Nivel 25: Forzar a una relación 1/2

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—Así que házlo o te obligaré —, besó de nuevo aquella herida.

Debido al producto del miedo que tenía, con un hilo de voz inició a cantar.

—Más fuerte, Stut.

Realizó un esfuerzo sobrehumano por obedecer. No sabía si estaba cantando bien, ni siquiera podía oír la canción que recitaba.

—¡Arrgg! No me gusta como suena. Lo haces mal a propósito, ¿verdad? Estoy seguro que sí. Buscas que me enoje.

Miraba su sangre. Notaba que la sábana se había pintado de rojo. Seguía  cantando de una manera ida, con un tono ahora apenas audible.

Murdoc se enojó. Odiaba que no le obedecieran. Soltó la mano del peliazul para levantarse de la cama.

—Mandaré a Cyborg para que te cure —le dio la espalda—. Por cierto, estarás castigado por tratar de huir; por lo que no se te permitirá salir de estas cuatro paredes, además que no te daré ni un puto alimento hasta que lo supliques, ¿te quedó claro?

En la mente del chico lastimado las palabras apenas si taladraron en su cabeza.
¿No salir? ¡Pero era lo mismos que estar afuera!
¿Qué no le daría comida? ¡Pues bien, no pensaba suplicar!

En toda su vida jamás pasó hambre, por lo que desconocía el sentir de desesperación que podría causarle.

—¡Responde hijo de puta! ¡¿te quedó claro?!

—Sí...

(. . .)

Lunes, martes, miércoles... ¿Ya tan rápido tres días pasaron? Lo único que Murdoc le dejaba consumir era agua.

—Quiero comer algo... Lo que sea...

Se hallaba en la esquina de su habitación, sentado con las piernas llevadas a su pecho.

Una ansiedad lo poseía. El hambre le ocasionó desmallarse dos veces en aquel tiempo, aparte que le provocaba un inmenso dolor de cabeza. Sumándole el desasosiego por no poder respirar el aire fresco.

—Murdoc —, golpeó la puerta que estaba puesta con llave—. ¡Abre! —sus ojos cerrados le impedían el paso a sus lágrimas que prefería no derramar—. Si es verdad que me amas...abre...por favor —, cerró su puño que tenía vendas, provocó que de nuevo un poco de sangre saliera.

(. . .)

Murdoc Niccals caminaba por la orilla de la playa. Fumaba un cigarro mientras miraba el horizonte.

'Te amo'

Recordaba cuando 2D se lo decía, en momentos donde la pasión y el deseo les consumía como si de bestias sexuales se trataran.

—Stuart Pot —, mostró una pequeña risita. Él estaba seguro de que su "pareja" le seguía amando, solo que estaban pasando por problemas; algo normal como en cualquier relación. Confiaba en que pronto tendría de vuelta a su amado que le obedecía sin objeción en lo que quisiera—, mi 2D.

Una gaviota en la arena yacía, parecía que estaba agonizando. Murdoc supo que le quedaba poco tiempo de vida, la vio con indiferencia para darle la espalda y volver con 2D.

(. . .)

Se quedó dormido en el piso. Era algo que hacía cada vez con mayor frecuencia. De pronto, sintió unos labios encima de los suyos que lo aprisionaban y deseaban más de él. 2D abrió los ojos asustado, era Murdoc el que estaba besandolo.

—Tiene mucho que no lo hacemos —, lo miraba con deseo—. Y ya lo necesito.

—No me siento bien... — desvío su mirada a un lado. Su cuerpo estaba debajo de el de Murdoc.

Pareció no escuchar, prontó atacó el cuello dándole mordidas nada suaves.
—Oh, vamos, honey... ¿No extrañas que te toque? Recuerdo que antes enloquecías rápidamente y suplicabas por más.

'Así es... Antes, Murdoc'.

Por debajo de su playera se colaron las manos rasposas del satanista. Lo tocaban de forma lujuriosa.

—Te amo... Te amo... —, su voz ronca repetía consecutivamente cerca de la boca del peli azul, hasta que lo besó; colando su lengua con desesperación en la boca del otro.

Violentómetro (Studoc/ Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora