Estaba muy oscuro cuando regresó, tanto que tardó en darse cuenta de que efectivamente estaba de regreso. Aun cuando no respiraba, jadeó con fuerzas ante la ansiedad que la sola perspectiva de haber desaparecido por otros diez meses o incluso más, le causaba. Sus ojos viajaron por la habitación, buscando detalles que le insinuaran cuanto tiempo había pasado... pero no encontró nada. Salvo que en la cama estaba Frank, durmiendo. Era de noche.
Es lo único que sabía.
Se sentó entonces y desde su posición se dedicó a admirarlo dormir. No era mucho lo que podía ver de él, solo parte de su cabello y al parecer su oreja. Pero para él era suficiente, de todos modos su mente estaba dando vueltas muy por encima suyo. Las imágenes se repetían una y mil veces en su cabeza, la forma en que todo se había desarrollado entre los dos e incluso las cosas que Frank le había dicho: "...acepté porque sentía que tú estabas mirándome desde algún lugar y quería hacerte sentir mal por dejarme y yo... yo te quiero, Gerard. Yo te quiero a ti. Te quiero como nunca voy a querer a nadie." Una parte de su cabeza, la irracional, se alegraba de que Frank lo quisiera a él. Pero por otro lado... no tenía sentido. Vengeance, por más idiota que fuera estaba vivo y lo quería de verdad y él, ¿qué era él, de todos modos?
Llevó una mano a frotar sobre sus ojos y luego dejó ir un suspiro, y cuando abrió los ojos se encontró a Frank desperezándose. No sabía cuánto tiempo había estado ensimismado en los dramas que corrían por su cabeza, pero había más luz ahora, y la alarma de Frank estaba sonando.
— ¿Gerard? —La voz ahogada del menor se unió al despertador.
Gerard se puso de pie al instante y se acercó a la cama. Frank sonreía.
— Me asusté de verdad anoche —suspiró—, creí que te ibas a ir por otro año.
— ¿Anoche? —Gerard alzó sus cejas con sincera sorpresa— ¿Solo pasaron unas horas?
Frank asintió como respuesta y luego se sentó en la cama, dejando ir un bostezo antes de comenzar a desvestirse ahí mismo. Gerard se sorprendió, más no dijo nada. En lugar de eso fue hasta la silla en donde Frank había dejado su ropa el día anterior, ahí mismo donde él se había sentado antes, y se la llevó. No era algo tan difícil tomar algo y moverlo, pero de todos modos tenía miedo de desaparecer nuevamente. Y no era agradable sentir miedo todo el tiempo.
* * *
"¿Qué piensas?" Frank escribió en su cuaderno, Gerard lo vio dedicarle un gesto enfurruñado al profesor de Historia que no dejaba de hablar antes de girarse a mirarlo a él. Gerard se encogió de hombros y se giró para intentar escribir algo en el polvo de la ventana, pero no logró nada. Y volvió a encarar al menor, suspirando.
— Creo que estoy debilitándome —respondió.
"¿Debilitándote?"
— Ya sabes, mi mojo fantasmal está acabándose o algo así —dijo Gerard—, quiero decir. No es normal que me pase esto de la nada.
"No es de la nada." Escribió Frank.
— ¿Qué quieres decir? —Preguntó Gerard.
Frank puso los ojos en blanco y comenzó a dibujar a dos personas entrelazadas, y sus rostros, ¿Eran sus rostros?, estaba muy cerca y al parecer se estaban besando y la mano de uno de ellos estaba en el trasero del otro y él recordaba muy vívidamente haber tocado el trasero de Frank el día anterior sólo porque podía hacerlo y... ¿Y si Frank tenía razón? Hasta el momento tenía todo el sentido del mundo porque las dos veces que había desaparecido de la nada era porque se estaban besando. Y recordaba también que antes, cuando su existencia como fantasma recién comenzaba, había sucedido cuando intentaba dejar la escuela.
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can you see me? ・ frerard
FanfictionDespués de su repentina muerte, Gerard cree que su espíritu está condenado a vagar en soledad hasta que un muchacho le dirige la palabra. A él. A un fantasma.