Bienvenido a casa •| Larry Stylinson •|

Capitulo 17

"And it's your lips

So kisseable

And your kiss

unmeassable

Your finger tips

So it's searchable

And your eyes

irresistible "

Narra Zayn

Mi estancia en esta prisión parece eterna, llevo 3 meses aquí y ya me quiero ir, quiero escapar, gris es todo lo que hay.

No logro entender como Louis, Harry y hasta  Niall no están furiosos de estar acá, porque yo si lo estoy, hay tanta cosas que me he perdido, parece como si hubiere muerto, y me hubieren enterrado en el subsuelo. Seis metros debajo de este. Y pareciera que nadie me recordara mas.

Lo peor es que debemos ser nosotros los que tienen que fregar los pisos, lavar nuestra ropa, hacernos nuestras comidas respectivas, limpioar nuestras habitaciones... ¡Va! hasta limpiar las desgracias de ese estupido perro que ladra casa vez que nos ve.

Y todo por el estupido juzgado que nos ha deja sin asilo, he ecuchado a Simon que han sido ellos los que han retirado los cheques del banco. El dueño de la casa, nos ha dicho que no nos acongojamos por esto, pues en cuestion de semanas todo volvia ala normalidad.

Hoy he ido ala terraza de la gran casa, en ese aspecto no hay nada de malo, pero no entiendo ala gente, la felicidad no está en lo material, y me di cuenta acá pues no soy feliz viviendo en una enorme casa que tiene piscina, una hermosa vista y una cómoda terraza.

Tome mis gafas de sol y me acosté en una manta sobre el suelo, hoy no había "talleres" aburrido por parte de Simon. No tardaron en ir a molestar mi privacidad.

-¿Por que siempre han de venir a..?.- No acabe la oración cuando me si cuenta de que no era Harry o Louis ni mucho menos Niall.  Era Liam, el pequeño mudo.

Le habia agarrado cariño al chico, pues habiamos pasado el fin de semana juntos,  y despues de que el chico mal teñido se habia ido del parque de diverciones, dejandonos solos. Recuerdo que el no tenia a donde ir y yo no iba a ser bien recivido con mi familia, asi que estabamos en las mismas. Finalmente. pasamos todo el fin de semana juntos, y hasta eso, no es un chico idiota, como todos los demas suelen parecer.

Yo tenía un sexto sentido en el, tenía la sensación de que tenía que estar conmigo, que yo le ayudaría a hablar de nuevo, es raro, aunque no me responda siempre le hablo como si fuera a contestar. Y lo  bueno es que no debo de escuchar sermones o burlas o cualquier tipo de comentario que desagrada de este. Simplemente escucha lo que le dicen.

-¡Ah! eres tu, ven, siéntate acá, te hago un espacio. Extendí un poco más la manta.

Liam vestía unas bermudas color azul, y un playera estilo polo blanca con las mangas cortas, hacia que le resplandecieran sus ojos color miel. Se sentó a un lado, luego de hacer una sonrisa.

-Es relajante estar acá, ¿Sabes? Hace mucho no pasaba como esto, cómodo, digo, después de los trabajos que Teo nos pone hacer, termino devastado. Liam río un poco.

-Liam, ¿Por que no hablas?.- Este de inmediato me volteo a ver con una mirada muy sería.  -¿Sabes?.. -lo mire a los ojos, y trate de dar una de mis mejores sonrisas, de esas que las madres suelen dar para darle apoyo, amor, carisma y tranquilidad a sus hijos. -Las cosas aveces salen mal, y no siempre ha sido nuestra culpa... bien  solo quiero que sepas que, apesar de que aunque  me vea un tipo amargado, molesto y anti-patico siempre podras confiar en mi.-