Jin III

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Aborto espontáneo, eso les había dicho el doctor luego de una larga espera.
"Muchas personas lo sufren en las primeras etapas del embarazo, sin embargo es un riesgo hasta la vigésima semana del embarazo. El joven está fuera de riesgos pero el bebé aún no estaba desarrollado por lo que no pudimos hacer nada por él. Lo lamento mucho".
Mitchell lloraba entre los brazos de la señora Kim. Si bien tener un bebé nunca fue esperado y apenas estaba asimilando que iba a ser padre, el golpe de la noticia y el dolor eran muy intensos. Agradecía que Jin aún no despertara y tener ese tiempo para desahogarse pensando que si eso rompía su corazón a Jin lo destrozaría totalmente.

Un par de horas más tarde y luego de que Jin despertó el médico le dió la noticia para luego dejar entrar a sus familiares. Contrario a lo que esperaban Jin no lloraba, estaba muy serio mirando un punto. Miro a los recién llegados pero no dijo nada.

-Mi amor. ¿Cómo estás?- pregunto su mamá acariciándole el rostro, sabía que era una pregunta muy estúpida, que su hijo estaba mal pero verlo tan serio y tan vacio.
-Estoy bien mamá no te preocupes- la mujer trato de abrazarlo pero el colocó la mano evitando el contacto -por favor no me abraces ahora... ¿Podrían dejarme solo?... Por favor- les sonrió -solo necesito un momento para recomponerme-
Todos comenzaron a salir pero Jimin se detuvo en la puerta. Le dijo a su tía que solo quería un segundo y saldría. Volvió donde el mayor y tomo su mano, este lo miro.
-¿Min?-
-No estás solo hyung. Estamos contigo. Tienes a tus papás, me tienes a mi, siempre tendrás a tu bebé- la barbilla de Jimin tembló sabiendo que quizás se excedió con eso último. Vio la mandíbula de Jin apretarse y creyó que le gritaría pero este apretó fuertemente los labios y su  manzana de Adán se sacudía, por un momento le recordó cuando jugaban si te ries pierdes y Jin trataba de contener su risa, pero está vez no era risa lo que buscaba salir de su garganta-
-No ... Ya no lo tengo- lágrimas rodaban por sus mejillas -se me fue Minnie- sin esperar un segundo más Jimin se abrazo a Jin y este rompió en el más lastimero y amargo de los llantos, Jin se aferraba al cuerpo de su primo mientras desgarraba su garganta con sollozos. Dejando salir todo lo muerto que se sentía desde que el doctor le dijo lo que él supo mientras estaba tirado en piso de su sala.
Jin lloró sin parar hasta quedarse dormido. Jimin salió unas horas después con la cara roja por el llanto y la camisa completamente mojada al encuentro de los demás que claramente habían escuchado los lamentos de Jin y se habían roto un poquito más junto con el.
Jimin nunca escucho un llanto así en su corta vida. Esa clase de llanto que con solo oírlo te hace llorar y aún así apenas puedes imaginarte lo que está sufriendo la otra persona.

Después de que le dieron el alta Jin volvió a vivir con sus padres. No podía estar solo y mucho menos en ese departamento. Jimin se mudó un tiempo con ellos y no les molestaba para nada. Era un gran apoyo para Jin, una compañía que este necesitaba y que necesitaría aún más luego de que Mitchell se fuera.
Mitchell fue un gran pilar en esos momentos para Jin, porque lo entendía y compartían el mismo dolor. Podían consolarse mutuamente pero mientras Jin se quedaba en casa con la gente que lo amaba, el rubio volvía a un departamento, solo y lejos de su familia que también deseaba verlo en esos momentos.
Toda la crudeza del asunto hizo que decidiera volver a su hogar pero primero lo consulto con Jin, tampoco deseaba abandonarlo. Pero Jin entendió, si aún podía levantarse y comer en las mañanas sin dejarse morir era por su familia. En los pocos meses que habían pasado luego de abandonar el hospital Mitchell se notaba más delgado y apagado, como él, pero este no tenía nadie que lo cuidara y lo sacara de la cama cada mañana.
Por eso mismo insentivo a qué se fuera y sanará sus heridas en su hogar.

Finalmente luego de transferirse y estar listo para partir fue a despedirse de los Kim.
-Jin gracias por todo-
-¿Porque agradeces bobo? Debería ser al revés. Yo debo agradecerte a ti- Este negó sonriendo
-Gracias por ser mi amigo siempre, por apoyarme y por seguir tendiendome la mano a pesar de todo lo que estás sufriendo. Por darme recuerdos y momentos que jamas olvidaré. Jamás voy a olvidarte Jin y puedes llamarme siempre que quieras, cuando necesites algo- Jin sonrió y se abrazaron con fuerza.
-En serio te amo Mitchell, eres el mejor amigo que pude haber tenido nunca-
-Que tienes, ni creas que dejaré que cualquiera tome mi lugar- Rieron y el mayor le sacudió el pelo. -Cuidate mucho Jin, te deseo lo mejor de este mundo. Cuida a tus padres y cuida de Jimin- luego se puso un poco más serio y tomo su mano. -Comunicame cuando decidas que hacer está bien? Quiero estar tambien- Jin asintió firmemente. Finalmente Mitchell se despidio de su familia. Fue especialmente efusivo con su madre y con Jimin. Luego de eso se fue.

Había pasado medio año cuando Jimin le confesó que llevaba bastante tiempo saliendo con un chico de ultimo año. Su nombre era Yoongi y se veían a escondidas porque Jimin tenía que sus padres lo atraparán y le impidieran salir con un chico de 18 años. Jin se sorprendió que su primo de 15 estubiera con alguien de 18. No dijo nada porque lo notaba tan enamorado y él conocía los efectos del primer amor por lo que comenzó a funcionar como una excusa para que sus tíos dejaran salir a Jimin y más de una vez el quedó como la tercera rueda entre ellos. Era muy incómodo estar en medio de adolescentes hormonales hasta que Yoongi creyéndose muy gracioso le dijo.
-Hyung ya que va a venir siempre mínimo tengamos una cita doble-
Jin pensó que era un chiste de mal gusto. Hasta que una tarde llego con otro chico moreno y muy alto. Jin había estado serio totalmente mientras Yoongi y Jimin se burlaban. El otro pobre chico parecía querer morirse de la vergüenza. Jin suspiró y miró al pobre chico que termino en es mala situación.
-Disculpa, ¿Cuál es tu nombre?-
-¿Yo?... Eh,si... Soy Namjoon, lamento que Yoongi hiciera esto- había dicho el chico tan avergonzado, mataría a su amigo cuando estuvieran solos.
-No es tu culpa. Mucho gusto soy Seokjin-

————
Llegué yo...
Okno xD

Muchas gracias por la espera y por el amor que le siguen dando a la historia.
Paso a paso nos vamos acercando a la recta final.

Besos!!!
Lei.

Historia de un pequeño Kookie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora