~20~

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En la mañana, el ojiazul se despertó.

...-¿Dónde estoy?, ¿cuándo he llegado a casa y por qué estoy en calzoncillos?,¿qué demonios ocurrió anoche?.

Este enseguida sujetó su cabeza pues le dolió debido a la monumental resaca que tenía.

—Oh joder no me acuerdo de nada.

Rápidamente se levantó y corrió al lavabo pues le vinieron unas enormes ganas de vomitar y tras terminar, algunas vagas imágenes azotaron velozmente su cabeza.

Recordó haber ido a una discoteca y estar con Harry, Eleanor y las amigas, de esta tras cerrar la cafetería, luego tomarse unas copas y para su disgusto, también al odioso chico rubio que no había cesado de tocar al al guapo abogado pero después de eso nada de nada.

Finalmente se vistió y se fue a la cocina, donde mientras se tomaba un café bien cargado y dos analgésicos para el dolor de cabeza, intentó hacer memoria, ya que tenía una rara sensación de como si hubiese algo importante que necesitaba recordar.

(...)

Harry no había pegado ojo en toda la noche, su beso con Louis no dejó de de reproducirse una y otra vez en su cabeza​ como si fuese una película.

No sabía si alegrarse, porque quizás su sospecha de que este sentía algo por él era cierta o no, ya que lo más probable era que Louis pensara que era a Eleanor quién había besado, pues estaba muy borracho.

Cuando aparcó su coche delante de la cafetería, este miró hacia dentro, dudoso de si entrar, ya que no sabía como actuaría, tanto si Louis se acordaba como si no.

Él si sabía lo que había pasado y por tanto la situación había cambiado, ya que partir de ese momento sería muy incómodo estar cerca uno del otro.

Al final entró poco después y vio a Louis que atendía muy sonriente a sus clientes, aunque lucía muy cansado.

Lo cierto era que su dolor de cabeza había remitido y lo seguía atormentado​, menos mal que tenía a Thomas y en días así era cuando más se daba cuenta, de lo buen empleado que era y la suerte que había tenido que Harry lo hubiese contratado.

El chico sirvió un café a un ojiverde que no paraba de seguir con la mirada a Louis, quién lo había saludado como siempre, con un simple " hola, buenos días", por lo que dedujo que lo más probable era que no se acordaba de nada.

El abogado se puso muy nervioso, ya que de pronto vio que todo era mucho peor que antes de irse de viaje.

…—¿Cómo voy a olvidar el beso viendo a Louis todos los días?—Susurró entre dientes.

Él no quería hacerlo, al contrario quería volver a besarlo una y otra vez, ahora que había probado su sabor, ya le era imposible ahogar su amor.

Decido, se levantó y se dirigió a donde estaba Louis pues no podía comenzar con su trabajo y concentrarse, antes debían hablar en privado, ya que tenían que aclarar la situación o se volvería loco sin remedio.

-¿Podemos hablar?

El ojiazul asintió y lo condujo al almacén.

—Supongo que tú fuiste quién me llevo a casa, gracias Harry—habló el barman tras él.

—Si emm...no es nada, tranquilo

Tras entrar y cerrar la puerta, el ojiverde miró fijamente al más joven quien se cruzó de brazos ante él, totalmente desconcertado pues lo veía preocupado.

—¿Ocurre algo?, ¿estás bien?

Harry no sabía de que forma empezar ni que decir pues teniendo enfrente a Louis, este vio evidente su sospecha de que él no recordaba nada.

16. Amantes silenciados~Larry Stylinson (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora