Capítulo 14

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POV. Javier

He aprendido a desconfiar de la gente, y también en saber en quién confiar.

He aprendido a distinguir los colores, y ella era azul luminoso.

A veces suelo ser muy impulsivo, porque cuando las emociones te dominar puedes perder la cabeza. Pero no me arrepiento de seguir mi impulso y haberme acercado a Jen, creo que es una de las pocas cosas de mi vida de las que no me arrepiento. Y me arrepiento de muchas cosas.

Me arrepiento de haber creído, porque todo era un sueño.

Todo era un sueño que quería vivir, hasta que desperté y el telón se cerró, mostrándome que había detrás.

Por primera vez le compré flores a alguien, unas bonitas y escogidas con cuidado.

Fui a casa de la amiga de Jen y toqué al timbre.

Era noche y las estrellas no eran tan visibles gracias a la niebla y el clima frio que se iba acercando, y mi delgada chaqueta café no alcanzaba a calentarme lo suficiente, pero no quería llegar tarde, no por ella.

Una de las chicas que se presentó el día que conocí a Jen abre la puerta, pero no recordaba su nombre, pues, ese día estaba muy concentrado en Jen.

La chica que me recibió era un poco más baja que yo, pero con ojos grandes que me observaban atentamente.

–Javier–dijo.

Asentí.

–¿Francisca? –intenté adivinar.

–Error–me dijo–. Astrid.

Entre a la casa y ahí me recibieron las amigas de Jen.

–Hola– les salude con una leve inclinación de cabeza.

Escaneé toda la sala en busca de Jennifer, pero no la vi.

–Ella aún no ha llegado–dijo en disculpa la rubia... Francisca.

Asentí.

Me invitaron a sentarme en el sofá color blanco, la casa era grande y algo elegante comparada a las otras casas del pueblo. La sala tiene una televisión plasma y una pequeña mesa con un mantel blanco y flores del mismo color.

El tiempo pasa y Jennifer no llega, y yo, me empiezo a impacientar.

–No te preocupes–me tranquiliza Alexa al ver que hago temblar mi pie–, será sólo un retraso, ella llamaría si pasara algo.

En lo que esperaba las amigas de Jennifer me hicieron platica.

–¿Qué tal te fue con Sam? –le pregunté a Alexa.

Sam ya me había contado todo; le había acompañado a hacerse un tatuaje, y había pasado la prueba de fuego de elegir un tatuaje que le gustara a Sam, luego habían ido por una hamburguesa y la habían comido en la plaza del centro comercial.

–Bien–me contesto Alexa–.

–¿Y qué te dijo Sam sobre la cita? –pregunto Francisca, ganándose una fulminante mirada por parte de Alexa.

–Me dijo que Alexa si sabe elegir tatuajes–le conteste–, y que es muy divertida.

Sam probablemente no aprobaría que le dijera eso a Alexa, porque a él le gusta ser misterioso, y poco transparente con las chicas con las que sale, pero a mí me gustaba Alexa para que saliera con él, y un empujoncito no le haría mal.

Sentí algo extraño en las piernas.

¡Un fantasma!

Baje mi mirada y me encontré con un gato queriéndose trepar por mis piernas, lo cargue y jugué con él.

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2017 ⏰

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