el adiós

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Pase algunos días así, pero lo inevitable pasó, el cuerpo obviamente se empezó a podrir.

busque libros para ver como retrasar el proceso, no quería perderla y me negaba a aceptar a la muerte, pero no había forma de que pudiera evitarlo nuevamente, solo quería morir.

Miraba cada día y noche su rostro mientras recordaba mi vida con ella, las alegrías y tristezas, cada pequeño momento de alegría que pasamos, todo pasaba por mi cabeza mientras mi corazón sangraba más cada momento mientras que podía ver como su belleza desaparecía con la crudeza de la muerte.

En eso decidí concederle un deseo que en vida no pude, vendí todo... libros, muebles, electrodomésticos, todo lo que pudiera darme dinero lo vendí para por fin comprar lo que ella deseaba en vida, un vestido azul como sus ojos el cual, siempre tratamos de comprar, pero por nuestros pocos ingresos nunca nos pudimos permitir.

Finalmente reuní lo suficiente y fui a la tienda. la encargada por obvias razones se extrañó y cuando me dijo el monto a pagar simplemente no aguanté el llanto, no tenia suficiente, vendí todo lo que tenía y no era suficiente, di todo de mi y no fue suficiente, la cajera se impacientó conmigo y entre lagrimas use mi velocidad para traer el zafiro de la sortija, lo entregé llorando y finalmente pude conseguirlo....

Salí de la tienda y noté como la gente me miraba mientras llevaba la bolsa, todos me ffelicitaban creyendo que se lo daría a mi pareja...y no estaban equivocados...pero no tenían ni idea...de mi infierno personal ni del dolor que pasaba mientras caminaba con el vestido a casa.

Finalmente la levanté una última vez, la limpié en la bañera de toda la sangre que aun pudiera arruinar su hermoso pelaje, la sequé y le puse el vestido sin poder dejar de llorar, puse el anillo ahora solo siendo una pieza de hierro inservible..tan inservible como yo me sentia.

- quería que fuera especial...no quería que fuera solo u-una hojalata...perdóname...merecías algo mejor... no fui suficiente... p-perdóname

Rompí en llanto mientras por fin me decidí a ponerla en la cama mientras deshice un mueble de la sala para fabricar su ataúd, me tomó 4 días hacerlo, quería que fuera perfecto, pude muchas fotos nuestras en él, puse sus flores favoritas y finalmente un pequeño peluche que ella trajo consigo el cual era el ultimo recuerdo que dijo tener de su madre, la puse en el y miré lleno de lágrimas a mi amada una vez más antes de cargar el ataúd solo hasta un lugar que solía ser especial para ambos.

Aquel prado de cerezos, donde le declaré mi amor por primera vez y donde ella lo correspondió, elegí el árbol más grande que estaba en la parte mas alta del prado, desde el cual podías ver todo el resto de arboles como si fueras un gigante como ella solía decir, me quedé sentado con el ataúd un tiempo mientras que mis lagrimas nublaban mi visión.

- Es un día hermoso cariño...ojalá... pudieras verlo...

Finalmente, cavé con mis propias manos mientras deseaba sufrir cada centímetro que bajaba, hiriendo mis manos y garras mientras seguía hasta cavar un hoyo profundo donde finalmente puse el ataúd, miré una vez más a donde ahora mi amada descansaba y finalmente decidí sacar el peluche que agregué al final, quería conservar algo de ella que me hiciera sentir seguro, quería algo que me hicieran sentir amado en lo más mínimo.

Finalmente sellé el ataúd y su tumba, grabé su nombre en el árbol donde la enterré y solo me quedé allí llorando hasta que vi el amanecer, otra vez, completamente...solo...

el pasado de sonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora