Pequeños Detalles [Navi]

Capítulo 7

Sintiéndose como si llevara una doble vida, N actuaba lo más natural que podía frente a Ravi, pero la verdad era que con cada detalle, ese admirador secreto se ganaba un pedacito de su corazón también, haciéndolo dudar del amor que sentía por Ravi.

— Ravi cariño ¿por qué no salimos a alguna parte mañana? — preguntó N durante la cena.

— ¿Mañana?... Sí, hace tiempo que no salimos ¿verdad? — respondió Ravi.

Con una enorme sonrisa en los labios, N tomó una de las manos de Ravi y cariñosamente comenzó a dibujar círculos en ella, como muestra de agradecimiento. Quería tener un tiempo solo para ellos dos desde que los detalles comenzaron a llegar, porque el estar con Ravi, a quien podía tocar y sentir cerca, hacía de cierta forma disipar sus dudas, aunque ellas lo volvieran a atacar al día siguiente, en forma de otro detalle específicamente pensado para él.

Después de lavar sus dientes, N salió del cuarto de baño para dirigirse a la cama donde Ravi ya lo estaba esperando, se acostó a su lado y se dejó envolver por esos fuertes brazos que tanto anhelaba sentir, minutos después ambos se quedaron dormidos plácidamente, hasta que el sonido intermitente de una llamada entrante, hizo que N abriera los ojos de nuevo.

Prendió la lámpara a un lado de la cama y se percató que era su teléfono el que sonaba; aun adormilado y sin ver el número en la pantalla contestó.

— ¿Hola? — dijo al responder.

— Perdón por despertarte, pero no me resistí quería escuchar tu voz... buenas noches N.

Sintiendo como si agua fría recorriera su cuerpo desde la cabeza hasta los pies, con todos los sentidos totalmente despiertos, N, alejó el teléfono de su odio para ver el número de quien llamaba y al notar el número privado, supo que era su admirador secreto.

— ¿Hola? ¿Hola? ¿Quién eres? — preguntó en un susurro, pero la llamada ya había sido cortada por la otra persona.

Después de esa extraña llamada N no pudo volver a conciliar el sueño. Miles de ideas y montones de preguntas se arremolinaban en su cabeza, hasta el punto que terminó quedándose despierto toda la noche.

* * *

— N ¿no dormiste bien? Tienes ojeras y luces cansado — Ravi le dijo al día siguiente en el desayuno.

— No, la verdad es que no dormí nada anoche.

— ¿Por qué? — Ravi preguntó.

— Por...

Soltando una risita nerviosa, N se dio cuenta de lo que estaba a punto de decir, definitivamente el no dormir le había afectado más de lo que él creía y optó por quedarse callado.

— Si no te sientes bien, tal vez será mejor que nos quedemos aquí ¿no crees? De todos modos tengo unos papeles que ordenar... anda, ve a dormir y cuando sea la hora de la merienda yo te despierto ¿ok? — le dijo Ravi sonriendo sutilmente.

N parpadeo un par de veces sin creer lo que estaba escuchando, Ravi no solía ser tan... ¿atento? Al menos no tan seguido, pero como su cerebro y su cuerpo necesitaban descanso, todo lo que hizo fue asentir y levantarse para caminar hasta su habitación para tratar de recuperar algunas horas de sueño.

* * *

Esa misma tarde un simple mensaje en la bandeja de entrada, volvió a dejar de los nervios a N.

Lamento realmente el que por mi culpa tus horas de sueño se hayan visto interrumpidas. Prometo que de ahora en adelante solo sabrás de mí en horas de oficina... aunque te confieso que me encantó escuchar tu voz adormilada... suena tan sensual.

Firma: Anónimo.

Si Ravi no hubiera estado riendo como foca retrasada frente al televisor, observando uno de esos programas de bromas, seguramente hubiera notado el rubor en las mejillas de su esposo sentado a su lado.