Mi canción favorita resonaba en mi reproductor mientras miraba abrumada la ciudad de Barcelona.
Color, vida y belleza.
Por fin, y después de tanto tiempo, me mudaba a la ciudad de mis sueños y no podía estar más feliz.
Me mudé a un buen barrio, donde compré un piso espacioso, que estaba en frente de algunas casas muy lujosas, que a veces te quedabas embobado mirándolas mientras pensabas en quién podría vivir ahí.
Después de un largo día de trabajo volví a mi tranquilo hogar para descansar y hacerme algo de comer.
En esas que ponía la mesa indiferente mientras oía el noticiero nacional, sentí una mirada acechándome, desde alguna parte.
Mi intuición femenina me alertó de ello y me quedé quieta. Miré por el ventanal del salón y vi una silueta de alguien mirando por el gran ventanal de la casa de enfrente.
El vecino otra vez, qué pereza, y qué cotillla.
No tiene suficiente con su maravillosa vida de rico y tiene que estar metiéndose en mi vida mirando todo el rato por la ventana.
El sonido del timbre me sorprendió.
Malhumorada fui a abrir ya que no me había ni siquiera sentado a probar mi creación.
-¿Qué pa...?
Me quedé de una sola pieza al ver a quien tenía delante.
-Buenas tardes vecina...-Oí decir a aquel brasileño esbelto.
-Buenas...¿ocurre algo?
-Sí, es que...eh...-Se quedó un poco cortado y miró al suelo avergonzado huyendo de mi mirada.
-¿Es que?
-Me gustaría...a ver...que te pasases por mi casa, para...invitarte a cenar.
Levanté las cejas sorprendida y me crucé de brazos en la puerta.
-¿Qué opinará tu novia sobre esto?
Le he visto entrar muchas veces con chicas en casa, y la verdad es que me parecía algo repulsivo.
-No tengo novia.
-Ah claro...-Me reí.
-No me apetece seguir viéndote através de un cristal todos los días...sólo esta noche, y te dejo en paz.
-De acuerdo, ¿Y qué propones?
-A las nueve en mi puerta, cenamos y hablamos tranquilamente si te parece.
Asentí sonriente.
Finalmente se marchó y yo cerré la puerta algo burlona, sin poder creerme aún que había aceptado la invitación de un futbolista en su casa.
La tarde pasó en un suspiro y cuando menos lo esperé, estaba vistiéndome para ir a mi "cita" con Neymar.
Iba en ropa interior por el cuarto mirando que podría ponerme para no parecer ni muy arreglada, ni muy informal, hasta que di con el outfit perfecto para la ocasión.
Quité la prenda de la percha y de nuevo, noté esa mirada en mi espalda.
Mi piel se erizó.
Me giré, y vi a Neymar en la ventana de su cuarto mirando disimuladamente.
Sonreí maliciosa.
Hice como que no me había dado cuenta y me quité el sostén para ponerme el vestido.
Noté su mirada recorriendo mi cuerpo.
Lenta y sutilmente me puse el vestido, y me aseguré de que viese bien ciertas partes de mi anatomía.
¿Te gusta mirar? Pues mira ahora.
Le di los últimos retoques a mi pintalabios y bajé sonriente a mi cita.
Me recibió algo nervioso. Me adentré en su hogar sonriente y esperé cortesmente a que viniese conmigo para encaminarnos hacia el salón.
-Muy bonito el momento Shakira.-Soltó de repente.
-Tú mirando y yo cambiándome, ha sido un buen remake s...
No me dejó terminar porque se lanzó a besarme.
Casi me quedo sin oxígeno.
-Llevas unos seis meses aquí y he perdido la cabeza por ti, definitivamente.
Me reí.
-Exagerado.
Sus labios volvieron a unirse con los míos mientras sentía sus manos en mis caderas.
-Me encantas.-Susurró.
Sonreí.
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One shots (Pedidos cerrados)
RandomMomentos en los que tú eres la protagonista. (NO ACEPTO más pedidos hasta nuevo aviso)