuesta de Anónimo.

Después de la improvisada sorpresa que sus alumnos le prepararon, N lloró en silencio en su cubículo. La frustración y un gran sentimiento de tristeza lo invadieron en cuanto echó un vistazo a todos los regalos que adornaban su pequeño refugio lejos de Ravi, no sabía con exactitud cómo sentirse, porque al ver todos los pequeños detalles que había recibido, deseaba con el corazón que fueran de Ravi y no de un completo extraño a quien ni siquiera había visto.

De lo único que estaba seguro era que Ravi lo amaba, a su manera por lo hacía, o al menos eso era lo que él se repetía cada mañana cuando lo veía marcharse a su trabajo. Tampoco podía quejarse, Ravi le había dado todo en cuestiones materiales por así decirlo, en su casa no faltaba la comida y ciertos lujos que de vez en cuando se daban. Pero N, sabía que además de todas esas cosas, le hacía falta un poquito de más amor y cariño de parte de Won Sik, y quizás por eso, al verse rodeado de tantos detalles las dudas inundaban su mente.

Más tarde ese mismo día una llamada de Ravi lo sorprendió un poco, y N se ilusionó al pensar que tal vez lo hacía para disculparse por no felicitarlo, así que esperanzado atendió la llamada de inmediato.

— Hola, Ravi ¿Todo bien? — respondió con la esperanza naciendo en su interior.

— N cariño ¿Qué crees? No voy a poder regresar mañana como te había dicho, sino hasta pasado mañana porque...

En cuanto N colgó un par de lágrimas yacían en los extremos de su rostro, después de todo Ravi una vez más había olvidado felicitarlo, y la desilusión que le causó lo hacía dividirse entre seguir igual, o enfrentar a Ravi y decirle finalmente como lo hacía sentir con su indiferencia.



* * *



Sentando en el filo de su cama, N observaba los minutos pasar en su reloj despertador colocado en la pequeña mesita al lado de su cama; según las instrucciones de Anónimo, él, lo esperaría para cenar a las siete en punto, en el lugar acordado. Un par de minutos transcurrieron cual si fueran horas y para cuando el reloj marcó las cinco y media, N tomó una decisión.

— Si Ravi no recordó siquiera mi cumpleaños, entonces iré con quien si quiere festejarlo conmigo — dijo para sí mismo N, al ver a Shiro mordisquear una sandalia de Ravi.

Se levantó presuroso y corrió a cambiarse. Tomando una ducha rápida, se vistió lo más elegante que pudo, dejando de lado los pensamientos que lo hacían sentirse ansioso, ya que después de todo iba a verse con alguien que no era su esposo; una vez que estuvo listo tomó las llaves de su auto y sintiendo el corazón a mil por hora colocó la dirección en el GPS y encendió el vehículo.

Pequeños Detalles [Navi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora