El Rey del Infierno (Jayler)

7

-Joey-

-wow, ¿está es tu casa?- el asintió, no podia creer lo que estaba mirando, esto era una mansión, mire a mi alrededor, todo aquí es enorme, el empezó a caminar, así que empecé a seguirlo, pero obviamente, viendo todo a mi alrededor.

Pero algo andaba mal, lo sentí desde el momento en el que entramos, era un sentimiento, de incomodidad, mi piel se erizaba para ver que pasábamos por un pasillo, y constantemente sentía una presencia detrás de mi, pero eso no le quitaba lo hermosa que era la casa era.

-tranquilo, aquí nadie te hará daño, estoy contigo pequeño- ¿como que nadie me haría daño?, ¿acaso no estábamos solos?

-ven, vamos a mi cuarto para que puedas seguir durmiendo, siguio caminado como hace rato, mientras tanto yo estaba detrás de el, pero no podía escapar de esa sensación de incomodidad, como si mi cuerpo gritara peligro.

El abrió una puerta gigante, pase primero que el, misteriosamente la sensación extraña que tenía se fue, ahí todo era distinto, más cálido, sin ese sentimiento de estar en peligro, me quite su chaqueta y la deje, en un sillón que tenía el dentro del cuarto, tenia tanto sueño que solo me aventé a la cama, era tan cómoda, cálida y sobre todo olía a Tayler.

-Tayler-

Cuando salí del baño, noté que ya estaba totalmente dormido, como un humano puede ser tan lindo, ese maldito niño me tenía mal, nunca me había preocupado tanto por un juguete, cuando me dijo que estaba afuera del hospital, mi Halo empezó a vibrar, eso era algo nuevo en mi, sonreí ya que algo bueno por fin estaba pasando en mi vida, después de tantos eones, salí de la habitación, y me preparé para todos los espíritus que estarían afuera de mi habitación.

-parece que ese niño, saca la poca humanidad que te queda ¿verdad Lucifer?- maldita sea, como empezaba a odiar esa voz, voltee y ahí estaba Shawn de nuevo, molestándome.

-¿que haces aquí es mi casa de ordenó que salgas?- el se rió, maldita sea me estaba irritando a nuevos niveles.

-ya no puedes ordenarme, tengo suficiente poder para derrotarte o mejor aún matar a tu niño, ¿que te parece eso?- con un movimiento de mano lo aventé a la pared me acerqué a el, mientras el solo se paraba con una sonrisa.

-recuérdalo muy bien "HIJO" yo te creé y también te puedo destruir, así que mátente alejado de Joey, si no quieres que te mate y créeme que lo haría sin pensarlo, ¡ahora lárgate de aquí!- en un segundo chasqueo los dedos y desapareció, seguía teniendo mi toque, eso me gustaba.

-¿que fue todo ese ruido Tay?, ¿con quién hablabas?- maldita sea, el idiota de Shawn había despertado al niño, sonreí y voltee a verlo, ahí estaba parado, sobándose un ojo, camine hacia el, y me puse de rodillas, para estar a su tamaño.

-solo me pare por un vaso de agua ¿quieres uno?- el asintió, y yo le sonreí, me aleje de el, oí como cerró la puerta, mientras y yo bajaba las escaleras.

Mientras caminaba por la casa, oía a las almas en el infierno y también algunos demonios, algunos se atrevían a preguntar, ¿que quién era el?, o ¿que hacía ahí?, yo simplemente las ignoraba, total no podían hacerme nada, llegue a la cocina y saque dos botellas de agua, del refrigerador.

-sal de ahí Camerón- el salió de una de las paredes, para luego, ver las botellas y guiñarme un ojo.

-¿mucha acción?, ¿el niño se desmayo por decigratacion?- negué que más quisiera que hubiéramos hecho más, pero el niño se quedó dormido.

-después del beso no pasó nada- puso una mano en mi hombro, como en señal de apodo, maldita sea aquí venía un burla.

-¿el gran Ángel del señor perdió su toque?- quite su mano de forma brusca y se empezó a reír como idiota.