Capítulo 5

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Cuando volví me saludó mi familia pero no dije nada. Solo me refugie en mi habitación. Tirando mis pensamientos y fotos en mi cama con el resto del cuerpo, me detuve a plantearme que no estaba loca, tenía pruebas. Algo o alguien me estaba siguiendo y no sabia quien era ni que intensiones tenía. Alguien o algo aparecía y desaparecía ante mis ojos últimamente. Algo o alguien estaba acosandome pues no podía darle otro verbo a lo que estaba ocurriendo. Había sido muy estúpida desde un principio en no revelar que Jonathan o como se llame me había acompañado a volver a la escuela esa noche que me sentí tan inservible para continuar en la fiesta. No podía hacer eso, me preguntarian en que estaba pensando para irme a la calle a esas horas y peor si decía que alguien totalmente desconocido me trajo de vuelta. No queria dar tantas explicaciones. Por primera vez estaba ocultando algo tan grave y podía sentir como la culpa crecía en mi.

Miré la foto que le saqué a Ester en el puente que une a Wasmon, mi ciudad, con Josten, la ciudad vecina. El río de fondo hacia el horizonte infinito. Miré como Ester sonreía de lo más feliz para la cámara. Siempre sonreía, ella decía que sonreír aunque no estuviera feliz la hacía sentir bien de algún modo. Sacamos muchas fotos después de charlar hasta cansarnos de lo que había sucedido el día anterior en el baile, sin dejar de alentarme para que no sintiera pena alguna pues sabían muy bien que Lucas a mí no me interesaba y que Sol había exagerado un poco. Cuando sacó el tema de donde estaba, que me había ido a buscar por los pasillos y los baños pero no me encontró, la esquive diciendo que llamé a mi mamá y me fue a buscar.

Miré las lineas de las barandas del puente sistemáticamente bien construido y como se entrelazaban formando decenas de triángulos. Miré el auto de mi madre que estaba aparcado a un costado para tomar la foto. Miré a esa persona detrás de auto, solo le veía el rostro, un rostro que creía haber visto antes. Jonathan. ¿Qué hacía ahí? Volví a mis mismas preguntas. ¿Me estaba siguiendo? Cuando la foto se imprimió instantaneamente y lo ví detras de Ester a unos diez metros, mi corazón dió un vuelco. Ella vino corriendo alarmada pero antes de que estuviera a mi lado solté la cámara que solo perdió el lente frontal. ¡Qué suerte! Mi expresión al ver a aquél joven en la foto era como haber visto al diablo. Apenas lo contemple, levanté la vista asustada mirando en dirección al auto y no había nadie pero lo seguía mirando en la foto. Tenía una prueba del chico que atormentaba mis pensamientos, que rondaba mi mente desde que lo había visto el día anterior, o mejor dicho hoy a la madrugada. Sé que si hubiera estado sola habría salido corriendo del lugar tirando el auto, la cámara y la calma. Ahora Ester estaba conmigo pero en  su agradable compañia no encontraba indicios de tranquilizarme.

-Lea, ¿te encuentras bien?-preguntó mientras levantaba la cámara del suelo.- Pareces un personaje asustado dentro de una peli de terror-. Me quitó la foto que fue lo único que tenia en las manos y yo seguí con lo ojos en dirección al auto gris de clase media.

Creí que al igual que yo iba a reparar en la presencia de aquel muchacho del cuál no sabía más que el nombre y que me confesó encontrar paz en el "silencio triufador de la noche". Pero su expresión no mostraba reparación alguna.

-Está buenísima-fue lo único que dijo- ¿puedo consevarla?

-No-dije automáticamente.

-¿Acaso quieres consevar está foto? Por favor-exclamó.

-Me gusta ésta. Si no te molesta prefiero tenerla- contesté.

-Esta bien, sin problema-. Me la tendió. La agarre y lo ví. Seguía ahí. Otro vuelco de corazón. No sé si se debía a verlo en la fotografía que tomé o al resultado de que Ester no lo veía. Los ojos de Jonathan me intimidaron. No los distinguía bien pero podía notar que eran penetrantes.- Me vas a decir que tienes. Parezco un fenómeno o que.

Tratando de regular mi respiración contesté:
-El auto se ve genial, ¿no crees?-inventé lo del auto para que me dijera que hacía Jonathan detrás del auto, no obstante para mi disgusto solo dijo.

-Tal vez-. Me estaba mirando con cara de "no te creo". No lo observó, no lo ve. Asi de simple, esa era mi conclusión. Yo lo veo y ella no. Era algo imposible, a no ser que yo tuviera una especie de episodios de esquizofrenia o algo así. No podía explicar lo extraordinario que estaba aconteciendo.

Le dije que sería mejor que regresaramos a casa pronto si no quería que me castigaran. Asintió y retomamos el viaje nuvamente a Wasmon. La llevé a su casa que estaba a una cuadras de nuestra escuela. Me agradeció que hayamos pasado una "corta" tarde juntas y que estaría bueno repetirlo. Le dije que podriamos juntarnos otro día a cocinar algo en mi casa y hacer una pijamada con Sol y Carla. Estuvo encantada.
Mientras me alejaba de su vivienda, la ví por el espejo retrovisor observando como me alejaba y me pregunté que era lo que pensaba de mí.

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