Capítulo 34

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Noa

No podía creer lo que estaba viendo, aquella mujer que tanto había dañado a mi gatita estaba delante de mí, demandando ver a mi mujer cuando por su culpa ahora ella sufría aún más

—¿Qué hace usted aquí? — espete molesto, sintiendo como la ira crecía dentro de mi

Tenia unas tremendas ganas de asesinarla aquí mismo

—He venido por mi hija — me miro con altanería

La forma tan déspota con la que había dicho aquellas palabras logró molestarme aún mas

—¿No cree que ya es un poco tarde? — la mire fijamente para ver su reacción, aunque nada paso por su rostro — ella no la necesita, y menos a alguien a quien no le importa dejarla con ese monstruo

—¿Y tú quién eres para saber si me necesita o no? — se mofo

—Ahora Alex es mi mujer — respire hondo para calmar mi respiración — y no necesita que usted este cerca de ella

El asombro en su mirada me lleno de satisfacción, gracias daba por que mi gatita no fuera como esta mujer

—¿Sabe cuánto sufrió? ¿Cuánto tuvo que soportar simplemente por el hecho de que usted la abandono? Ella pago por usted, y ahora viene, así como si nada — solté de la nada, sintiendo ese nudo en la garganta al imaginarme a Alex así — pretendiendo que ella puede olvidarlo todo

—Yo no quería dejarla — hablo dolida

Aun cuando dijo eso no podía creerle

—Pues lo hizo, así que viva con ello

—Llámala con quien quiero hablar es con ella, no contigo — me miro con desagrado

—Él se la llevo

—Eso no puede ser cierto ¿Dónde estabas que no la protegiste?

Sus palabras me apuñalaron, ella tenía razón en algo, yo no la había protegido, pero al menos la había mantenido con vida y a salvo de ese sujeto más que ella

—Al menos la protegí más que usted

—Tienes mi entere ayuda

--No la necesita maldita perra – la voz de Natasha hizo que de inmediato mi mirada fuera hacia ella

De la nada saco su arma y la dirigió a la cabeza de la mamá de Alex

—Tiempo sin vernos Arlissa – susurro Natasha

—Hubiese deseado que no nos encontráramos nunca y menos aún en esta vida — soltó temblando

La risa de Natasha logro helarme por completo, cosa que nadie lograba, ni siquiera el padre de mi gatita

—Desearía acabar con nuestras cuentas, pero no he venido por ti, si no por alguien que de verdad es importante

Devolvió su arma a donde la había sacado, me miro para luego empujar a la mujer que estaba delante de mí y darles una orden silenciosa a sus acompañantes, como si hubieran leído su mente tomaron a la mujer y se la llevaron a no se donde

—Ya tengo la ubicación del paradero de tu chica — hablaba mientras caminaba hacia dentro de mi casa

Me sorprendió un poco, ya que en todo este tiempo yo no había logrado encontrarla y ahora ella se presentaba apenas llegando, y me decía que ya sabia en donde estaba, esto me hacia sentir como un completo inútil

—La seguridad no es demasiada, así que podremos hacerlo lo antes posible, por ahora él está débil sus finanzas cayeron y su territorio está pendiendo de un hilo — en ningún momento detuvo la charla

Siempre Serás Tú (De la saga Tu #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora