-¡Por que se tienen que meter en mi vida! ¡Vallase a la mierda!-. Salí fúrico de la casa en camino al instituto,
Soy Louis Tomlinson, tengo 18 años y odio a mis padres, ¿Se preguntara por qué? Okay, son unos entrometidos, traicioneros ¿Cuál es mi problema? Se preguntaran,,,
Odio que solo aparezcan, que cuando algo me sale mal, solo me llenan de regaños, sermones y cosas que "Hube haber hecho" o que "No debí de hacer"
En fin, soy nuevo en el instituto ya mitad de año, ¿Por qué? Porque me han corrido tres veces de diferentes escuelas, Me siento la víctima, pues no sabrá que tomar y fumar en los recesos era contra las reglas. O aun peor, ¿Desde cuándo golpear a los maricas que te han molestado es malo?
Bueno, bueno, lo bueno es que es escuela Nueva, así que creo que tendré un Historial por "Cuidar"
Entre al instituto, me dirigí a la oficina donde las secretarias se encontraban.
-Soy el alumno nuevo que ingresaría el día de hoy.
-Buenos días, ¿Cuál es tu nombre?
-Louis William Tomlinson. La secretaria reviso en los archivos de la computadora.
-Toma Louis, las llaves de tu casillero #1313 que está en la segunda planta, aquí está tu horario. A la salida, pasa a la oficina del director ¿Quieres?
-Está bien. - Asentí.
***
Había llegado a puntual, tenía tiempo de pasar a mi casillero y dejar las libretas y el computador portátil que había traído conmigo. Subí las escaleras y me dirigí al casillero 1313, ¿Porque 1313? Vale, daba igual. Metí mis cosas y revise mi horario.
-Matemáticas, salón 45, 8:35 am.- 9:15 pm. Dije revisando la el horario.
Bien, el salón se encontraba al otro lado de donde estaba. Quedaban 5 minutos para llegar así que me apresure. Me sorprendo, pues esta vez hay algo en mí, que quiere portarse ¿"Bien"? Llegue, el salón ya estaba lleno y el profesor ya estaba por comenzar su clase...
Acostumbrarme a un ambiente difícil no fue lo más sencillo que es más sencillo, no era tímido sino que no confiaba en la gente, no después de lo que había pasado en el resto de mi vida.
-¡Vamos Louis! Solo hazlo-. Habló Mona, una chica que se me había acercado aquel día.
-¡No lo sé! -Respondí algo extrañado. La verdad no tenía ni ganas de hacerlo. Mona quería que le acompañara a aquel bar que se había puesto de moda. La chica era algo rebelde, vestía unas medias negras, una falda de mezclilla y una playera de tirantes con una chaqueta de mezclilla, y excesivamente labial rojo.
Se acercó hasta mí y me acarició la mejilla. -Anda, sé que no te arrepentirás-. Asentí y fuimos aquel bar.
Su nombre era "El límite". Sólo la gente prestigiosa y con dinero entraba ahí, pero Mona no era ni de una forma ni de otra. Ella consiguió entrara gracias al dinero de papá. Que se había ofrecido en llevarnos.
El ambiente era el típico, luces de colores fosforescentes, chicas bailando en un tubo, una barra llena de alcohol y parejas bailando. -Ahora vuelvo-. Susurró Mona tomando su bolso y en lo que menos divisé ya no se encontraba.
Las horas pasaron y sólo había tomado tres pequeños vasos de -quien sabe que era- pero no sabía mal. Me dispuse a irme, cuando me paré para buscar a Mona que no había regresado desde hace tres horas. La busqué por todas partes pero nunca la hallé. Me arte de hacerlo y me retiré del lugar. Algo no iba a salir tan bien. Por el simple hecho de que Mona no aparecía.
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Bienvenido a casa •| Larry Stylinson •|
Fiksi PenggemarNo sé como pude haber llegado hasta, hasta mis últimos límites. Entonces me quedé solo, sin mi familia y amigos, encerrado en una casa con cuatro chicos que tienen los mismos o peores problemas que los míos. Historia adaptada a la ficción. Larry Sty...