El guapo abogado ojiverde, Harry Styles tiene las ideas muy claras y además tiene un sueño muy altruista, el cual le traerá sorpresas inesperadas y también muy agradables, aunque inevitablemente también mucho sufrimiento.
Louis Tomlinson por el cont...
Harry no podía creer que Louis se hubiese olvidado de él, de hecho había olvidado los últimos meses de su vida.
El último recuerdo que el ojiazul tenía, era con Niall cuando habían entrado a robar en la casa de James.
El médico les dijo que este a causa del traumatismo severo en la cabeza y el estar casi un mes en coma, sus recuerdos se habían bloqueado.
Esa era una de las secuelas más frecuentes, la perdida de memoria que podía ser total o parcial, además les dijo que podía ser temporal o irreversible, era pronto para saberlo, tendrían que tener paciencia.
El barman solo quería a Amanda en la habitación, así que Harry sufría mucho al no poder acercarse al amor de su vida, ya que se ponía histérico.
A pesar de que su abuela le contó todo lo ocurrido a Louis, desde la noche del robo hasta el ataque, él se negaba a creer una sola palabra.
...-Mi niño, no puedes apartar así a Harry de tu lado, tú no lo recuerdas pero lo amas y él te ama a ti...Louis, llorabas sin consuelo porque no sabías si él era gay y que podía corresponderte...cielo, sufriste mucho cuando se fue a Londres... él es muy bueno, te ayudó mucho y vela por ti, no lo apartes de tu lado, déjale que al menos se acerque como amigo o incluso como tu abogado y verás que con el tiempo te volverás a enamorar de él, por favor cariño- le rogó la mujer una vez más.
-Está bien abuela, como tú quieras pero no pienso dejar que me bese, ni me voy a acostar con él... ni siquiera que me roce ni un pelo
-Gracias cielo, no te arrepentirás
Esa tarde, Harry tuvo que irse del hospital porque tenía una cita con el juez del caso de Niall y Louis, pronto llegaría la revisión del caso en una semana exactamente y tenía que pedir un aplazamiento.
Este llevó el informe del médico y el juez lo aceptó aplazando la vista en seis meses más, aunque la revisión de Niall si mantenía su fecha inicial para celebrarse en siete días.
En los días siguientes, Louis permitió entrar al ojiverde en la habitación como había dicho, para que este le contase sobre el caso y las próximas revisiones.
El abogado se sentía morir pues era muy duro tener que mantener la distancia de abogado-cliente, cuando por dentro en realidad necesitaba abrazarlo y besarlo.
A medida que se siguió el trato entre ambos, Louis fue bajando sus defensas con Harry, ya que empezó a pensar que quizás era verdad todo lo que su abuela le había dicho.
Una semana después, finalmente llegó el día en que se celebró la revisión de Niall, el juez quedó conforme con todo lo logrado por el rubio y por lo tanto lo dejó en libertad.
Niall abrazó a sus abogados y a sus padres y a continuación salió corriendo hacía el hospital para ver a Louis, ya que había sido una larga espera.
Ya era libre y podía ver al fin a su mejor amigo.
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Cuando llegó al hospital, caminó con prisas hasta la habitación del ojiazul y entró, donde este estaba sentado en un sillón con su pierna elevada.
Lo cierto era que en dos días le darían el alta, se lo había comunicado el médico, quién tras una discusión con su terco paciente, le había permitido ponerse su ropa.
El desmemoriado barman llevaba una camiseta negra y el pantalón del chándal que Harry le había regalado pero él no lo sabía, su abuela se lo había traído en una bolsa y había asumido que ella se lo había comprado.
Ambos amigos se miraron un instante, para Louis era como si sólo pasasen unas horas pero para Niall habían pasado seis largos meses.
...—Hola Lou, te he extrañado mucho.
—Hola duende, que bien que ya estás libre.
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(...)
Louis estaba a unas horas de salir del hospital y se las pasó en la oscuridad de la habitación, mirando al techo.
No tenía ni idea que hacer, por un lado estaba el regresar con su abuela, con la que había vivido siempre desde los ochos años hasta que recordaba, también estaba Harry, quién le ofrecía su casa como supuestamente lo había hecho antes, aunque él no recordaba y luego estaba su apartamento, ese que decían que había alquilado cerca de su cafetería.
…—Dios, una cafetería—susurró incrédulo.
No podía creer que él, un delincuente, un "vive la vida" que no había pensado en un mañana, tan solo en conseguir dinero fácil para ir tirando, ahora resultaba ser empresario y un hombre de provecho.
También le daba vueltas en la mente, todo lo que le había pasado, jamás hubiese pensado que su vida cambiase tanto como para que un par de homófobos casi lo asesinaran de una paliza, porque al parecer se había enamorado de un hombre, de Harry.
