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            Esa noche no dijeron mucho más, Frank se acostó en su cama y Gerard se acostó junto a él, sobre las sábanas. Se quedaron así, mirando al techo, ambos con la cabeza perdida en algún sitio. A ratos Gerard se volteaba a mirar el perfil de su amigo. Frank lucía mejor ahora, no había golpes en su cara y ese estilo de cabello le quedaba totalmente bien. Se sentía feliz por él, pero al mismo tiempo se sentía mal por no haber estado ahí para ver el cambio. Y no era solo que se sintiera "mal" sino que sentía tanto miedo al respecto. Nunca antes se había marchado tanto tiempo, y sobre todo... en aquél lugar en donde había estado no había nada en lo absoluto. Era como si se hubiese desvanecido durante todo un año, y entonces la terrible pregunta llegaba a su cabeza, ¿Todos los que morían simplemente se desvanecían en la nada?

Sí ese era su destino, realmente esperaba ser un fantasma para siempre porque al menos existir para una sola persona era mejor que no existir en lo absoluto.

Cuando volvió a mirar a Frank, él ya estaba profundamente dormido y así se mantuvo hasta al menos unas ocho horas después, cuando su despertador sonó y con prisa se preparó para ir a la escuela. Incluso parecía que ahora tenía más ganas de ir a la escuela, y cuando llegaron allá notó por qué.

Su entorno era diferente, y se notaba en cuanto entraron a la escuela. Frank recibió el saludo de por lo menos diez personas de camino a su casillero, y Gerard solo se mantuvo en silencio detrás de él. Y luego, en su sala de clases, notó que los tipos que lo habían acosado en el pasado ahora no le hacían nada en lo absoluto. Era un entorno tan sano para él, y realmente sentía que no podía irle mejor, pero aun así no se sentía feliz... porque sentía que Frank ya no lo necesitaba.

A mitad de la clase de ciencias, cuando el profesor les dio un descanso. Gerard decidió hablar. Era la primera vez que lo hacía en todo el día y cuando Frank escuchó su voz, se removió sobre sí mismo con sorpresa y desvió la mirada hacia él. Entonces escribió algo en el cuaderno, y golpeó su lápiz contra el papel para llamar su atención hacia allá. Gerard bajó la mirada.

"¿Por qué tan serio?" Junto a esa frase había un pésimo dibujo del Joker que hizo a Gerard sonreír por primera vez desde que había regresado. Frank sonrió también al ver que finalmente había logrado otra expresión en su rostro.

— La escuela es diferente —comentó—, para ti. Esos idiotas ya no te molestan e incluso parece que eres alguien popular así que... ¿Vendiste tu alma al diablo o qué?

Frank no pudo evitar reír, y Gerard lo vio luchando contra eso. Después de todo, era totalmente extraño que alguien comenzara a reírse de la nada en medio de una sala de clases. Todo el mundo sabía que no era precisamente el lugar más feliz en el mundo.

"Tuve que defenderme por mí mismo cuando Gasparín se marchó" Escribió ahora, dibujando debajo un fantasma triste.

Gerard volvió a sonreír.

— Me hubiese encantado darte clases de dibujo antes de marcharme —dijo, pero de todos modos estaba disfrutando los dibujos que Frank le dedicaba.

"Extraño un poco que Gasparín no esté, qué tipo más desagradable." Esta vez, luego de escribir eso, solo agregó un par de cejas para darle aspecto de enojado al fantasma triste. Y entonces ladeó la cabeza para mirar a Gerard, sonriéndole.

— Oh cállate, sabes que no es cierto —dijo Gerard, fingiendo un puchero.

Cuando el profesor volvió a hablar, Frank se vio obligado a prestarle atención y Gerard desvió su atención a los demás estudiantes. Todos esos rostros eran desconocidos para él aun cuando había compartido dos años o quizás más con cada uno de ellos, era extraño pensar en lo enfrascado que había estado en su propio entorno mientras estaba vivo. Todas esas personas que se había negado de conocer porque eran demasiado jóvenes o demasiado diferentes a él... era abrumador.

La mirada de Gerard regresó a Frank, preguntándose como hubiese sido la vida si lo hubiese notado cuando aún estaba vivo. Quizás... ¿Quizás qué? ¿Qué era lo que pasaba por su cabeza cuando pensaba en él? ¿Qué era precisamente lo que había experimentado con ese beso? ¿Cómo habían llegado a eso, precisamente? Quizás lo sabía desde el inicio... pero sincerarse consigo mismo era difícil y es que, demonios. Sí sentía algo por Frank... y no era solo amistad, eso seguro.

