Un joven cabello de flama se encontraba acostado en su cama dando vueltas de un lado para otro como si algo lo estuviera atormentando en su sueño.
-.Sueño.-
Un joven cabello de flama se encontraba en una biblioteca junto a una jovencita pelinegra de lentes nada atractiva realizando una lectura conjunta de unos libros.
Yo creo que esto es lo que necesitamos para nuestro trabajo, decía la pelinegra mientras el jovencito cabello de flama se encontraba con los ojos cerrados como si estuviera meditando algo.
¿Te pasa algo Vegueta?, decía con una dulce la voz la jovencita.
Milk, me descubriste, decía Vegueta.
¿Te descubrí?, decía la pelinegra con rostro de asombro.
Si, estaba pensando en ti, decía Vegueta.
En mí, decía la pelinegra sorprendida.
Si Milk, tú tienes algo especial, algo que me vuelve loco, decía Vegueta intentando tomar las manos de la pelinegra.
No Vegueta no te burles de mí, decía la jovencita evitando el agarre y parándose de su asiento.
No Milk, no me estoy burlando, tú en verdad tienes algo que me vuelve loco, tu perfume, si tu perfume, decía Vegueta abrazando a la pelinegra por la espalda mientras colocaba su rostro sobre el hombro de la jovencita.
Mi perfume pero si yo no uso ningún perfume, decía con voz temblorosa la jovencita de lentes.
No Milk, tu perfume natural, decía Vegueta.
Perfume natural, ¿en verdad te gusto por mi perfume natural?, decía emocionada la pelinegra.
Sí, Milk, si, decía Vegueta mientras la pelinegra giraba para verlo a los ojos con sus gigantescos lentes que cubrían casi parte de su rostro y que hacían que sus bellos ojos negros no se vean para nada bellos sino todos lo contario.
Me gustas Milk, me gustas, decía Vegueta mientras la pelinegra acercaba su rostro al de él.
-.Fin del sueño.-
Noooooooooooo, se levanto de impulso de su cama el joven cabello de flama gritando como loco mientras trataba de prender como sea la luz de su lámpara de noche que estaba junto a una pequeña mesa que estaba junto a su cama.
Sucede algo hijo, dijo una bella mujer que entro asustada a la habitación del joven cabello de flama ante el grito desesperado de su hijo y encendía la luz de la misma.
Tuve una pesadilla madre, una espantosa pesadilla, decía Vegueta mientras se servía un vaso de agua para tomárselo.
¿Qué sucede?, dijo un hombre maduro también cabello de flama.
El niño tuvo una espantosa pesadilla, decía la bella mujer.
Vegueta de seguro te acostaste con el estomago lleno, dijo su padre.
Tal vez, dijo Vegueta dudoso mientras pensaba: ¿qué me esta pasando?, ¿por qué soñé con la fantasmita?¿será qué ya me lanzo algún hechizo cómo dicen mis amigos?. No que tonterías estoy diciendo, solo fue una pesadilla, una espantosa pesadilla, debo estar estresado no es fácil asimilar que tendré que trabajar en equipo con ella todo un mes.
Hijo, ¿ya estás mejor?, decía la madre del joven cabello de flama con preocupación.
Si mamá, si, dijo Vegueta para tranquilizar a sus padres.
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"El perfume"
RomanceCada persona tenemos nuestra propia esencia, nuestra propia manera de ser, nuestro propio aroma que nos identifica y es capaz de conquistar sin que lo notásemos a otra persona. Ella posee un aroma que la hace irresistible y es capaz de conquistar a...