Miré a esa persona sorprendida. Un hombre de unos cuarenta y tantos me obsevaba con una mirada lamentosa.
Aflojo su agarre y me soltó por completo al darse cuenta de que estaba perturbandome.-Toma, lo tiraste unas cuadras abajo- pronunció entirando mi bolso. Mi bolso. ¡Qué bien! pensé.
Lo tomé.
-Gracias, señor -me di media vuelta para marcharme y lo escuché suspirar pesadamente.
Que extraño.
Caminé hasta el final del puente y bajando unas cuadras llegué al lugar en donde se toman transportes.
Pasé por el jardin de casa y toqué la puerta. Vi afuera el auto de papá y el de mamá no estaba. Luis me abrió la puerta.
-Hola, ¿y que tal?
-¿Que tal qué? -pregunté molesta.
-¿Sucedió algo?
-No, lo lamento. Permiso -lo corrí a un lado antes de que pudiera hacerme el favor de moverse por sí sólo.
Fui a la cocina directa a la heladera. Extraje de ella una botella con agua y a medida que daba sorbos y me recorrían el cuerpo empecé a relajarme más. Toda esta inusualidad no es propia de mi vida corriente.
Mi hermano veía una serie, no se si veía o escuchaba pues estaba sentado en el sofá de la sala con un jugo en una mano y el celular en la otra.
Me senté a su lado y él no movió los ojos. Miré el televisor. Lo habia visto seguir esa serie como por tres años y cuando yo le seguía un capítulo quedaba total y remotamente confundida. Jamás le encontraré sentido alguno.
Agarré el control y la apagué. Las protestas no tardarían en llegar.
-Oye, ¿Qué te pasa?
-Ni siquiera estas disfrutando del capítulo cómo se debe -apunté su celular.
-Ya lo había visto antes, solo escuchaba.
-Entonces, ¿cuál es el problema?
Abrió los brazos como diciendo "duuh".
-Quería ver ciertas partes con más atención, es todo.
-Eres patético. No estabas poniendole esa atención.
No siguió discutiendo. Observó su teléfono.
Cambié de tema.
-¿Mamá y papá en dónde están?
-Salieron.
Ruedo los ojos.
-Gracias, no me habia dado cuenta. Enviales un mensaje avisandoles que ya llegué.
-Ya lo hice -contestó.
-Bien,ahora seré más precisa. ¿A-dónde-salieron-mamá-y-papá? -dije deletreando prácticamente.
Levantó la vista de su teléfono, la dirigió a mis ojos y sonrió.
-Sí que tienes un humor esta noche.
¡¿Que?!
En realidad estaba muy asustada pero me costaba admitirlo.
-Creo que tenían un compromiso o algo así. ¿Quieres comer algo?- interrogó.
-Estoy bien, gracias -Tenía el estomago cerrado, literalmente-. No me dijeron nada.
-Les dieron una tarjeta esta mañana. Una boda, creo. No estuviste en todo el día, ¿recuerdas?
Si.
-¿Nos invitaron a todos? -pregunté ansiosa y no sé porque debido a que si así fue mis padres ya se habían marchado.
-Si, eso creo. Les dije que no me gustaría presenciar una boda en estos días.
Me reí.
-¿A qué viene eso?
-Dejame terminar. Después pensaron que como ya habias quedado con Sol tal vez tampoco te apeteceria ir- abrí la boca para argumentar que se equivocaron. -Ya, ya no empieces a discutir. Es solo la boda se Julia y Augusto Guanuco, viejisimos amigos de ellos.
Bueno, pensé. Ni siquiero sabía bien quieres eran esas dos personas. Al cabo que ni quería.
-Referente a lo otro. Tú sabes -continuó, lo miré esperando-. Ya sabes bien.
Se levantó y se dirigió a la cocina.
-¿Saber que?- exclame.
-Lo que hablamos el otro día -gritó. Claro. ¿Qué hablamos el otro día?
Perfecto. ¿Qué hablamos el otro día?
-¿Que pasó?
-Me invitaron a salir-dijo esta vez no tan fuerte.
Me levanté a tropezones del sillón y fui derecho a la cocina.
-¿De verdad?-pregunte exageradamente. Si bien, después de lo que me habia contado, eso no debía de tener que extrañarme en absoluto.
-Esta noche.
Me eche a reír más fuerte.
-¿Y volviste a rechazarla?
No me contestó.
-¿Acaso vas a ir? -pregunté.
-Claro que voy.
-Mamá y papa, ¿están de acuerdo?
-No se los comenté.
Me quedé callada. Mis padres eran muy sobreprotectores y mientras vivieramos con ellos debíamos seguir sus reglas. Hace una semana habíamos ido a una fiesta. No se si a Luis le hubiesen dado permiso en caso de que lo hubiese solicitado. De noche a quien sabe dónde.
-Pense qué dirían no... dejarían por eso pensé... ¡Ey!
-¿Qué?
-¿Me estás escuchando? -inquirió.
-No... Va si pero no... Repite, por favor.
-Bueno. Quizá no me dejarían salir, porque ya sabes como son. Sin embargo, se fueron y se llevaron el diplicado de casa porque no saben a que hora regresarán. Si no te molesta quisiera que rompieramos las reglas está vez.
-¿Quieres ir?-pregunté,mas bien grité. -¿Qué piensas hacer? Si te vas y llegan antes que tú considerate castigado el resto del año. O puede que te vayas y yo no te abra cuando retornes porque sabes que duermo fuerte. ¿O te llevaras las llaves y me dejaras encerrada durante el lapso que te ausentes? ¿Sabes lo que dirán si te llevas el auto de papá? ¿O acaso...-me interrumpió despues de varios intentos pues yo no dejé de hablar.
- Tranquila, no va a pasar nada.
-¿Y por qué estas seguro de eso?
-Porque vendras conmigo.
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Holaa, gracias por leer.
A los 5 votos subiré el siguiente capítulo.Saludos y bendiciones.
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Encuentro
Fiksi IlmiahLea Corona. Tranquila,bonita, valiente, inteligente, buena persona. Ella parece tener cualidades y recursos para ser muy felíz. Pero las cosas no siempre pueden ser demasiado perfectas. Consecuencias inesperadas pasan factura y con hacerle frente a...