La llegada de Taehyung

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Cuando Kim Taehyung nació, Jungkook espero toda la tarde en el pasillo de hospital, durmiendo en los brazos de su abuela. Ya que NamJoon estaba dentro de la sala de partos brindandole apoyo a un semi-despierto Jin al cual le realizaban la cesárea.
Fue mas la espera que el parto en sí. Jin apenas tuvo a su bebé en brazos y darle un besito antes de que se lo llevaran junto con Nam a limpiarlo, cortar el cordon, vestirlo y por ultimo llenar los documentos.
Sí bien el parto de Tae estuvo lleno de nuevas experiencias, el amor y ternura que sintieron por el pequeño bebé era ya conocida. La calidez en sus pechos cuando estaban con Kookie, era la misma y no pudieron evitar sonreir, porque ante sus ojos y corazones, ambos bebés eran sus hijos, sin importar lo que los demas pensaran o dijeran.

Varias horas despues de un merecido descanso para Jin, el desperto y miro al amor de su vida junto con su pequeño bultito azul en sus brazos. Nam no tardo en alcanzarselo y sonrio amplio al verlo.
-Amor por favor. Trae a Kookie para que conozca a su hermanito- pide Jin con suavidad sin despegar sus ojos de los grandes curiosos de su hijo "a caso todos los bebés tienen esa mirada tan fuerte"  se preguntó.
Nam salio de la sala como le pidio, llendo en busqueda de Jungkook, anunciandole a sus padres y suegros que todo habia salido bien y pronto podrian entrar a verlos.
Cuando volvio a entrar, con su hijo en sus brazos y apreciando la vista de Jin con el bebé, supo que su familia se sentia completa.
-Jin- llamó. El mayor levanto la vista y con una gran sonrisa le indico que se acercara.
-Mira Jungkookie- dijo destapandole mejor la carita del bebé -te presento a Taehyung. Tu hermanito-
Jungkook miraba al menor y luego mostro su sonrisa de apenas 4 dientitos y estiro sus brazos.
-No Kookie no puedes estrujar a TaeTae... pero puedes darle un besito- dijo Nam, acercando apenas al pequeño y este dejo un intento de beso, en la mejillita del bebé que al instante se volteo con la boca abierta, buscando ser alimentado.
-Parece que alguien esta hambriento- rieron ambos mayores felices, sabian que sus vidas ahora serian una aventura multiplicada por 2.

Historia de un pequeño Kookie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora