|Lo que mi alma te escribe| BORRADOR

9. Houston, tenemos un problema

17 de marzo, 2015.

—¿De verdad quieres que vaya hasta su casa y revise su buzón como si nada? — cuestionó incrédulo. Jayden confirmó con un movimiento de cabeza, sonriente, como si su idea no fue una total locura.

Joshua jadeó indignado.

Por supuesto que para él no lo era. No sería la carnada, quién iría hasta esa casa no sería él.

—¿Sabes que me puedo meter en un problema si alguien me ve revisando ese buzón? — Jayden sonrió — ¿Y eso no te preocupa?

—¿Por qué habría de preocuparme?

—¡Claro! — elevó los brazos mostrando molestia — Cómo no se trata de ti.

Jayden sonrió, — En realidad, todo esto es sobre mí.

Joshua acarició el puente de su nariz a punto de explotar, no podía creer que iba a hacerlo, iba a terminar con su imagen de buen ciudadano para revisar aquel buzón y afirmar si había o no una carta allí. Llevó las manos a su rostro bufando, por otro lado, Jayden no dejó de sonreír reconociendo que había ganado.

—Está bien, lo haré, pero...

—¿Qué harás? — cuestionó Alexis ingresando a la habitación.

Su cabello atado en una coleta alta daba una perfecta definición de su rostro, sus ojos color avellana cargados de curiosidad siguieron cuestionándolo ante su silencio.

El estar cautivado por su presencia lo dejó sin argumentos.

Alexis se acercó un poco más, — ¿Hola?

Parpadeó, — ¿Qué?

—¿Qué harás? — repitió la pregunta.

—Irá a la casa de Alexia y revisará su buzón por mi — respondió Jayden al reconocer, luego de unos segundos, que no respondería la pregunta que la rubia le había hecho. Joshua parecía estar perdido en el rostro de la chica que tenía en frente, cautivado y amarrado a lo extraordinario de su presencia.

—¿Por qué? — cuestionó ella sin entender — es atrevido de tu parte.

Joshua aplaudió de la nada haciendo saltar a Alexis en su sitio, — ¡Gracias!

—¿Ya sabes hablar? — rio ella acercándose hasta quedar frente a frente y sentir su respiración.

Joshua parpadeó ante su cercanía, pero no se alejó.

Alexis llevó la mano hasta su mejilla, la acarició hasta limpiarla y asegurarse de quitar el rastro de aquel labial rojo.

—Tenías labial rojo — entonces se alejó hasta tomar asiento al lado de Jayden quién tomó su mano y dejó un beso en ella. Alexis apoyó su mejilla en su hombro — ¿Estás seguro de hacerlo?

— Necesito saber si se trata de una de mis cartas.

—Pero se extraviaron — le recordó ella alejándose un poco — ¿por qué te preocupas?

—Por esa misma razón — sonrió acomodando los mechones de cabello fuera de su lugar — Solo quiero asegurarme, luego lo dejaré, lo prometo.

Joshua tomó asiento y sostuvo su rostro entre sus manos, debía mantener la calma, no debía sacar conclusiones apresuradas. Odiaba crear suposiciones y darles tanta fuerza para atacar la seguridad de sus creencias, debía abrazarse firmemente a la idea de no caer en aquel lugar, de no revivir aquello que atacaba su corazón hasta dejarlo sin aliento... no podía volver a caer.