EPILOGO "HOLA"

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Estaba parado frente a una tienda de ropa en el centro comercial, estaban indecisos en que color de ropa debían comprar así que mejor solo se quedaban mirando la ropa, ninguno de los dos opinaba de qué color debían comprar. Iba Ludwig a decir algo pero Alfred de repente había girado su tronco al lado derecho a ver a quien se acercaba.

Contoneando sus caderas, Feliciano se aproximaba hacia donde estaban ese par, Ludwig le tomó fuerte la mano a su ya ahora pareja. El castaño sonrió a Alfred y pretendió tocar la pancita del rubio pero este reaccionó rápido y se le fue encima con un golpe en la cara, Ludwig le atrajo abrazándolo fuerte, Jones a sus 8 meses y medio ya no estaba para esas cosas.

-Ahh! ¡Gordo salvaje!, ¡eres un animal!- grito en el suelo el italiano tocando su mejilla derecha.

-¡Idiota!, no creas que olvide lo que le hiciste a mi esposo-

Ludwig al oír esas palabras se sonrojo, no pensaba que ya le viera de esa manera, aunque eso podía determinarse, pues él ya estaba viviendo en la casa de Alfred, eso mientras remodelaban su casa, pues el papá de Alfred le había comprado la casa de alado y así podrían expandir, además que remodelaban su taller, prácticamente el vivir juntos los hacían esposos sin serlo, además, cuando habían ido a visitar a sus padres después de años y darle la noticia de que serían abuelos, le habían dicho que debían casarse bien, cosa que realmente deseaba hacer.

- Alfred cálmate mi amor-

-¡No! Maldito nalgas fácil, me las vas a pagar-

El italiano se levantó y se alejó asustado- ¡Eres un gordo simplón!, Ludwig está loco al fijarse en ti-

-Ya basta Feliciano, respeta a Alfred, ¡no voy a dejar que le hables así!...amor ya cálmate- abraza fuerte a su novio, tratando de calmarlo.

- Tu marido gorda empezó, parece una vaca- gruño el castaño.

-Hijo de pu...-de repente sintió una punzada en su vientre acompañado de un dolor en su espalda - Ahh Ahh!-

-¿Estas bien?, ¿Alfred que te sucede?-

-Du..ele Ahh Ludwig mmm ¡llévame al hospital ya va a nacer!-

-¡¿Qué?!- se sorprendió el alemán, además estaba un poco asustado- Bi..bien quédate aquí iré por el auto-

-¡Estas idiota!-grito enojado pero enseguida el dolor de nuevo ataco- Ahh ...mmm ¿Dónde iras a meterlo? ¡Tonto!, mmm estamos dentro del centro comercial-

En efecto, Ludwig estaba tan atontado que no se había dado cuenta de ello, agito su cabeza, trato de calmarse, su hermoso novio iba a dar a luz y debía pensar bien que hacer- Liebe ¿puedes caminar?-

-Sí...si eso creo-

-Iré por el auto al estacionamiento. Feliciano, ayúdalo a llegar a la puerta, te lo pido, el auto esta abajo y quiero apresurarme-

-¿Yo?, ¿después de lo que hizo?-

Estrepitosamente Alfred había tomado el brazo del Italiano y le miro serio- Andando nalgas aguadas mmm mi bebé va a nacer y no aquí en medio de esta tienda-algo encorvado, caminando lento y quejándose de dolor empezó a aproximarse a la puerta, Ludwig ya había desaparecido rumbo al auto, al llegar enseguida arranco y fue tras su amado.

-Ahh mmm ...-

-Tranquilo Alfred, ya viene Ludwig-

-¡Y más le vale llegar! Duele...joder- se había ruborizado y sus ojos ya se habían puesto acuosos.

INEVITABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora