Tres días pasaron, en los que Harry y Louis apenas se dirigieron la palabra, sin embargo, llegado el cuarto el ojiazul ya no aguantó más pues no quería que el abogado se fuera al día siguiente a Londres, estando así de molestos.
No solo sufría él pues veía que aunque intentaba ocultarlo, también el abogado se veía mal, por lo que tras tras recoger las últimas mesas decidió armarse de valor y hablar.
Tras sacar el delantal y cerrar la puerta, este se acercó a la puerta del despacho de Harry la cual estaba un poco entreabierta.
El ojiazul iba a tocar con los nudillos pero entonces escuchó que Harry hablaba por teléfono con su amigo ojimiel y decía su nombre.
-.....lo sé Liam lo sé, ¿crees que yo disfruto con esto?, tu bien sabes que guardar nuestro secreto no es fácil... y ya no sé cómo acercarme a Louis sin que lo descubra...estar junto a él me atormenta demasiado pero tampoco aguanto estar así por más tiempo... estos días han sido una tortura y se que él tampoco está bien.... si... si tendré que hablar con él, no quiero irme a Londres así....
De repente escuchó un ruido en la puerta de la calle, por lo que el ojiazul se sobresaltó y se apartó de la puerta de Harry.
Eran unos muchachos que querían entrar pero este negó pues ya estaba cerrado y estos se fueron y luego se fue al almacén pero no podía quitarse de la cabeza las palabras de Harry.
—¿A qué secreto se refería?—se preguntó—…¿por qué le resultaba tan difícil guardarlo?, ¿Acaso es tan malo que yi lo sepa?, ¿Por qué preferirá portarse como un auténtico cabrón conmigo y largarse lejos?
Mientras este se comía la cabeza, en su despacho, Harry ya tenía todo listo y lo repasaba todo mentalmente para poder irse al día siguiente, ya que tenía comprado el billete desde días atrás, las maletas estaban hechas y sus clientes tenían las citas aplazadas.
Tan solo le faltaba arreglar las cosas con Louis y tenía pensado hablar esa misma noche antes de volver a casa.
Estaba nervioso por lo que decirle, mejor dicho estaba aterrado y tampoco sabía como lograría pasar los días sin ver al menos por un instante los hermosos ojos de océano del más joven mientras estuviese fuera.
Louis finalmente salió del almacén y entonces escuchó que el abogado llamaba a su despacho, por lo que este caminó temblando como si fuese una hoja de papel.
Harry le indicó que tomase asiento y así lo hizo.
...-Me voy mañana temprano como ya sabrás, así que nos despediremos aquí....emm, odio hacerlo en los aeropuertos- dijo el mayor en un tono serio- ...Ante todo quiero pedirte perdón por estos días, no te mereces que te trate así...lo cierto es que yo soy él dueño de mis frustraciones y miedos y sin querer te estoy apartando de mi vida y eso no es lo que quiero—suspiró profundamente—…Louis sé que tú lo pasas mal y yo lo paso mal y eso no está bien... quiero que sepas que este viaje me lo tomo como un tiempo de reflexión y no quiero irme enfadados, ¿me perdonas?
El ojiazul lo escuchó atentamente, deseando interrumpirlo para decirle que si lo perdonaba y que lo extrañaría muchísimo, incluso que quería comérselo a besos si pudiese pero las palabras no le salieron.
Harry en realidad no le estaba diciendo los motivos de su comportamiento, ni los de su huida a Londres, tampoco por qué le escondía un secreto.
Él se esperaba que le aclarara eso, así que se levantó en silencio y lo miró fijamente, entonces Harry se levantó de su sillón también.
—¿Que es lo que ocurre?, ¿Por qué tienes que irte?, cuéntamelo quiero saberlo.
El ojiverde resopló y negó con la cabeza, entonces el barman chasqueó la lengua con fastidio y se giró para irse.
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16. Amantes silenciados~Larry Stylinson (Terminada)
FanfictionEl guapo abogado ojiverde, Harry Styles tiene las ideas muy claras y además tiene un sueño muy altruista, el cual le traerá sorpresas inesperadas y también muy agradables, aunque inevitablemente también mucho sufrimiento. Louis Tomlinson por el cont...