Roman BÜRKI

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-¿Dónde me llevas?-Me reí.

-Shhh, ya lo verás.-Susurró en mi oído.

Nos quedamos de pie en un lugar, y a mi alrededor oí agua correr.

-¿Lista?

-Sí.-Sonreí.

Quitó sus manos de mis ojos y a mi vista quedó un río de aguas turquesas, donde el sol brillaba en todo su esplendor.

-Roman...-Dije abrumada.

-¿Te gusta?

-Muchísimo, amor...

Sonrió, me acerqué a él y nos besamos pasionalmente mientras agarraba mi cintura.

-Venga, vamos a meternos, cariño.

Asentí.

-¿Aquí hay gente?

-No, ¿por qué?-Dijo quitándose la camiseta dejándome ver su moldeado cuerpo y sus tatuajes.

Me derrito.

-Porque quiero broncearme bien el pecho.-Dije quitándome la parte de arriba del bikini.

-Oh...cariño. Estamos muy solos, y yo no me controlo.-Sonrió maliciosamente.

Me reí.

-Pervertido. Vamos a bañarnos, va.

Me cogió de las piernas y nos metimos en el agua fría. Estábamos abrazados contemplando la naturaleza, y oyendo el cantar de los pájaros.

-Deja de tocarme los pechos.

Se rio.

-Yo no hago eso, malpensada.

-No, claro.-Sonreí.

Se abrazó a mi y besó mi hombro.

-Por fin juntos, y por fin solos. Estaba harto de estar sin ti.

Le miré.

-¿A qué te refieres con eso?

-Me duele que estemos separados, a veces te necesito tanto, que me duele, y mucho, me siento muy solo en Dortmund.

-Ay amor, no me digas eso...

Acaricié su cara y luego besé sus labios con ternura.

-Es la verdad...-Murmuró.

Besé su frente.

Él como un desquiciado comenzó a besarme por el cuello, el pecho y bajó a mis pechos con intenciones, pero le frené a tiempo.

-Roman, no. Que no sabemos si hay prensa.

Hizo un puchero.

-Cariño, quiero pedirte algo, en serio.

-Dime.-Sonreí.

-Quiero que vivamos juntos. Basta de distancia, despertarme, ver que estás conmigo, desayunar juntos, salir a pasear, dormir juntos...me hace tanta ilusión.

Me sonrojé.

-Tengo mi trabajo y todo en mi país...

-Aquí te busco trabajo y lo que quieras, y vas a ir a visitar a tus amigos y familia cuando quieras, te lo prometo. Por favor.

Sonreí mordiéndome el labio.

-Está bien, acepto.

Me abrazó con fuerza y besó mi sien.

-Te amo.-Susurró en mis labios.

-Te amo más.-Susurré.

Nos besamos tiernamente, mientras él sin pudor, bajaba mi parte baja del bikini.

-Pervertido.-Susurró.

-Tuyo, tu pervertido.

Sonreímos.

One shots (Pedidos cerrados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora