15(6/6)

317 24 9
                                    

Habían pasado 3 meses, tres largos meses, en donde no sabíamos nada de Miguel, Tayler no podía localizarlo, tampoco estaba muy seguro que si el podía y solo estaba esperando el momento indicó, Shawn perdió todo su energía demoniaca ahora es humano, el cual es muy feliz con Taylor, aunque ya le advirtió Tayler que su poder está bloqueado, que en cualquier momento puede resurgir, mientras que Blake y Hunter se tomaron muy mal cuando le dijimos que podían estar en peligro, tanto que decidieron irse a España, si Hunter hablando español sería un asco.

Mientras tanto Tayler ha estado muy nervioso y sobre todo distante, no lo culpo sus demonios se están yendo lentamente al otro bando y el no puede hacer nada, ya que una vez que aceptan este los protege y desaparecen del radar, su ejercicio cada vez es mayor y eso le da la posibilidad de atacar en cualquier momento solo que no sabemos cuándo ni en donde.

Ahora estoy en la casa de Tayler, igualmente vivimos, resulto mejor borrar los recuerdos de mi madre y hermana, así Miguel aunque más encontrará no sabría nada de mi, aparte era muy difícil que lo hiciera ya que Tayler les había puesto protección.

-Tay- ahora estaba en la oficina del Tayler más bien en su sillón, acostado, mientras que el estaba en su escritorio ignorando, yo no podía hacer nada, no podía salir a la calle, tampco hacer una llamada o ir a la escuela, estaba encerrado en esta casa y Nash solo venía una vez a la semana, si Nash después de tantos besos robados, unos cuantos que vinieron con un golpee para Cameron, acepto que le gustaba, este se emociono tanto que lo marco en ese momento, si fue algo repentino y algo idiota, obviamente después de eso Nash se enteró de todo y ahora viene los sábados para que no me sienta tan solo.

-¿que quieres?- su voz sonó fría y distante, estaba irritado, camine hacia el, con pasos lentos, rodee el escritorio pero no dejaba de ver su cara concentración, cuando llegue a su lado, este separó, la silla del escritorio para que me sentara en sus piernas y eso hice.

-Tay, ya no quiero esto, estás muy distante, me tienes todo el día encerrado, no puedo ni ir a la escuela, no tengo amigos y Nash solo viene una ves a la semana, te necesito cariño- me miro por primera vez, en el tiempo que llevaba sentado en sus piernas, solo miraba los papeles.

-entiende pequeño, quisiera estar todo el día contigo pero no puedo, tengo otras cosas que hacer- me cruce de brazos en serio más importantes que yo, esa declaración de Tayler me estaba poniendo celoso.

-ósea que esas cosas son más importantes que yo- este asintió y me baje de sus piernas -entonces vete con esas cosas importantes, yo voy a salir por primera vez en tres malditos meses-

-¡Joseph madura!, ¡si son cosas más importantes que tú tengo!, ¡tengo a un demonio que me puede destruir y a ti también!, ¡tengo un negocio humano que atender y cada día pierdo más demonios!, ¡no conozco nada el plan de Gabriel!, ¡y maldita sea, tienes razón salvarnos, es mejor que cuidar de un niño!- me asusté era lo único que podía decir, Tayler se convirtió, ya que últimamente bajaba mucho al infierno, ahora su cara estaba totalmente quemada, sus ojos eran rojos tanto como la sangre y lo único divino que estaba en el, eran sus dos alas totalmente Blancas y puras, su voz se hizo más gruesa, a medida que cambiaba más, aunque tenía miedo, no por su aspecto, si no por la grito que me dio, me acerqué a el lentamente, cuando llegue enfrente de el, toque su piel, la cual se sentía como roca, costras y costras de piel quemada.

-eres hermoso, no me importa si estás así o en tu forma angelical, te amo, no por como eres, si no por lo que eres- ese me sonrió y yo el, me puse de puntitas y acerqué mis labios a él, el contacto fue tan rudo, eso labios era los mimos solo, que estos estaban quemados, maltratados por el fuego, su lengua jugaba con la mía, y lo pensé un momento, tal vez sería la hora de hacer el amor.

-te amo bebé, siemp...- fue lo ultimo que escuche, antes de caer al suelo de un lugar que no conocía, mire hacia todos lados y estaba en una habitación, ¡Tayler!, fue en lo primero que pensé antes de me inyectaran algo.

~Tayler~

-¡Cameron!- salí de mi oficina corriendo, este aprecio a un lado de mi, y yo lo tomé de los hombros -se llevó a Joey-

-¡tranquilízate!- ¿como pedía que me tranquilizara en una situación así? -ahorita mismo moveré cielo, mar y tierra para encontrarlo-

-Cameron, si le hace algo, te juro que lo mataré con mis propias manos-

-Joey-

Desperté en una cama, diferente a donde había llegado, esta era de color azul, todos el cuarto era de color azul, también había aire acondicionado, el cual no ayudaba mucho con el calor que hacía aquí.

-por fin despertaste, por un momento me asuste, pensé que había utilizado mucho en ti- es voz ya la había escuchado antes, voltee hacia la izquierda y ahí estaba, Miguel sentado en un sillón, mirándome fijamente.

-¿por qué me trajiste aquí?- este se paro y empezó a caminar de un lado al otro, ¿esta pensando la respuesta?

-no se como decirlo...escucha con atención, tengo todo listo, bombas por toda la mansión de Tayler, si eso no funciona hay un ejército de demonios fuera de su casa esperando mi orden, todo esta listo para mi padre caiga, te traje aquí, por qué no quiero que te hagan daño- se acercó a mi, pero yo me aleje rápidamente, ¡iba a matar a Tayler!.

-por favor, no lo hagas- este sonrió, y tocó mi mejilla, quería alejarme de él, pero no podía ya estaba pegado en la cabecera.

-no lo haré- lo voltee a ver sorprendido, tanto tiempo y no lo hará solo por que se lo pedí -pero a cambio, debes de estar una noche conmigo, disfrutar de mis caricias, de mis beso- se empezó a acercar más, cuando llego a mi cuello le dio un beso, pero yo solo lo empujé y choco con la pared.

-¡te marco!, vaya un giro inesperado- se empezó a reír, aunque yo no le encontraban gracia, el estaba completamente loco.

-no tendré sexo contigo- mi primera vez no sería con un loco, no lo permitiría, solo Tayler me toca.

-me iré, piénsalo, tienes 2 horas, después de eso, vendré si la repuesta es un no, lo mataré- abrió la puerta y un calor intenso recorrió mi cuerpo, ¿estábamos en el infierno? -por cierto, bienvenido al purgatorio cariño-

El Rey del Infierno (Jayler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora