Capítulo 6: "Perfume que hechiza"

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El fin de semana llego, un atormentado joven cabello de flama se alistaba para ir a su encuentro con la pelinegra a la biblioteca.

Una vez que estuvo listo, tomo su mochila, donde había guardado los libros y sus apuntes y salio de su habitación.

¿No piensas desayunar hijo?, dijo su madre al verlo salir.

No mamá, mejor me llevo algo para el camino, ya estoy sobre la hora dijo Vegueta mientras pensaba: De seguro ya esta en la biblioteca y si yo llego tan temprano como ella el tormento se acabara más rápido.

Vegueta tomo algunas frutas y salio presuroso de su casa.

Mientras tanto: "Biblioteca"

La pelinegra se encontraba revisando sus apuntes de manera muy concentrada en una pequeña laptop.

Así se nos facilitara las cosas, pensaba la pelinegra mientras corregía algunos datos que al leerlos le parecía que no eran muy acertados.

Luego de algunos minutos llego el joven de cabello de flama.

¡Hola¡ dijo Vegueta cuando llego a la mesa.

¡Hola¡ dijo Milk mientras continuaba mirando su laptop.

Yo también traje mis apuntes en mi usb, dijo Vegueta.

Perfecto, así nos será más fácil unirlos y los dos fines de semanas restantes podemos dedicarnos a tomar las fotos en algunos lugares apropiados, decía Milk sin dejar de mirar la pantalla de la laptop.

Vegueta decidió sentarse junto a la pelinegra para poder observar lo que la jovencita hacía.

Dame tu usb, dijo Milk.

Toma, dijo Vegueta entregándole su pequeño usb a la pelinegra y al sentir la cercanía de la pelinegra nuevamente se vio embriagado por el perfume que emanaba de la piel de la jovencita.

Mientras la pelinegra leía el resumen que había hecho el joven cabello de flama, este sin que ella lo notase trataba de mirar los rasgos de la jovencita a pesar de los gruesos lentes que llevaba puestos.

Minutos después:

Pues hiciste un buen trabajo, creo que si ha ambos los complementamos, ya tenemos el trabajo echo hoy mismo, al menos en lo teórico, decía Milk.

A ver, dijo Vegueta mientras la pelinegra le acercaba su laptop para que el joven cabello de flama leyera el trabajo.

¿Puedo ir acomodándolo?, dijo Vegueta.

Si, hazlo, luego yo lo vuelvo a revisar, dijo Milk.

Vegueta leía el trabajo de ambos en la laptop de la pelinegra, mientras esta miraba en una hoja algunas anotaciones que había hecho.

Minutos después:

Ya está ahora es tu turno de verificar y darle sus acomodos, dijo Vegueta devolviéndole la a la pelinegra pero al hacerlo volvió a sentir esa fragancia que lo hechizaba y que le hacía que el se sintiera extraño ante la cercanía de la pelinegra.

La pelinegra revisaba el trabajo mientras Vegueta cerraba los ojos para dejarse embriagar por el suave y dulce olor a flores que emanaba de la piel de la pelinegra.

Sabes estuve pensando en algunos lugares que podemos visitar para realizar algunas pequeñas entrevistas y tomar algunas fotos para acompañar nuestro trabajo, decía la pelinegra mientras seguía revisando el trabajo.

¡Ah¡ ¿decías?, dijo Vegueta abriendo sus ojos.

Que estuve pensando en algunos lugares que podemos visitar para realizar algunas pequeñas entrevistas y tomar algunas fotos para acompañar nuestro trabajo, volvió a decir la pelinegra.

"El perfume"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora