Cuando la fiesta terminó y todo mundo regresó a su casa, Jean se ofreció a quedarse en el lugar para limpiar el mismo. Viktor le preguntó si necesitaba ayuda, pero el canadiense se negó, diciendo que estaba bien que lo hiciera por su cuenta. Aunque al peli—plateado le hubiese parecido una actitud extraña y fuera del carácter de Jean, se fue a su hogar, cansado y ligeramente borracho. Las verdaderas intenciones del canadiense no eran exactamente limpiar, pues sabía que en cuanto se quedara completamente solo, Seung haría su aparición y conversarían sobre el pequeño incidente que había ocurrido en el baño con Yuuri Katsuki. Jean se sentía como un estúpido por ese insignificante desliz, pero al ver en aquellos ojos cafés, todo pensamiento claro abandonó la mente del canadiense para remplazarlo con una sobreprotección y una necesidad de tenerlo a su lado que jamás había sentido antes. Y así como lo había predicho, en cuanto ninguna otra compañía estaba cerca de Jean, Seung caminó hacia él con paso tranquilo y lento tras aparecerse de la nada. El canadiense no se molestó en voltearlo a ver. Había tomado asiento en una de las sillas de plástico y miraba su regazo como si se tratara de algo sumamente interesante. A pesar de que sabía que el encuentro con Yuuri había salido mal, sentía rabia por la interrupción que Seung había hecho. Tal vez si le hubiera dado una oportunidad, Jean hubiera sido capaz de controlarse a sí mismo y seguir con el plan, pero el ángel pelinegro no le dio ni siquiera tiempo para reflexionar sobre lo que estaba haciendo, y había preferido interferir de manera discreta y sutil en el momento perfecto. La ira se manifestó con más intensidad dentro de él, y subió su rostro haciendo contacto visual con Seung, transmitiendo mediante sus ojos azabaches todas las emociones que lo embriagaban por dentro.
—¿Y bien? ¿Me vas a decir qué demonios fue eso? —el ángel preguntó fastidiado, su clara molestia pintada en todo su rostro. A Jean le pareció injusto que esa actitud fuera dirigida hacia él, pero al mismo tiempo se sintió intimidado por el entrecejo fruncido de Seung y sus gestos completamente imperturbables.
—Todo estaba saliendo bien; decidiste interrumpir en el peor momento —se quejó, elevando ligeramente la voz. Se maldijo a sí mismo por no ser capaz de ponerse en contra de aquel pelinegro, pero supuso que se debía a aquella conexión que juraba tener con él. Obtendría respuestas, pero en esos momentos simplemente quería descargar su coraje. Yuri se había llevado a Yuuri, y aunque aquello le hubiese dolido, el canadiense pensó que tal vez estar con el ruso era mejor para todos. Jean estaba inestable, confundido; estaba siendo engañado por sus propias emociones, y Seung mirándolo de forma desafiante y con notoria decepción reflejándose en sus ojos no lo estaban ayudando en lo absoluto.
—Tal vez no lo habíamos mencionado antes, Jean, pero los ángeles podemos leer las intenciones con más claridad de la que te imaginas —Jean se sintió expuesto y rompió el contacto visual que tenía con Seung—. No querías simplemente hablar con Yuuri Katsuki, querías llevártelo contigo, clamarlo como tuyo. ¿Cómo crees que eso hubiera terminado? ¿¡A caso eres idiota!? —exclamó completamente molesto, absteniéndose a sí mismo de que aquella discusión se transformara en algo físico. Jean bufó en lo alto, poniéndose de pie y caminando de un lado a otro. No lo iba a negar. Estar solo con Yuuri había sido tan tentador que por fugaces segundos se desconoció a sí mismo. Odiaba estar en esa posición. Jean no había pedido tener los recuerdos de un ángel especial, Jean no había pedido involucrarse en aquel retorcido y bizarro mundo, Jean no había pedido conocer a Seung y a Chris. Quería regresar a la normalidad. Quería seguir viendo a Yuri de la misma forma, quería seguir tomando, emborrachándose, yendo a fiestas, disfrutando de su juventud. Tristemente todo ya estaba hecho y no había nada que pudiera hacer para regresar en el tiempo. Era exasperante cómo todo estaba resultando, y sabía que sus sentimientos hacía Yuuri no serían acallados ni siquiera por los regaños o gritos de Seung. Siempre estarían dentro de él, asfixiándolo.
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Help Me Understand [YuuYu]
ФанфикYuri Plisetsky se encuentra con su ángel, y hará hasta lo imposible por hacer que éste no vuelva a abandonarlo. 「so fly on your own, it's time i let you go」 ❥Art by: Yuumei.