capítulo 11

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Alexia

Los días habían pasado y nada había cambiado, el desprecio de Noa era más evidente, y eso me hacía sentir más sola que antes y eso vaya que dolía mucho, por las noches me echaba a llorar como una niña pequeña, pero ya no más, me había cansado de todo esto y era por eso que había decidido irme esta noche, no tenía ningún sentido que siguiera aquí en un lugar en el que sólo me trataban igual que ese que se hacía llamar mi padre, por primera vez tenía que ser valiente y afrontar que no tenia a nadie a mi lado para protegerme, que si quería salir viva de todo esto, tenia que ser con mis propias fuerzas y por mis méritos

Ya tenía la pequeña mochila que había traído conmigo, todo estaba listo y era el momento de marcharme, no podía seguir mirando atrás y llorando por lo asquerosa que había sido mi vida, solo odiaba el hecho de ser tan cobarde, de huir, pero era mi única opción, esa seria una prueba que atravesar, seria un merito que podría obtener.

Lo único que iba a extrañar era a la madre, a su hermana de Noa y a su padre ellos me habían apoyado mucho y se los agradecía, les daba gracias por haberme acogido en su casa y más cuando se estaba arriesgado a que ese monstruo les hiciera algo que ellos no pudieran detener

En ese poco tiempo había logrado confiar por completo en la hermana de Noa, y le había contado todo lo que me atormentaba, aunque eso no cambió nada, pero se lo agradecía ella era demasiado linda y dulce, todo lo contrario, a él, pero en el fondo Emily era valiente y aguerrida cosa que a mi me hacia falta

Una lágrima resbaló por mi mejilla antes de cerrar mi cuarto por completo, me escabullí en silencio hasta estar fuera de la propiedad, quería alejarme de ahí lo más pronto posible. La lluvia caía con demasiada intensidad y los truenos no se hicieron esperar, esto me estaba matando de miedo, pero no podía parar ahora, corrí sin rumbo alguno hasta que ya no pude más, me escondí en una casa abandonada y ahí me hice un ovillo en una esquina temblando de frío. Otro trueno resonó y mi corazón la tío aún más de prisa, tenía mucho miedo pero sabía que nadie vendría a salvarme, yo no tenia a nadie que pudiera venir por mí, estaba totalmente sola en este mundo...

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Noa

La noche había llegado y yo quería ir a casa, el cansancio y todo el esfuerzo que había hecho en estas semanas me estaba empezando a pasar factura, me sentía demasiado cansado y esto no era bueno, en pocos días mis padres se irían hacer su viaje y eso me hacía sentir más presionado que antes, estaba más que seguro que ellos sabían cuidarse solos, pero me preocupaba aun así, me preocupaba mi hermana y el hecho de que también se iría de vacaciones, debía protegerlos a todos y no dejar que nadie se les acercara

Tome mis cosas y sin más salí rumbo a casa, añorando por primera vez desde hace mucho poder descansar y ver a aquella chica que comenzaba a meterse en mis pensamientos.

Cuando llegue había un alboroto, los de seguridad iban de un lado a otro, el miedo y los nervios comenzaron a subir por todo mi cuerpo y decidí que lo mejor sería entrar y enterarme de lo que estaba pasando, antes de que mi imaginación fuera más allá

—¿Qué es lo que pasa? ¿Todos están bien? — pregunté alarmado, temiendo la respuesta

—¡Tu hijo de puta! — rugió mi hermana mientras me apuntaba con su dedo —con tus malos tratos hiciste que Alexia se marchará, ya estarás satisfecho

Sasha estaba bastante molesta y no sabía bien porque, yo no le había hecho nada a esa niña, solo me había comportado normal, como me portaba con los demás, no necesitaba que esa chica pusiera a mi hermana en mi contra

—Yo no le hice nada — me encogí de hombros para restarle importancia — ella es una chica inmadura y muy débil, cualquier cosa la daña

—Tú no sabes por lo que ella ha pasado, ese bastardo de su padre la golpeaba a diario, la encerraba en una casa bajo la lluvia, muchas veces la ha intentado matar — me miro furiosa — si a ella le pasa algo te prometo que te cortare el pene y te lo daré de comer — me golpeo en el pecho — si ese hombre la encuentra será su fin

Me quedé anonadado por sus palabras, ella no parecía que sufría a lado de ese sujeto, hasta llegue a pensar que la trataba bien y que ella sabía de lo que ese maldito le había hecho a mi novia, pero eso se había ido a la basura tan pronto como las palabras abandonaron la boca de mi hermana, aquella chica había sufrido ese infierno por años, sin parara y sin recibir ayuda de nadie, en este momento me sentía mal por cómo me había portado con ella.

—Su cuerpo está lleno de cicatrices, la golpeaba con diferentes objetos hasta que ella suplicaba piedad, la ataba delante de todos desnuda y ahora por tu culpa ella corre peligro — a estas alturas mi hermana ya se encontraba llorando — debemos encontrarla

Una punzada de culpa me invadió por completo, yo todo este tiempo había sido un maldito con ella, por mis suposiciones y ahora me enteraba que ella no era culpable de nada, que al contrario ella sólo era una víctima más de aquel monstruo.

Me dolía que me había equivocado, mi madre no me enseño eso, pero sus enseñanzas se habían ido al carajo el día en que la vi morir, desde entonces no confiaba ni en mi propia sombra

—Muévanse todos tenemos que encontrarla y no tengan piedad si alguien la está dañando, la quiero de vuelta en la casa en una pieza — grite con algo de enojo

Salí hecho una furia de la casa y me monté de nuevo en el auto, lleno de furia, me sentía frustrado y con la necesidad de saber que estaba bien

Yo te encontraría pequeña, prometo que lo hare... 

Siempre Serás Tú (De la saga Tu #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora