Capítulo 23

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"Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos,

y a partir de este momento es prohibido llorarlos.

Ellos nos serán bandera, para abrazarnos con ella

y el que no la alzar que abandone la pelea.

No es tiempo de recular, ni de vivir leyendas"

Los que mueren por la vida – Alí Primera

Axxie pov

Estoy con Cris en su habitación. Hace unas horas le dieron el alta para que pudiera asistir al velorio y entierro de Leo, aunque realmente por el velorio no pasó.

En cuanto salió del hospital, Cristina se vino directo a su casa y se encerró en su habitación. Hace como una hora me dejo entrar a mí.

Son casi las 11 pm y estoy agotada.

No he dormido nada en más de veinticuatro horas. Cristina tampoco, por lo que se que ella también está cansada.

—Cris vamos a dormir — la llamo. Esta parada en el ventanal de su habitación mirando a la nada.

—No quiero dormir,

—Cris debes descansar, recuerda que en tu estado no es bueno que te esfuerces tanto. No seas egoísta — murmuro.

—¿Egoísta yo?¡Egoísta el mundo, Alexandra!¡Egoísta Dios! — se exalta.

Habla llena de rencor.

—Cristina no digas eso — me acerco a ella hasta quedar a su lado y miro por el ventanal.

La noche está oscura y la luna se esconde.

Una noche muy triste.

—Entonces ¿por qué me hizo esto? Él sabia cuanto lo necesitaba pero aun así me lo arrebató. Me quitó todo lo que me hacia feliz.

—Hay veces en las que no entendemos porqué pasan las cosas y decimos muchas tonterías, pero luego comprendemos que algunas personas cumplen su propósito primero que otras y deben irse, porque ya no vale la pena que estén aquí...

—¿Estás diciéndome que no era el propósito de Leo ser un padre o un esposo? ¡Por favor Alexandra! Entre tantas personas, ¿justo tenía que ser él?

—Cris sin importar lo que pasó, el único que decide la vida y la muerte es Dios.

—¡Entonces Dios es malo! ¡Por qué fue él quien lo mató!

—¡Cristina, Dios no es malo! ¡Deja de decir gafedades!... ¡COMPRENDE!¡Comprende que las cosas pasan por una razón! — ella suspira y llora en silencio mientras niega con la cabeza.

—Íbamos a casarnos — lo dice tan bajo que casi no la escucho —. Leonardo me pidió matrimonio hace cuatro meses. Íbamos a anunciarlo en cuanto regresara de Francia, y antes de acabar el año él y yo íbamos a estar viviendo felices y casados en el departamento esperando a nuestro bebé.

—Cristina. ¿Por qué no me habías dicho nada de esto? — tantos secretos duelen.

—Leo no quería. Hasta que no saliera del liceo sería un secreto... pero ahora nunca lo vamos a poder anunciar.

—Lo siento mucho — ella se deja caer en mis brazos, ambas ya en el piso, mientras llora silenciosamente contra el ventanal —. De verdad lo siento amiga.

***

Mi tía llega a despertarnos temprano para alistarnos e ir al entierro.

Se decidió enterrar los restos del cuerpo de Leo en un espacio aclimatado a las afueras de una playa en Los Caracas, tal como sabemos que a mi cuñado le habría gustado.

I Need One Change (Necesito un Cambio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora