Colección de One-Shots

Royal AU

—¿Qué? —Nico exclamó.

—Sé que desde que Bianca murió has estado en la etapa de "angustia juvenil", pero ya es hora de madurar, –dijo Hades, su padre.

Nico estaba teniendo problemas en comprender lo que su padre decía. Sólo le había dicho que iba a casarse con alguna princesa a la que nunca había conocido, por una alianza entre su reino y el de ella.

—De ningún modo. Absolutamente no, —dijo Nico—. Ni siquiera la conozco.

—En realidad no tienes opción, —dijo Hades—. Ella y su familia llegarán mañana y se quedarán con notros por dos semanas antes de la boda. Te sugiero que la conozcas. —Con eso, se fue dejando, dejando a que la puerta se cerrara detrás de él.

Nico maldecía violentamente, golpeando su almohada una y otra ver antes de colapsar sobre su cama. Ese tipo de cosas no era algo a lo que las personas deberían ser forzadas. No podía casarse con una chica que no le gustaba. Ni siquiera le gustaban las niñas, pero no podía decirle eso a Hades.

Suspiro, mirando fijamente el techo y deseando por millonésima vez el no haber nacido príncipe. Tal vez sólo debería huir. Al pensarlo, se sentó. Sí, soló debería huir.

Era una alocada decisión, que en realidad no se tomó el tiempo de planear, pero siguió con él de todos modos antes de que pudiera cambiar de parecer.

Sin llevar nada consigo, salió por la puerta trasera de la cocina. Todo el mundo estaba demasiado ocupado preparando la cena como para notarlo.

Una vez fuera, se detuvo para decidir hacia dónde ir. No podía atravesar la aldea, lo encontrarían con facilidad. Así que se dirigió hacia el bosque que lo rodea.

Caminó lentamente, zigzagueando entre los árboles. Cada cierto tiempo creía oír pasos que no eran suyos y se detenía, soló para decirse a sí mismo que lo estaba imaginando y seguía adelante.

Se abría paso a través de las ramas bajas de un árbol cubierto de vegetación, las hojas cosquilleando su nariz hasta que estornudó.

—Oh, mi Dios, tu estornudo es adorable. —dijo una voz que venía de algún lugar dentro del bosque. Un muchacho de la edad de Nico, con un arco y una aljaba con flechas a lo largo de su espalda, salió de entre los árboles.

Nico se congeló, su corazón latiendo por dos razones: La primera, estaba 100% seguro de que el desconocido lo reconoció. Y la segunda, por Dios, este muchacho era maravilloso. El recién llegado tenía el cabello rubio y rizado, los ojos azules brillantes y una juguetona sonrisa que iluminaba su rostro cubierto de pecas.

Nico se dio cuenta de que se le quedo mirando fijamente y rápidamente aparto la mirada.

—Umm...

El muchacho se rió.

—Te he estado siguiendo por unos 15 minutos, intentando averiguar lo que Nico di Angelo está haciendo en el bosque. Estás huyendo, ¿verdad?

—Uh, sí. —dijo Nico con cautela.

—No te preocupes, no lo contaré, —dice el muchacho—, ¿Puedo preguntar por qué estás huyendo?

—Mi padre quiere... no, él está obligándome a casarme con una princesa a quien nunca he conocido. —dijo Nico.

—¿Y ni siquiera vas a darle una oportunidad, al menos? —preguntó el muchacho.

—No me gustan las princesas. —Nico dice sin rodeos. No estaba seguro de si el otro muchacho captó lo que quería decir con eso, pero de cualquier modo no se burló del tema.

—Oh, está bien entonces, —dijo el muchacho. Después añadió—: Soy Will Solace, por cierto. Hola.

—Hola. —dijo Nico de forma instintiva.

—¿Tienes alguna idea de a dónde ir? —preguntó Will.

—Uh... no en realidad... sólo, —Nico se encogió de hombro—, lejos... supongo.

Will rió ante eso.

—De acuerdo, chico listo. No tienes comida, ni agua, estás increíblemente mal preparado. ¿Cómo vas a sobrevivir lo suficiente para llegar a dónde quieres ir?

—Umm... —Nico realmente no lo pensó detenidamente.

—Oye, ¿qué tal si te escondes en mi casa?, solo por un rato, —Will ofreció—, si alguien te busca ahí, soy un muy buen mentiroso.

Nico entrecerró los ojos.

—¿Por qué estás siendo tan amable conmigo?

—Soy una buena persona, —dijo Will—. Además, eres el príncipe.

—Exacto. Soy el maldito príncipe. ¿No deberías estar arrastrando mi trasero de vuelta al castillo? Estoy casi seguro de que mi padre te pagaría.

—Te lo dije. Soy una buena persona, —insistió Will—. Ahora, ¿quieres seguir vagando sin rumbo por el bosque o quieres venir conmigo?

—¿No sería difícil explicarle a tu familia si simplemente aparezco? —pregunta Nico.

Will se encoge de hombros.

—No tengo familia. No, al menos, alguna que viva conmigo. Mis padres y hermanos murieron hace años en la misma epidemia que se llevó a tu hermana.

Nico no pudo evitar retorcerse ligeramente ante la mención de Bianca. Esperaba que Will no lo hubiera notado.

—De acuerdo.

—Bien, —dijo Will, moviendo el arco y las flechas en su espalda—, ya que has asustado a todos los animales de por aquí, vamos.

Para la mañana siguiente, se había esparcido la noticia de que Nico estaba desaparecido. Los vinieron y registraron el pueblo, pero Will fue sorprendente manteniéndolo oculto.

Nico se quedó más tiempo de lo que pretendía, y en las semanas que siguieron, él y Will se habían acercado bastante. Así que fue comprensible lo conmocionado que Will se vio cuando Nico empezó a prepararse para regresar al catillo.

—Sólo para que sepan que no estoy muerto y para aclarar las cosas con mi padre. —dijo Nico.

—No te vas a quedar allí, ¿verdad? —pregunto Will.

Nico miró a Will. No podía negar que le gustaba en más formas de lo que le gustaría admitir. Viviendo alrededor de un mes con alguien tan lindo, hubiera sido difícil no hacerlo. Pero no estaba seguro de si Will sentía lo mismo, no siquiera estaba seguro de si Will estaría bien Con Nico sintiéndose de está forma.

—No lo sé. —dijo finalmente.

Nico estaba a punto de marcharse, con la mano en la puerta, cuando Will hablo.

—Espera.

Will se acercó a Nico y lo besó.

—Por favor regresa.

El beso había terminado demasiado rápido, pero Nico aún podía sentirlo persistiendo en sus labios.

Lo haré.

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Esta historia tiene segunda parte!! Pero viene mucho más adelante. Esperenlo! c: Muchas gracias por leer!!! ❤