Aún Duele (BTS)(V Y Tú)(Taehyung)(2da Temporada Dance With Me)

Capítulo 7.

Los odio a todos, no, los odio a ellos, tampoco. Lo odio a él.

— ¡_______!

Tan solo por un microsegundo pensé que era él, como siempre había venido detrás de mí, tan solo ese pequeño instante mi corazón se había calmado, por un pequeñísima parte de ese segundo mi corazón se había sentido cálido y lleno de vida.
No era él, no era mi V, ya no era y no será jamás Mi eterno V.

— ¡ _________! Por favor, deja que te explique está situación — Lee Jung Suk venía tras de mí con sudor en su rostro.

— ¿Sabes lo que realmente quiero? — No había expresión alguna en mi rostro y Lee lo notó, puesto que su rostro cambio a preocupación.

— No — Su mirada era firme.

— Ser la niña de cinco años que era feliz con su padre, sin la necesidad de nadie más.

— Por lo que veo... — Suspiró cansado — Es que no sabes nada al respecto de quién eres, quiénes son en verdad tus padres y que historia traen con ellos, incluyendo tus amigos.

— No me interesa saber — Me quejé y la campana sonó para el cambio de hora.

Todos salieron despavoridos de sus salones de clases, felices y cruzándose donde sea. Di media vuelta y ahí estaban todos, Jin, J-Hope, V, Irene.
Sólo los mire y pasé al lado de ellos como si no existieran.
Estaba más que claro, todos me estaban ocultando algo. Sólo eran mentiras tras mentiras, pero mi corazón y cada pálpito que daban, me decían que era mejor no saber de esa verdad. No quiero caer más de lo que estoy cayendo.

Pero no se podía acabar así no más, todo se confirmaba con tal rapidez que me daba miedo, la mano que sujeta mi brazo era la de Jin, ellos sabían todo y ninguno fue capaz de decirme nada.

— Te lo podemos explicar — Su voz delicada y suave me erizó la piel, pero ya lo había decidido, no quería saber nada al respecto.

Yo era y soy feliz sólo con mi padre, el tiene suficiente amor para mí, no lo necesito de otras personas.

— No necesito ninguna explicación — Quité la mano de Jin.

Y seguí mi camino a la siguiente clase.

Al llegar a casa, luego de un día agotador y ver a mi padre con esa sonrisa mientras cocinaba algo para mí, me hizo sentir más tranquila, me sentía segura con él, verlo ahí, como si nadie lo estuviera mirando, moviendo su trasero mientras prueba lo que hace, moviendo todo su cuerpo a base de alegría ya que a llegado al sabor que esperaba, me hace querer abrazarlo y quedarme así por toda la vida, pues, es lo único que tengo realmente.

— ¡Papá! — Corrí donde el, dejando las cosas en el suelo y abrazándolo por la espalda.

— ¿Señorito usted podría bailar conmigo está canción? — Estiré mi brazo.

— Claro señorita​ que puedo bailar con usted — Tomó mi mano.

Pero no hubo reacción de él, se había perdido en su imaginación o no sé qué, pero estaba congelado, mientras en su mente pensaba algo.

— ¿Papá? — Me preocupe de verlo pálido —. ¿Estás bien? ¿Te sientes mal?

Cayo despacio al suelo, sentado, con lagrimas en su rostro.

— Papá — Lo observé por todos lados, buscando algo, una herida quizás.

— Mi __________ — Tomó mi rostro con sus manos —. Mi __________ — Lloraba mientras decía mi nombre —. Aún duele, aquí — Señaló su corazón —. Dueles bastante.

— ¿Papá? ¿Qué sucede? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? — Mis nervios dominaban en este momento.

— ¿Por qué te fuiste de esa manera? Aún dueles aquí en mi corazón, aún sigo esperándote verte pasar por el edificio con esa linda sonrisa que tienes.

— ¿De qué estás hablando? — Me alejé de Jimin un poco aturdida por volver a escuchar mi nombre refiriéndose a otra persona.

Los ojos de Park mostraban sorpresa y angustia.

— Yo, hija, yo... — No podía gesticular ninguna oración.

— ¿Qué es lo qué debo saber?

— Nada.

— No me lo dirás...

— Hija, yo...

— Está bien. Llegaré tarde, no me esperes.

Era más que obvio que para poder entender toda esta estupidez tenía que saber. Maldita sea, tenía miedo de lo que podía ser, pero yo sé quién me responderá bien todas aquellas dudas. O eso creo.

Llegué a la puerta de su apartamento, tan lujoso, igual a ella.

— Miren quién apareció por aquí — Reía alcoholizada —. Mi hija ________.

— Sólo necesito que me respondas algo y me voy de inmediato.

— Que considerara mi pequeña — Fingió una sonrisa cálida.

— ¿Quién rayos es _________?

— ¡Uh! — Río a carcajadas — La hija es igual que su madre.

— No, gracias.

— Ojalá le hubiera dicho eso a tu padre cuando tuvimos sexo aquel día, pero hay que admitirlo, fue de lo mejor que metiera su maldito pene entre mis piernas, mientras que su boca tenía mis ...

— No seas asquerosa. Ten un poco de respeto. ¡Que asco!

— Uh — Seguía riendo como una loca —. Así que aún eres una niñita virginal. Sabes, yo te podría conseguir alguien que sabe hacerlo muy bien...

— Por Dios cállate. Mejor me voy.

— __________ fue la estúpida que amo tu padre, la bailarina, igual a ti, es como magia, ustedes si que se parecen bastante, como dos gotas de agua. Él nunca me amo a mí, pero yo sí lo hice y le di una hija, igual a ella y con el mismo nombre, pensado que así podría conquistarlo, pero ella murió, un maldito loco la mató — Reía como una desquiciada —. Pero sabes, si no fuera porque te pareces a ella, él no te amaría como lo hace. Lástima por ti.

— Más lástima me das tú.

— Y sabes lo que es más interesante... Jungkook, tú tío, el mismo imbécil que tanto te gusta, también está enamorado de ________. Tú solo eres algo que le recuerdas a ella. Eres su pañuelo para todos ellos. Alguien quien mantiene su recuerdo vivo. Eres el dolor en vida de todos nosotros. Tú cara es el vivo reflejó del dolor que cada uno tiene. No te haría mal desaparecer de la faz de la Tierra y dejarnos ser felices a todos, igual que ella, no sé, deberías pensarlo seriamente, irte con ella. Te prometo un bello y gran velorio si es que lo llegar hacer. Estaríamos todos realmente agradecidos.

— Para mi eres la felicidad en vida — Alguien hablo de otra esquina, debatiendo las palabras de Hyuna.