Colección de One-Shots

Días lluviosos

Nico amaba lo días lluviosos y nunca le gustó el hecho de que el campamento siempre mantuviera alejadas las nubes de lluvia. Así que, una mañana durante el desayuno, cuando vio las nubes de tormenta acumularse y llover alrededor del perímetro del campamento, inmediatamente se levantó y se dirigió hacia la lluvia.

Al pasar por la mesa de Apolo, su novio, Will alzó la mirada.

­—¿A dónde vas?

—A la lluvia, —contento Nico—. ¿Quieres venir?

Will negó suavemente con la cabeza.

—No, en realidad no me gusta la lluvia.

—¿Cómo puede no gustarte la lluvia? —preguntó Nico, incrédulo.

—Es tan frío y húmedo, y el cielo es tan oscuro...

Fue en ese momento que Nico decidió que iba a conseguir que ese chico pasara el rato con él bajo la lluvia, aún si era lo último que hiciera.

—Bien, eso es todo. Vendrás conmigo. Te voy a demostrar lo increíble que es la lluvia. Será divertido.

—Sí, divertido, —la chica sentada junto a Will meneó sus cejas.

Will le sacó la lengua a su media hermana.

—Cállate, Alicia, —Will se rió antes de volver a Nico—. De acuerdo.

—¡Genial! —dijo Nico, tomando la mano de Will y, prácticamente, arrastrándolo fuera del campamento.

Will se estremecía cada vez que una gota de agua golpeaba su piel.

—¿Qué se puede hacer en la lluvia, de todos modos?

—Esto, —Nico sonrió, saltando en un charco, salpicando el agua encima de Will.

Will jadeó ante la repentina salpicadura de agua y miró seriamente a Nico por un segundo. Nico temía que lo hubiera hecho enojar, y estaba a punto de disculparse cuando Will volvió a sonreír y le salpicó agua de un charco diferente.

Por los siguientes minutos ellos corrieron por ahí saltando en los charcos y salpicándose mutuamente hasta que ambos estuvieron empapados y riendo tanto que sus estómagos dolían. Ahora estaban sentados al pie de la colina Mestiza, dejando que la lluvia los empapara aún más.

Nico sonreía.

—Eso fue divertido, —comentó Nico—. No lo he hecho eso desde Bianca... —Su sonrisa se desvaneció y sacudió ligeramente su cabeza como si estuviera intentando desaparecer la memoria.

Will envolvió un brazo alrededor de Nico.

—En ese caso deberíamos salir a la lluvia más seguido.

—Creí que odiabas la lluvia, —Nico señalo, apoyando la cabeza en el hombro de Will.

—Aún lo hago, —Will afirmó con una sonrisa—. Es sólo que amo verte tan feliz, es adorable.

Y ellos dos se sentaron ahí, abrazándose en la lluvia, hasta que las personas comenzaron a buscarlos y a pedirles que regresaran al campamento.