Gabriel terminó su primera hora con naturalidad; había un par de miradas en su dirección que no comprendía del todo, suerte que no era la clase de persona que se preocupa por cosas como esa, así que las dejó rápidamente en el olvido.
Se movió hacia la segunda clase y más tarde hacia la tercera sin tener siquiera un vistazo de su mejor amigo; cuando llegó la hora del almuerzo, ya estaba preocupado. ¿Estaría Thomas evitándolo nuevamente? Parecía estar bien aquella mañana, claro, solo tomando en cuenta el fin de semana que dejaban atrás, la exploración quizás le había hecho plantar los pies en la tierra.
—Gabriel. —Brody apareció en su campo de visión.
No le quedó más remedio que detener su camino a la cafetería para mirarle.
—¿Qué hay?
—Oye, sé que el viernes fue... algo estúpido provocar a Thomas, tu sabes que yo solo bromeaba, ¿no es así? —Había un borde nervioso en su voz que empeoró cuando un grupo de chicos del equipo pasó cerca y le palmearon el hombro con risillas cómplices.
—¿Qué con los chicos?
—Nah, ni idea. Escucha, hay algo... hay algo que quisiera decirte. ¿Podemos hablar en privado?
La cabeza de Gabriel no había dejado de moverse, buscando ver aparecer a su amigo, cuando registró lo que el chico frente a él le pedía, se frenó para prestarle real atención.
—Si es por el otro día, dejémoslo ahí. La gente se ha comportado lo suficientemente raro hoy como para poner otra ramita en esa hoguera —comentó bajo su aliento. Brody puso una pesada mano en su brazo. Gabriel le miró hacia arriba, a los urgidos ojos.
—De verdad, tenemos que...
Estaba por preguntarle el porqué de su extraño comportamiento cuando un grito cortó el ruido en el abarrotado pasillo.
—¡Gabriel!
Apenas tuvo tiempo para afirmarse cuando un montón pesado cayó sobre él. Por acto reflejo lo sujetó contra su cuerpo, lo que le facilitó a Thomas ponerse en pie y pelearse por alcanzar sus labios.
—Tommy, estamos en la escuela —Gabriel siseó nervioso, disimulando malamente con una risa. Contuvo las manos de su amigo y las sujeto a su espalda. Algunas personas a su alrededor se rieron también, haciéndoles señas con sus dedos.
¿Cuál era el motivo para contener los labios de Thomas, que gustosamente Gabe besaría todo el día? Pues que no quería joder el ultimo eslabón entre ellos. Aun no estaba del todo seguro respecto a ellos. A lo que estaba ocurriendo. Y si Thomas terminaría por arrepentirse, no quería terminar la escuela con malos recuerdos. Thomas le dio una mirada regañona, de la cual Gabe pasó. Era la mirada de horror de Brody lo que lo contenía.
—¡Tu! —Thomas se percató soltándose de su agarre y cargando contra Brody, quien se vio, en realidad, asustado. —Tú le dijiste a todos que Gabe gusta de ti, mentiroso. ¡Lo sabía! ¡Siempre lo presentí!
Gabriel miró de uno a otro.
Un pequeño círculo de audiencia comenzó a rodearlos y al ver las miradas conocedoras, lo supo.
—Brody, ¿qué les dijiste? —Quiso saber. —Dime.
Su compañero de equipo quería ser tragado por la tierra. Miró a los curiosos y se encogió.
—Dije la verdad, que eres gay, no puedes negarlo. Y te gusto, te he visto mirarme. En las duchas, así que no me sorprendí cuando tu... —Él no pudo terminar con sus mentiras al verse derribado por un certero puño en su mandíbula que lo mandó directo al piso. Para sorpresa de todos, la mano de Thomas aún se mantuvo en el aire después de realizar el golpe.
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Lo que Thomas quería #1
RomanceEs el último curso para ambos, la última oportunidad de hacer todo juntos; el último chance de Gabriel para declararse a Thomas. ¿Podrá un heterosexual replantearse el sentido del amor?