Capítulo 4

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La vida en matrimonio no era para nada perfecta, al menos no para Ravi y N, que de vez en cuando cada cierta temporada, se la pasaban discutiendo por todo. En esta ocasión debido a un nuevo proyecto de Ravi, el cual propiciaba que pasara más tiempo en la oficina, reduciendo de esa manera el tiempo que destinaba para pasar con N.

— Sabes qué, mejor cállate... no me hagas seguir hablando, porque voy a terminar diciéndote cosas que no te gustaran — le dijo N tratando de no alzar la voz, otra vez.

— ¡Claro!, Como en tu trabajo sales a las tres de la tarde, ahora críticas el mío — le dijo con sarcasmo Ravi.

N lo fulminó con la mirada una última vez, antes de entrar a su habitación azotando la puerta, dejando a Ravi en la cocina. Esa era una de las pocas cosas que N odiaba tanto de Ravi, claro que él era consciente de lo importante que era su trabajo, pero lo que realmente lo molestaba era que no se pusiera en su lugar, al menos por una vez.

Con ganas de tirar todo lo que se encontrara a su paso, N caminó hasta el baño y para calmar un poco su frustración tomó la decisión de darse un baño. Abrió el grifo de la tina y mientras esperaba a que se terminara de llenar, se desvistió recordando el detalle que había encontrado en su oficina esa misma mañana.

Cual si fuera un patrón, los días que prosiguieron, N había recibido un detalle diferente, comenzando en su oficina, su salón de clases y el buzón de su casa; esos eran los lugares en donde cada que abría un detalle lo hacía entusiasmarse más. Pero también el sentimiento de que estaba mal el recibirlos, lo mantenían con cierta angustia, sobretodo porque se lo estaba ocultando a Ravi.



* * *



En un abrir y cerrar de ojos la semana terminó, entonces una duda surgió en la mente de N, el día domingo siempre se la pasaba con Ravi en casa, él arreglando los temas que verían en la semana con sus alumnos y Ravi organizando uno que otro detalle de su trabajo; por la tarde veían alguna película y cenaban algo sencillo.

Ravi se estaba quedando dormido al lado de N, mientras veían un documental sobre el medio ambiente que N les iba a mostrar el lunes a sus alumnos.

— ¿Es en serio, Ravi? ¡No te duermas! — le dijo N al tiempo que le daba con codazo para despertarlo.

— ¡Oye! ¡No! Déjame dormir, además es muy aburrido — le respondió Ravi acurrucándose más sobre el sillón.

N estaba a punto de darle otro golpe cuando su teléfono sonó indicándole la entrada de un mensaje nuevo; desbloqueó el teléfono y ahogando un grito después de leer el mensaje, casi se le cae el teléfono de las manos.



«Espero que estés disfrutando de tu día libre, aunque me encantaría que lo estuvieras pasando conmigo».

Firma anónimo.



Por inercia, Hak Yeon giró rápidamente su rostro para ver a Ravi a su lado, pero él parecía estar ya soñando; muy delicadamente N se levantó con teléfono en mano y se encerró de nuevo en su habitación, la adrenalina recorría su cuerpo a tal grado que lo hacía entrar en tensión.

— ¿Qué hago? Le contesto... ¿Y si Ravi...? No, no, no... tranquilízate, solo es un mensaje, solo eso, un simple mensaje de un desconocido — se dijo así mismo muy quedito.

Escribió una respuesta rápida, pero al final no respondió, no podía hacerle eso a Ravi, una cosa era que recibiera los detalles que le enviaba, pero otra muy diferente era hablar directamente con la otra persona quien se los enviaba.

Pequeños Detalles [Navi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora