16. Amantes silenciados~Larry Stylinson (Terminada)

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Louis estuvo todo el día muy preocupado por Harry, eran las diez de la noche y no sabía nada de él.

Si estaba bien, si le había pasado algo y para colmo no le cogía ninguna de sus llamadas.

Cuando al fin este regresó a su despacho, tan solo faltaba media hora para echar el cierre, entonces recogió su abrigo y su maletín con intención de irse pero al girarse se encontró con un ojiazul muy enfadado, apoyado en el marco de la puerta.

...-¿Se puede saber dónde demonios has estado toda la santa tarde?- le preguntó molesto-...anulas tus citas, dejas a tus clientes tirados, te vas por horas y horas sin decir a donde y ahora llegas hecho una pena, como si hubieses sufrido un accidente, ¿Qué te está pasando, Harry?

-He ido a pensar por ahí, aquí no podía hacerlo- contestó el mayor sin más.

Louis resopló incrédulo, entonces entró y cerró la puerta tras de si pues quería que Harry de una vez por todas, le contase qué era lo que lo preocupaba tanto, entonces se sentó en una de las sillas.

El abogado negó.

-Me voy a casa, lo siento no puedo esperarte.

El ojiazul levantó uno de sus brazos y lo detuvo.

-No dejaré que te vayas sin decirme que te pasa, nos pasaremos aquí la noche si es necesario, ya estoy harto de esta situación.

El abogado se volvió entonces hacia su escritorio y se sentó también pues tenía que enfrentar a Louis y no podía retrasarlo más.

El ojiazul miraba fijamente a este esperando una explicación y como no hablaba lo hizo él.

-Sé que te pasa algo muy grave y no quieres contarmelo... pensé que ante todo eramos amigos, aunque yo ya te considero como de mi familia... te debo mucho, confío en ti más que en mi mismo y yo pensaba que en todo este tiempo sabías que te quiero muchísimo...de veras me duele verte así, tú eres un hombre excepcional y ayudas a todo el mundo, ¿Por qué no quieres que te ayuden?

-Nadie puede ayudarme- soltó tajante el mayor

-Por favor, Harry eso no puede ser...déjame decidir a mi si puedo ayudarte o no, no puede ser que no tenga solución...siempre hay una salida mejor, eso me lo enseñaste tú.

-Si que la hay y es irme por un tiempo.

-¡IRTE!-Exclamó el ojiazul muy sorprendido-... pe-pero Harry, ¿de qué estás hablando?- Louis empezó a ponerse histérico, ya que no podía dejarlo irse, no podía abandonarlo así, él se moriría sin el abogado.

-Lo siento...ya lo tengo decidido y me iré a Londres a visitar a mi familia... cambiaré todas mis citas y me iré la próxima semana.

El ojiazul chasqueó la lengua incrédulo.

-Ah muy bien, por lo que veo te ha cundido mucho la tarde y ya lo tienes todo pensado, ¿Y qué pasa conmigo?, ¿yo no pinto nada?, ¿me dejarás solo?

El mayor resopló profundamente.

-Louis, tú puedes hacerlo, no me necesitas.

-¡No!, ¡Eso no es cierto!-le gritó-... ¡Tú tienes la obligación de velar por mi para que cumpla con las exigencias del juez!, ¿Ya se te ha olvidado eso?-Louis estaba muy dolido nunca se esperaría que después de todo, lo abandonaría así.

-Claro que no me olvido de ti Louis, aún falta tiempo para que se cumpla la fecha de la nueva vista y además estás preparado, lo has conseguido...tú has dejado tu vida anterior y hoy por hoy tienes un negocio que te da dinero de sobra para ti y tu abuela, ya no necesitas mi ayuda.