|Lo que mi alma te escribe| BORRADOR

5. Cien por ciento

Tardó segundos en comprender lo acostumbrado que estaba de sentirla tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Los latidos de su corazón fueron la respuesta ante la ansiedad de encontrarse con su mirada, se concentró en ella una vez más, en su sonrisa y en lo bien que era verla sonreír.

Pudo observarla sin represiones cuando apartó la mirada por unos instantes, su cabello castaño bailaba al ritmo del viento mientras algo emocionante brotaba de sus labios, se veía emocionada y atrapada en la calidez de una buena conversación.

Alexis aceptó el helado reflejando emoción al agitar su cuerpo de un lado a otro. Cuando sus labios rosaron el helado de vainilla soltó un pequeño chillido que logró hacerlo reír. Tomó la cámara y no dudó en capturar su expresión anhelando que esta siempre la acompañara, aun en los peores momentos.

Apoyando su rodilla derecha en el pasto le indicó que sonriera, su acompañante no dudó en hacerlo. Luego de una pequeña sección de fotos tomó asiento a su lado, cuando su mirada capturó al pequeño niño que lanzaba al cielo un avión de papel se aseguró de fotografiarlo, entonces, echó su cabeza hacia atrás mientras escuchaba su relajante voz.

—Amo este parque — la escuchó decir, sonrió como respuesta luego de observarla de reojo, su cabello rubio estaba próximo a saborear el helado, así que tomó la liga en su muñeca derecha para amarrar su cabello — Gracias.

—El ambiente es excelente.

Alexis asintió enérgicamente, — La mente se despeja...

—Los pensamientos vuelan...

—Y el corazón se renueva — terminó ella con una sonrisa.

Un paseo por el parque significaba varias cosas al tiempo, reflejaba una mente cargada de recuerdos, un corazón tratando de alzar el vuelo y el ansioso encuentro de un alma insaciable.

Cuando su mano atrapó la suya giró su rostro. Encontrarse con su hermosa mirada fue como regresar al primer día, fue recordar la sensación sentirse completo.

—Gracias.

Jayden sonrió, — ¿Por qué agradeces ahora?

—Tengo tantas cosas por las cuales agradecerte — sonrió ella.

—¿Cómo cuáles? — aventuró él girando su cuerpo para quedar frente a frente.

Alexis suspiró antes de comenzar.

—Por cada sonrisa de aliento, cada promesa jamás olvidada, cada cálido abrazo, por cada llamada, cada esfuerzo que haces para verme sonreír, cada capricho cumplido, por tu sola presencia conmigo... — sabía que en cualquier momento comenzaría a llorar, pero necesitaba decírselo, necesitaba que él conociera lo agradecida que se encontraba por tenerlo en su vida — Gracias por todo.

Y como cada vez que la veía llorar, acarició sus mejillas para limpiar sus lágrimas.

—Pero por encima de todas las cosas — volvió a tomar su mano —, Gracias por el primer día.

—Alex...

—Aún recuerdo a la perfección el día que nos conocimos... — sonrió —, recuerdo cuando te acercaste a mí al verme llorar, recuerdo la calidez de tu abrazo y esa pequeña promesa...

—Hey.

—Aun cuando un extraño niño se acercó para abrazarme, para decirme que todo estaría bien y para prometerme que siempre estaría junto a mí, aunque esa sería la primera y última vez que nos veríamos, me dio fuerzas — soltó su mano para limpiar su mejilla — Lamento ponerme sentimental, pero necesitaba que lo supieras. Él se fue sin escucharme decir lo mucho que lo amaba y cuan agradecida estaba de tenerlo, no quiero que eso jamás vuelva a suceder.