El guapo abogado ojiverde, Harry Styles tiene las ideas muy claras y además tiene un sueño muy altruista, el cual le traerá sorpresas inesperadas y también muy agradables, aunque inevitablemente también mucho sufrimiento.
Louis Tomlinson por el cont...
Antes de irse a dormir como cada noche, Harry bajó a tirar la basura al contenedor del callejón al lado de su casa, de repente sintió un pequeño golpe en su pierna y luego como si algo se deslizara de un lado a otro contra ella.
...-¿Qué rayos?
Asustado, este dio un pequeño salto pues estaba oscuro, mientras pensaba que lo más probable era que fuese una asquerosa rata.
Tras sacar el móvil de su bolsillo del pantalón, enfocó su pierna y ahí estaba.
-Miau...miau
Un pequeñito y precioso gatito naranja, el cual estaba solo y buscaba calor y cariño, al igual que como un día se había encontrado a Torn.
Rápidamente lo cogió en su regazo y se lo llevó a su casa, entonces vio que estaba algo sucio, así que lo lavó con los productos de su gato, el cual lo miraba muy atentamente, sin perder detalle del nuevo invitado.
Cuando estuvo limpio, el abogado le dio un poco de leche y le preparó una camita improvisada junto a la de Torn, luego se preparó algo de cenar.
Harry disfrutó su deliciosa ensalada mientras decidía que hacer con el gatito, finalmente recordó que Louis se había quedado muy triste cuando se había tenido que separar de Torn a su regreso.
El ojiazul siempre le preguntaba por él, ya que se había encariñado mucho, así que pensó en que debería regalárselo a Louis, ya que él lo cuidaría muy bien.
(...)
Torn se comía con gusto sus galletitas de pescado, mientras el pequeño recién llegado se tomaba su leche.
...-Bueno, pequeño amigo, en la noche te llevaré con tu nuevo dueño...sabes, hoy hacemos una semana como novios e iremos a cenar, después de cerrar la cafetería.
Desde que se habían declarado, todo había sido maravilloso, ya que se amaban con locura y aunque no era fácil llevar una relación en secreto pues no podían tocarse, ni besarse cuando había gente delante pues debían actuar como unos simples amigos, cuando estaban solos daban rienda suelta a su pasión.
Ese día para Louis transcurrió sin problemas, la única pega fue que no vio a Harry en toda la tarde pues estuvo fuera, ya tenía un par de juicios y una charla sobre sus experiencias como asesor legal de los jóvenes.
Este solía hacer éstas charlas como favor, cuando se lo pedía algún profesor de la escuela o el instituto del barrio, era muy instructivo para los jóvenes y sus padres, la verdad era que Harry trabajaba muy bien en lo suyo.
Cuando el ojiverde salió de su charla, se fue directo a su casa para arreglarse para su cita con Louis, después de que había parado en la gasolinera y había conseguido una cajita de cartón, a la que le hizo unos agujeritos para que el gatito respirara.
También se compró un lacito para atar la caja y así hacer más bonito el regalo, luego se dio una ducha, se cambió y se fue hasta la casa del ojiazul.
Cuando llegó a casa de Louis, este puso la caja con el gatito en el felpudo, entonces llamó a la puerta y se escondió detrás de la pared.
Louis que estaba a medio vestir tras apenas haber llegado de cerrar su negocio, abrió la puerta y se encontró con la caja pero extrañado miró y no vio a nadie.
-¿Y esto?
El barman tiró del lazo y miró en el interior de la caja, encontrándose al pequeño gatito naranja.
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Tras sacarlo y acariciarlo, este reparó en que había una nota.
«Gracias por esta primera semana de muchas, en la que me has hecho sentir un inmenso amor y una interminable lujuria. Eres la persona más maravillosa del planeta y tengo muchísima suerte de tenerte como novio y como amante. Te amo
Harry»
Al terminar de leer la tarjeta, el ojiverde salió de su escondite y apareció ante Louis con una gran sonrisa, entonces se abrazaron y se besaron.
-¿Te gusta tu regalo, amor?- preguntó el abogado cogiendo la caja para entrar a la casa de Louis.
-Me encanta, lo voy a querer y mimar tanto que tendrás celos de él, jajaja- se rió el ojiazul al ver la cara seria que se le estaba poniendo a este.
-Me niego a compartirte con nadie, tu eres mío, Louis Tomlinson- dijo Harry agarrándolo fuertemente de la cintura y besando su cuello.
-¿Estarás celoso de tu regalo?
El mayor asintió.
-Si, si me roba tu amor.
El ojiazul chasqueó la lengua.
-Tranquilo puedo con los dos.
El abogado sonrió satisfecho.
-Bueno, ¿Y cómo lo llamarás?
-Eeemm... no sé...¿qué tal «Mini Harry»?
El mayor negó haciendo una mueca de desagrado.
-Puueesss ...¿que tal «Naranja»?
El abogado frunció el ceño.
-Oye se me ocurre algo, ¿qué tal si le pones "café"?, es un nombre muy simbólico -preguntó esperando la aprobación del barman.
-Café...me gusta...si, realmente es un nombre genial.
Harry se puso tras el ojiazul y lo rodeó con sus fuertes brazos, mientras le dio un beso en la mejilla.
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-Feliz aniversario de nuestra primera semana juntos, cariño, te amo.