De todos modos, ¿qué sacaba sintiendo algo por él? Frank estaba vivo y él, bueno, era posible que esos "estados de fuga" fuesen más frecuentes en el futuro y se saltara meses, años, décadas quizás... no, no era ni remotamente posible pensar siquiera en que él y Frank podían tener algo más que no fuera lo que tenían en el presente. Aparte, sabía de antemano que no estaba ahí para enamorarse de él, había una razón mucho más importante de por qué solo Frank podía verlo. Había algo porque algo tenía que tener sentido... no era posible que todo estuviese echado al azar. Era una locura que un completo desconocido pudiese verlo y que él hubiese comenzado a tener sentimientos por él que antes solo había experimentado para con su novia que, por cierto, ni siquiera había sabido algo de ella en meses.

Era una locura, todo era una locura.

— ¿Vienes?

La voz de Frank se escuchó tan lejana que temía estar perdiéndose nuevamente, pero en cuanto alejó de su mente todos los pensamientos que lo abrumaban, pudo enfocarse en él. La sala de clases estaba vacía y Frank le hablaba deliberadamente a él. Gerard le dedicó una sonrisa ausente y asintió una vez antes de comenzar a avanzar detrás de él. En silencio recorrieron los pasillos rumbo al primer piso y una vez en la cafetería, se quedó esperándolo en una esquina a que hiciera la fila para comprar su almuerzo. Cuando la bandeja estuvo en sus manos esperó que fuese a tomar asiento en una de las mesas, pero en lugar de eso tomó la fruta y el envase desechable con su almuerzo y se dirigió al exterior.

— ¿Afuera? ¿En serio? —Preguntó Gerard.

No era común que Frank comiera afuera. Afuera comían en grupos de amigos, por lo general. Los chicos solitarios no encajaban ahí, pero de algún modo Frank se había hecho un lugar detrás del enorme arce que decoraba el patio trasero de la escuela, y tomó asiento a la sombra, sobre el césped. Estaba solo ahí, como Gerard suponía. Y tomó asiento cerca de él, apoyado contra el árbol.

— ¿Algo más que debas decirme? ¿Te hiciste una perforación? ¿Tienes nuevos amigos? —Gerard preguntó y no pudo evitar mostrar ironía en su voz.

Frank le dedicó una mirada nerviosa y luego miró a través de él, o junto al árbol. El asunto es que se mantuvo en silencio aun cuando las preguntas de Gerard estaban flotando en el aire y luego, de pronto, un muchacho unos años más pequeño, que Gerard recordaba bastante bien porque solía hablar con sus amigos, se acercó a Frank. Y parecía totalmente cómodo con lanzar su mochila junto a la de él.

— Pensé que ibas a plantarme —dijo Frank, dedicándole una mirada llena de pesar, aunque había una sonrisa floreciendo en sus labios.

— Y yo pensé que íbamos a encontrarnos en la fila —replicó él, y Frank lanzó una carcajada que Gerard había escuchado en contadas ocasiones.

El muchacho tomó asiento a su lado, dejó su almuerzo sobre el césped y luego se giró hacia él. Parecía que iba a pasarle un mechón de cabello por detrás de la oreja, o darle un abrazo sin razón alguna... pero hizo algo mucho peor. Lo besó, y Frank incluso cerró sus ojos cuando los labios ajenos estuvieron sobre los suyos. Llevó una mano a acariciar su mejilla y se mantuvieron así, mientras Gerard miraba todo desde su lugar. El contacto no debe haber durado más de un par de segundos, pero para Gerard fue una eternidad.

— ¿Con Zacky Baker? —Preguntó a viva voz, sin ocultar el asco en su voz.

Frank le dedicó una mirada fugaz que Gerard no supo descifrar muy bien de qué se trataba y luego concentró toda su atención en aquél muchacho mientras Gerard los observaba convertido en piedra. Su cabeza daba mil vueltas y la palabra traición se repetía docenas de veces en su subconsciente, porque, aunque tuviera todo el sentido del mundo que Frank decidiera hacer su vida de manera normal... algo en su cabeza le hacía sentirse enfermo con lo que acababa de ver.

Y en ese momento realmente esperaba desaparecer por otros diez meses.

can you see me? ・ frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora