CAPITULO 5 "TERMINOS"

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Había ya pasado dos semanas desde que se había enterado de que sería padre de un hombre que apenas conocía, llevaba una semana pensando en cómo recompensar aquella carga futura a Alfred y se estaba portando como todo un hombre comprensible, al paso ya de dicho tiempo, la relación con Alfred era buena, ya se llevaban mucho mejor e incluso tenían una cita para salir a comer, cita misma que había sido solicitada por el "niño bonito" de Jones, que, era como le había sobre nombrado. Ludwig estaba en la puerta del departamento de él, esperando a que ya saliera, aquel rubio siempre le sorprendía en cuanto a su atuendo, esos jeans mezclilla remarcaban esas posaderas que le traían babeando, evita mirar aquellos dotes, pues Alfred fruncía el ceño cada que se daba cuenta.

Ese día, de igual forma lucia muy guapo el Jr., pero su camisa roja le quedaba algo mas ceñida en el área del vientre, además, había oído que peleara con el botón y el cierre, estaba subiendo algo de peso. Sin hacer comentario alguno sonrió y le dejó salir primero del departamento, últimamente Alfred se veía más cansado, el estrés de su empleo y la ansiedad de ocultar un secreto de tal magnitud le desgastaban mentalmente. Al estar ya en el auto emprendieron viaje hacia el lugar de su cita, una vieja casona donde servían rica comida francesa, Alfred estaba callado, muy pensativo, ¿en que podría estar pensando?, ¿qué era lo que le tenía tan callado?, ¿por que ya no tenía esa actitud ladina y traviesa?, ahora empezaba a imaginarse del porque esa cita.

Hacia unos días que no se habían visto, por ende no tenia conocimiento de como se encontraba de salud, solo habían sido mensajes de texto con vagas conversaciones "Hola, ¿Como estas?", "Bien...", "Nos vemos luego". Aunque por muy repentino que sonara, estaba ya encariñándose con Alfred y le preocupaba esa "pseudorelación" que llevaban.
Se sentaron en la mesa junto a la gran ventana, el americano se estiró un poco al tomar asiento y tocó su espalda baja haciendo un gesto gracioso de malestar, suspiró lento y le dirigió la mirada, por fin logró ver de nuevo esos azul cielo.

-Debemos hablar...- lanzó la primera carta, algo que Ludwig ya veía venir, esa era la razón de esa cita, no podía esperar menos.

-Te escuchó, ¿de qué deseas hablar?- aunque no le gustaba mucho las formalidades, estaba tratando un asunto importante, la única cosa de la que podrían hablar era del bebé.

-Veras, el tener un bebé...es complicado, al menos eso he leído, no es como una mascota, necesita muchas cosas, una de esas cosas es que deba ir al médico el siguiente mes, pero ya programe una cita, eso es lo de menos, ....lo importante es lo que vendrá después...-

-¿A qué te refieres?- No entendía nada de lo que le explicaba.

-De lo que vendrá después, ya sabes, sus cosas, su cama, su habitación, su comida, su ropa, su salud, su vida- hablaba en voz baja, suave y tranquila, quería poner los términos de qué relación tendrían y que sucedería con el bebé.

-Ve al punto Alfred...-

-Bien, mmm... tú eres su padre biológico, y no te obligaré a hacerte responsable, está dentro de mí, no de ti. Puedes hacer tú vida, yo haré la mía, no te pido nada, es más, ni siquiera te pido que lo quieras, has hecho ya bastante, solo necesito saber ... ¿en verdad quieres ser papá del bebé?-

Hubo un silencio por parte de ambos, aun no sabía bien que era lo que Alfred necesitaba saber así que preguntó -¿A qué te refieres con esa pregunta?-

-Ludwig... mis padres no saben de esto, si se enteran me quitan el trabajo y me quedaré pobre, solo y con un hijo..., mi vientre empezara a crecer y no podre ocultar más el que estoy embarazado, me iré del país, si me voy no volveré, eso implicaría que no vas a conocer al bebé y que no volveríamos a vernos, lo cual es lo de menos, quiero asegurarme que tendré trabajo, que podré mantenerme y mantenerlo, por eso deseo saber qué piensas al respecto...- bajó su vista y sus ojos se pusieron cristalinos.

INEVITABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora