Capítulo 27

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¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!..
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro rie!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestras plantas pisa
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto;
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas."

Reir Llorando, Juan de Dios Peza



Desperté en nuestra alcoba, y lo primero que mis ojos querían ver era el chico de rulos que me había robado el corazón. Pero no estaba, comenzaba a cuestionarle cómo era que había llegado a la cama. ¿Harry me había cargado? Quien sabe.

Me puse una pijama decente ya que estaba usando una playera de Harry que me quedaba un poco grande, olía a el, su esencia estaba en su ropa, pero también en mi corazón, ese era el verdadero significado, que siempre estuviera en el.

Escaleras abajo se encontraba Jessica, ella hablaba con Teo en el despacho de Simon, sin embargo, no había rastros de Harry. Supuse que estaba en el jardín de la flores. Así que me dirigí a esta y había acertado, ahí estaba.

Esta vez estaba sentado en una banca, con flores color morado y blanco. Las cortaba con habilidad y de la misma manera las amarraba de forma que hacia una circunferencia.

Me volteó a ver, sonrió al notar que lo estaba espiando y eso hacia. Siempre me gustan admirar las cosas que mi amado hacia, porque desde la vez que me enamore de el, supe que era el indicado, y por más cursi que se escuchará nunca lo dejaría ir. Porque eso era lo que mi corazón y mi razón decía, sentía y quería.

-¿Otra vez espiando?, ven Lou.- Rió e hizo un espacio a un lado de aquella banquita color blanco, que estaba esculpido una hermosa rosa con dos golondrinas sosteniéndola.

-¿Cómo es que te has desperatdo tan temprano Harry?.- Pregunté mientras ponía una mano sobre su rodilla y comenzaba a acariciarla con dulzura.

-No he podido dormir.- Soltó de una buena vez.

Fruncí el ceño y pasé mi brazo alrededor de su hombro, para darle confort. -¿Sucede algo Hazza?.-

Suspiró muy profundo. -He soñado algo muy extraño.- Hubo un momento de silencio.-Pero no importa.-Leadeó su cabeza y la recostó en mi regazo.

-¿Y que estabas haciendo con esas flores?.-

-¡Oh si, casi lo olvido!.- Y con mucho cuidado sacó ese arreglo floral de su costado. Yo sólo lo observaba, pues me puso esto en el cabello, arregló con sus dedos para arreglarlo y musitó. -Ahora eres mi príncipe.- Los dos reimos, se me hacía demasiado tierno las actitudes rmánticas de Harry.

-Tú eres el mio.- Tomé la otra corona que estaba a un lado y se la puse en sus rizos hermosos que olían a flores, como siempre.

La distancia entre nuestras bocas era poca, me acecrqué cada vez mas a esos labios rojos y gruesos y antes de que pudiera saberear su boca, escuché llmara nuestros nombres. Y de un solo salto nos separamos y reimos. Harry se puso colorado. -¡Vamos Hazza, nos buscan!.- Lo tomé la mano y nos fuimos.

Llegamos al despacho de Simon y Liam, Niall y Zayn se encontraban ahí, junto con Teo y Jessica. Ella vestía una falda rayada color gris que le llegaba a las rodillas, zapatos de taco color carmín y una camisa del mismo color, junto con su portafolio que le hacía juego a su papel de trabajadora.

Bienvenido a casa •| Larry Stylinson •|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora