Extraño

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Ese apellido estaba rondando en mi cabeza. Rebotando en cada parte de ella para intentar averiguar por qué era.

-¿De qué me suena ese apellido?- no soporto la intriga, sé que me suena de algo, bastante cercano.

-Prefiero no hablar de ello.

-Como quieras, pero acabaré descubriéndolo. ¿Cómo es que estabas en el hospital?

-No sé si te acordaras, pero fui yo quien te trajo al hospital inconsciente y mal herida. Tenía que volver al instituto para ver si Elías seguía allí, pero cuando vi que había una pequeña mancha de sangre en el suelo en el que se desplomó y él no estaba me alarmé y volví al hospital. Ahí fue cuando entre en la sala y tu madre y tu amiga llamaban a la puerta, mientras que tu padre pedía ayuda.

-¿Por qué estabas en el pasillo en ese mismo momento?

-Tenía una tutoría con Elías, para el cual la directora me llamo. Pero cuando os vi y le vi a él, supe que nada bueno saldría de allí.

-Alexander…, ¿te puedo llamar Alex?

-Claro.

-Bien, Alex, mi familia me espera en la sala y no sé si podre recuperarme de esto en mucho tiempo, necesito descansar y organizar mis pensamientos, por lo que me voy a ir a mi habitación y voy a descansar.

-Vale, te veo mañana.

Me acerco a él, para darle un beso y un abrazo, pero cuando estoy muy cerca y voy a darle un beso en la mejilla, se gira para decirme algo y sin quererlo, nos damos un beso muy rápido en los labios. Ambos nos apartamos, pero como no voy a dejarlo ahí, me acerco para abrazarlo.

-¿Qué querías decirme?

-Que tu novio estaba detrás de ti.

Me giro, un simple movimiento, que se convierte en uno trabajoso y molesto, puesto que lo hago lenta y pausadamente.

Le miro. Me mira. Sus labios crean una leve curva hacia abajo en la que parece un gesto de tristeza.

-Dani, ¿qué haces aquí?- pregunto incómoda.

-Venía a ver como estabas. Me contaron que te habías quedado inconsciente dándote contra una pared ¿no?

-Sí, algo así. ¿Dónde estuviste todo el día? No me llamaste, estaba preocupada.

-Tenía asuntos pendientes…- su mirada se desvía hacia Alex y…-¡Hombre! Hola Alexander, ¿cómo lo llevas?

-¿Os conocéis?

-Sí, él es…

-Un amigo mío desde hace unos cuantos años.- comenta apresuradamente tras ver que Dani metería la pata diciendo lo que tuviera que decir.

-¿A si? Eso no lo sabía yo.- digo algo intrigada por el asunto.

-Bueno, yo me tengo que ir, encantado de conocerte Rebecca.

-¿Cómo sabes mi nombre? Que yo sepa no te lo he mencionado.- este chico tiene mucho misterio, porque siempre dice verdades a medias.

-¿No me lo contaste antes?

Sé que esconde muchos secretos y cosas que no me contará, pero tengo que intentarlo. Sé que su nombre me suena de algo, pero de qué. “Piensa, piensa” no paro de repetirme, pero como sigo sin contestar a Alex, él se da la vuelta y planta un pie hacia delatante, luego otro, y otro. Cuando esta a una distancia en la que le distingo solo por la ropa, me acuerdo. Melissa Patterson.

-¡Melissa Patterson!- chillo a todo pulmón antes de que ya le sea inaudible.

Mi vaga mirada, regida por el cansancio, ve como ahora su rostro me mira. Lentamente se va acercando a mí, cada vez con paso más decidido, hasta llegar a estar a escasos centímetros de su cara.

Guerra de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora