The Arrival.

Capitulo 25: Día junto a ti

ANNA
Llegamos al jardín un poco mas tarde de lo que había planeado. Habíamos llegado a Brooklyn a las 11 de la mañana, pero al jardín, al jardín llegamos a eso de la 1 de la tarde. Ninguno de los dos pensó que nos demoraríamos tanto en esa cafetería que estaba a 10 minutos del jardín, pero bueno, como dije una vez, el tiempo al lado de Alex pasaba volando. Estábamos caminando por el sendero de piedras que había en todo el jardín. Alex señalaba cada árbol, flor o insecto que le parecía lindo o interesante. No era ni la mitad del día y ya no podía esperar a verle otro día. Alex era mi escapada, mi escapada de todo lo malo que sucedía en mi vida en el momento. Era el único que me podía sacar de el agujero profundo en el que estaba y llevarme a las nubes con solo una sonrisa.

-¿Que tanto piensas?-dijo Alex sacándome de mis pensamientos.

-¿Que?

-Estabas mirándome con una sonrisa, ¿Debería ilusionarme?-dijo con una sonrisa tímida.

-Depende, ¿Cual es tu ilusión?

-No lo se, eso quizá es algo que debamos averiguar ambos.-dijo caminando y alejándose de mi.-Ven, quiero mostrarte algo.-me alzó la mano.

Tomé su mano y le seguí. Quizá se veía normal, pero nadie entendía. El chico con el que estaba tomada de la mano en ese jardín, era un chico que acababa de conocer hace 2 días. Si, hace dos días y ya estaba de la mano, y era específicamente por el hecho de que Alex tenia algo, y ese algo me impedía alejarme de el.

Alex y yo caminamos de la mano hasta que llegamos a una cascada escondida.

-¿Como supiste que esto estaba aquí?-dije acercándome a tocar el agua.

-Cuando estaba buscando los lugares, encontré este en los lugares escondidos, o poco vistos.

Me giré a verle.-¿Cuanto buscaste ayer?

-Digamos que a las 2 de la mañana sale mi lado curioso.-dijo sonriéndome.

Le sonreí, y borre la sonrisa rápidamente. Me senté en una banca que estaba abajo de la cascada y esperé a que se sentara a mi lado.

-¿Que tienes?-dijo

-Es que, es tonto.

-¿Y que si lo es? No creo que sea tonto si puede quitarte esa sonrisa en un segundo.

-Lo es, créeme.

-¿Puedo escuchar tu tontería entonces?

-Es sólo que, no había tenido esto en un tiempo.

-¿A que te refieres?

-A esto, un chico como tu, un día como hoy, un lugar así. Mi vida es una mezcla de problemas que no me conciernen pero en cierto sentido si. Y ahora te conocí a ti.

-Anna, no me importa que tan complicada sea tu vida, mientras yo pueda alegrártela un poco.

-Es que lo haces, lo haces mas que nadie, pero para mi suerte, el chico que me alegra los días, vive en California y debe irse en una semana.

Alex bajó la mirada.

-Por eso estoy así, porque se que no puedes quedarte ni yo irme. Y de verdad no quiero perderte. Si, te conozco hace poco, pero ese poco para mi es mucho.

-Anna, yo tampoco quiero irme, me quedaría contigo si pudiera.-dijo tomando mi mano.-pero te prometo que mientras esté aquí, haré lo mejor para hacer tus días una aventura inolvidable. Eres alguien que faltaba en mi vida, alguien que no sabia que necesitaba. Hace dos días yo estaba deprimido y vine a este viaje solo porque ya era muy tarde para echarse atrás, y ahora mírame.-le miré.-Soy el ultimo que quiere irse. No se que tienes sobre mi, pero tienes algo, algo que no había visto, y por alguna extraña razón, no quiero dejarte ir.