CAPITULO 7 "MI HIJO"

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En esos momentos el tiempo parecía no pasar, movía sus piernas de un lado a otro de forma ansiosa, las ganas de verle le habían hecho apresurarse y llegar temprano a su cita, aunque el hospital no era un lugar muy lindo para una cita, el estaba feliz porque lo vería ya después de muchos días. Ludwig empezaba a desesperarse, nada raro, Alfred le hacía sentir todo en tan pocos instantes, ira, felicidad, ansiedad, angustia y poco cariño. Estaba en la sala de espera del consultorio, ahí, madres panzonas iban a consultar acompañados de sus maridos, la mayoría se veían felices, también había uno que otro muchacho joven, que igual estaban en gestación por ser de los hombres que poseían ese don como Alfred.

Miró hacia la entrada y vio al rubio llegar con una camisa holgada, fresca, se removía sensual sus lentes de sol y aquellos pantalones verde olivo le quedaba ajustados, el germano hizo gestos de sorpresa y de estar saboreando al otro, como no hacerlo si Alfred vestía bien y lucia siempre guapo.
Jones trataba de hallar al otro, movía su cabeza a ambos lados colocándose los lentes en su camisa, vagamente pensó que quizás a ese alemán no le agrado la idea del médico, iba a inclinar su vista cuando lo vio, enseguida sonrió, estaba feliz de que estuviera con él, ya que esa cosa de los médicos le daba nervios y vergüenza por haber sido embarazado por una persona que no era su pareja.
Beislmichdt se apresuró y alcanzo al rubio a la mitad de la sala, lo miro de pies  cabeza y de paso le miro el trasero, abrió la boca sorprendido, cada día se ponía más bonito Jones.

-Cierra la boca, se te meterán las "cosa" ahí adentro- le dijo Alfred al ver los gestos de Ludwig.

-Hay una cosa que quisiera que este dentro de mi boca y son esas nalgas que te traes niño rico-

Alfred le dio un pequeño zape en la cabeza, sonrió un poco al escucharlo, adoraba que adularan su cuerpo y esas posaderas que Dios le había dado -Idiota, jejejeje entremos, ya es hora-

Asintió la cabeza y le acompaño al interior del consultorio, por lo que le había dicho Alfred, se suponía que tenía dos meses de embarazo, ese vientre apenitas se veía inflamado. Al entrar el médico saludó a Alfred y a Ludwig, indico con su mano se acostase Jones en la cama, hacia preguntas, a las que Alfred respondía, los vómitos, los mareos, los dolores, el cansancio, Ludwig no sabía nada de eso, se sintió un poco mal ya que Alfred parecía estar solo en eso, debía compartir más con él, el hombre de ciencia levantó un poco la prenda del otro para tocarle el vientre, Ludwig mejor volteo a ver al otro lado, veía la pared, se perdió en la información del proceso de gestación, veía las imágenes de como cada mes el bebé se formaba y crecía, miró la imagen de los dos meses, apenas era una bolita de carne, así estaba el bebé que cargaba Alfred.

Después de la revisión, Alfred entendió que debía cuidarse aun más y que luego mandaría a hacerle ultrasonido, el médico miró al distraído sujeto de su derecha, aun Beislmichdt estaba entendiendo para que mes el bebé ya parecería bebé.

-Señor...-exclamo el médico -¿Tiene alguna duda?-

Alfred frunció el ceño, al menos si no le interesaba como iban en el mes, al menos que se quedara quieto y no distraerse.

-No, nada, ¿cómo esta doctor?-

-¿Cómo esta quien?- pregunto con cierta confusión.

-Alfred...-

-Ohhh, bueno, Alfred está bien, me sorprende que no haya ganado peso, en vez de eso, peso menos que el mes anterior, debe comer bien y nada de estrés, ¿me entendió?-

-Sí, sí, nada de estrés y comer mucho-

-Comer bien, tampoco es para que suba 5 kilos por mes-

INEVITABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora