Todos habíamos pasado a retirarnos después de las "verdades de Liam". Sinceramente lo prefería mudo. Y como ya lo había mencionado, había dicho la verdad. Ahora esas malditas palabras de me habían quedado en la cabeza; ahora menos podría dormir, Harry había dado el primer paso. Ahora era mi turno.
Me sentía como un astronauta en una película de vampiros, no encontraba su sentido original en ningún lado. Pero fue ahí donde Harry llegó. Como un personaje, el cual, era inesperado. Llegó a mi vida y todo cambió, la esperanza triunfó y volví a nacer.
Saliendo de mis pensamientos, Harry me dijo, que sería buena idea preguntar el tema sobre Salem. Y tal vez sobre aquel anexo que habíamos encontrado. Nos dirigimos a la cocina donde la señora preparaba la cena. Ella estaba tan ocupada que ni siquiera noto el momento que llegamos a la cocina.
Harry se acercó a ella sigilosamente a, dándole un gran susto que de inmediato fue respondido con un grito. -¡Ahhhh!.- Puedo jurara que de escucho por toda la casa. -¿Que crees que haces?.- Dijo más que enojada, pegándole unas palmaditas en el pecho a Harry. Simplemente reí por debajo.
-Jajaja.- Reía el ruloso con una sonrisa, que de inmediato jalo a Teo, para que le diera un abrazo. -Perdóname Teito, es sólo que no me pude resistir a hacerlo.- Le dijo dedicándole una sonrisa sencilla.
-Esta bien, pero no lo vuelvas a hacer. Casi haces que las papas se me quemen.- Me acerque a ellos, uniéndome a la conversación, mientras Harry solo le guiñaba un ojo.
-Teo...- comenzó Harry con su cuestionario. -Hace unos días estaba aburrido en la casa.- ¡Mentira! reímos debajo. -Entonces me encontraba paseando por la casa...- El chico fue interrumpido por la mayor.
-¿Y ese milagro que no estabas pegado a Louis?.- Harry se sonrojó y me vio de reojo, yo solamente rei. -No interrumpas..- Musitó mientras se cruzaba de brazos. -Y me encontre... Con algo que no se ve todos los días, y menos en estos tiempos.- Teo frunció el seño, rascándose el sien, no podía distinguir su cara de confusión y de sospecha. -No lo se niño, yo he limpiado esta casa entera miles de veces y no he visto nada de eso.- Afirmó, se dio la vuelta y siguió cocinando.
Un silencio aterrador, se apoderó de la sala. -Teo...- Ahora hable hoy, mientras ella se volteaba, dejando lucir un delantal bordado a mano. -Si Lou.- Dijo, poniendo atención a lo que iba a decir a continuación. Teo ya me había agarrado algo de cariño. -¿Has oido hablar de alguien, llamda Salem Drake?.- Lo solté de una buena vez, y como respuesta de parte de Teo, unos ojos bien abiertos como dos platos. .Hum..- Volvió a fruncir el seño tartamudeando. -¡No recuerdo muy bien! Ua saben, a mi edad, uno no se acuerda muy bien de todo.- Se excusó.
-Vamos Teo ¿Hay algo que nos estas escondiendo?.- Trató Harry de sacarlke algo, pero por muy astuto que los dos somos, no pudimos. -Bien. no me quiero meter en lio, mejor preguntenle a Simon. El sabrá si decirles o no.- Respondió friamente. Harry bufó y me tomó de la mano, llevándome hacia el pequeño invernadero había en la casa. Harry y Teo cuidaban muy bien de el. Los dos entusiasmados, suelen cuidarlo, dandole cariño y amor a las flores.
El invernadero era muy singular, lo habitaban todo tipo de flores, no era muy grande, pero desprendía un olor muy agradable. Rosas, lavandas, claveles, tulupanes, gladiolas y gardenias. Todas muy bien distribuidas de manera que lucieran cada una sus suaves pétalos. Finalmente nos sentamos cerca de ahi. Harry se echó para atrás, recostandose en el pasto, que recien acababan de podar.
-Lou.- Musitó, mientras cerraba los ojos. -¿Si Hazza?.- respondí, haciendo lo que había hecho el, hace unos segundo, se volteó y nuestras miradas se juntaron. Sonreí como un bobo; un bobo enamorado de su compañero de cuarto.
-Nunca quiero dejar esta parte de la casa.- Tomo aire y lo soltó, disfrutando, del olor mezclado de todas esas flores. -Es un lugar donde siempre quiero estar, junto a ti.- Compartiamos la misma idea, yo no me quería alejar de el, bajo ningún motivo. Había encontrado la manzana de mi ojo.
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Bienvenido a casa •| Larry Stylinson •|
FanfictionNo sé como pude haber llegado hasta, hasta mis últimos límites. Entonces me quedé solo, sin mi familia y amigos, encerrado en una casa con cuatro chicos que tienen los mismos o peores problemas que los míos. Historia adaptada a la ficción. Larry Sty...