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Todo parecía muy callado, a pesar de que la luz entraba por los vitrales, el lugar se sentía un tanto sombrío. April lloriqueo.

-¡Pasen! Por aquí...-Dijo Anne-¿Qué te puedo decir? Tu más que nadie conoce esta casa, estás en tu casa...-No dejaba de hablar.

Acomode a April en mis brazos a la vez que nos dirigíamos a las escaleras, mire a un costado, había un pequeño elevador.

-Él no sabe que están aquí, pero espero que le alegre el día, no ha querido salir ni siquiera a la sala-Dijo a la vez que estábamos frente a la puerta.

-No quiero visitas-Se escuchó desde la parte de adentro.

-Los dejare unos momentos-Sonrió Anne de lado y se alejó.

Tome aire y abrí la puerta lentamente. Él se encontraba en una silla de ruedas, de espaldas hacia mí. Su cabello estaba más largo de lo normal. Miraba fijamente la ventana que daba a una pequeña colina.

-Madre, ¿Acaso no fui claro?-Pregunto sin más.

-Hola-Susurre.

Cerré la puerta, deje el bolso de April en una mesita y me acerque un tanto insegura hacia él.

-Isobel...-Se giró hacia mí.

-Pensé que querrías ver a April-Le quite las cobijas que la envolvían y la puse en su regazo.

En la tomo con torpeza.

-La cabeza Harry, su cabeza-Me altere como buena madre primeriza.

-Está bien Isobel-Soltó una pequeñísima carcajada.-No pienso dejar a mi hija sin cabeza-Acaricio su mejilla.

Mire la habitación, tenía unas cuantas adaptaciones que supongo serian para su comodidad.

-Supongo que ya lo sabes-Me miro a la vez que tenía la mano de April entrelazada con uno de sus dedos.

-Sí, yo...-Me interrumpió.

-No necesito otro "lo siento", no lo digas-Me miro

-Tiene que haber otra opción, no sé, terapias, algo...-Tome una flor que había en un jarrón lleno de flores frescas.

-Son mínimas las posibilidades, sería un desperdicio- Beso la frente de April.

-¿Y si no lo es? ¿Y si tú eres parte de esa mínima posibilidad?-Deje la flor en su lugar y me acerque a él, me puse a su altura-¡Mírate! No eres el Harry que todos conocemos, estas descuidado, mas callado de lo normal-Hice una mueca.

-¿En verdad crees que yo pueda seguir adelante así?-Miro sus piernas.

-Existen millones de personas que lo hacen, ¿Por qué tu no? Puedes seguir encerrado aquí sin hacer nada, o luchar por volver a tener todo como antes-Tome a mi hija quien se encontraba un tanto incomoda.

-Ahora recuerdo porque me enamore de ti-Susurro sonriendo.

-Harry no lo malinterpretes, créeme que mis intenciones no son de volver-Recosté a la bebe en la cama para volver a arroparla.

-Todos piensan que estoy decaído y un tanto depresivo por mi invalidez... pero no es esa la razón-Se acercó a mi indicándome que me sentara en la cama.

Me senté y deje que él se posicionara frente mí.

-Eres libre Isobel... te devolveré tu libertad-Miro directo a mis ojos

-Harry... esto es algo que deberíamos...-Me interrumpió.

-Mis abogados me dijeron que pronto empezaría el proceso de divorcio, solo necesitamos las firmas y estará hecho-Bajo la mirada.

-¿Estás seguro de lo que estás diciendo?

-No, pero quiero verte feliz, vimos que no lo eres conmigo y pues...-Subió y bajo los hombros un tanto melancólico.

No quería precipitarme y hablar, él me estaba devolviendo mi libertad, mi privacidad, lo que añore día con día desde hace años atrás. Pero lo perdería a él.

-Solo te pediré algo...-Tomo mi mano- Regresa a casa, solo hasta que el divorcio este realizado-Me miro- Déjame sentirte cerca los últimos días-Acaricio mi mano con ternura.

-Yo...

-Solo son un par de semanas a lo mucho, mis abogados aseguraron que no pasaría de 2 semanas, vamos, después no sabrás nada de mi-Apretó los labios.

-No volveré a casa y seré la esposa amorosa que esperas que sea-Lo mire.

-Volverás a casa como una amiga, no espero ningún tipo de atención especial hacia mí, sé que toda tu atención está en esta pequeña princesa-Sonrió-Solo di que sí, todas tus cosas están aquí, incluso las cosas de la pequeña April, no será necesario ningún tipo de mudanza, por favor Isobel-Beso mi mejilla.

-Si-Dije casi en un susurro.

Su sonrisa se extendió y sus ojos brillaban como lo solían hacer cuando estábamos juntos.

Caminaba alrededor de la gran sala llena de fotos de ambos, nuestras Navidades juntas, cumpleaños...

-No tengo forma de agradecerte lo que hiciste, ¡Míralo! Salió de su habitación después de días-Se acercó Anne viendo a su hijo de un lado a otro asegurándose que la habitación del otro extremo de su pasillo fuera acondicionada para las nuevas huéspedes.

Me limite a mirarla y sonreír de lado.

-Supongo que todo volverá a la normalidad, ¿Cierto?

-En absoluto, April y yo estaremos aquí unos días, un pequeño trato entre él y yo. ¿Me disculpas? Tengo que ir a ver la habitacion-Sonrei amablemente y subí a la que sería nuestra habitación por los próximos días.

Era la habitación del fondo del pasillo, la que tenía la vista más hermosa de todas las habitaciones después de la principal. Hace tiempo atrás, ambos habíamos acordado que esta habitación seria para nuestro último hijo. La decoración era neutra, sin embargo en esta ocasión la habitación estaba llena de cosas de bebé, juguetes, en el armario era colocada mi ropa.

-Al parecer eso es todo, permiso señora-Se retiró una de las personas de servicio.

Se cerró la puerta, deje a April en su cuna jugando con su chupete. Llame a mi abogada para que estuviera al pendiente del trámite que Harry haría. Salí al balcón y mire el jardín, recordé el día que nos mudamos, la visión que yo tenía de niños corriendo, un perro y Harry detrás de ellos. Sacudí mi cabeza saliendo de mis pensamientos surrealistas.

Dos semanas... 14 días, pasarían rápido. ¿No? 

Después de ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora