Y así como lo dijeron, los avances de Harry día con día eran más notables. O al menos lo eran cuando vivíamos con el...
No fueron 14 días los que compartimos el techo con él, se volvieron 21 días, 3 semanas exactamente. Era un lunes por la noche cuando me llegaron los papeles del divorcio, las cosas entre Harry y yo estaban heladas, por la misma razón decidí irme a la mañana siguiente.
Con ayuda de Niall y mi hermana recogimos las pocas o muchas pertenencias que tenía y las subimos a mi camioneta. Pasaba del medio día cuando teníamos la pequeña mudanza lista, mi par de ayudantes se adelantaron a casa con las cosas dejándome el coche de Niall.
Aún recuerdo la última vez que camine por el gran recibidor, el mismo por el cual entre por primera vez en brazos de Harry, un par de enamorados soñando que viviríamos felices para siempre...
La cocina, la gran cocina que diseñe a mi gusto ya que creía que aquí seria donde enseñaría a cocinar a mis hijos, en donde pasaríamos tardes completas haciendo pastelillos o galletitas.
El pasillo que daba al jardín, en donde visualice todas las mañanas de los próximos años corriendo atrás de mis hijos para ir a jugar.
Aun con la mirada en la puerta del jardín, abrí la habitación en donde Harry se ejercitaba.
-¡Buenos días!-Dijeron todos en unísono.
Gire mi mirada para ver quienes estaban en el lugar, Harry sonreía, mientras que el doctor y su ayudante anotaban un par de cosas en una pequeña libreta.
-Me alegra que vinieras, tengo algo que...-Dijo Harry antes de que lo interrumpiera.
-Lo siento, solo venimos a despedirnos-Gire a April en mis brazos para que pudiera verla- He dejado los papeles firmados en el recibidor.
La sonrisa que tenía segundos antes se había esfumado.
-Se van-Susurro
-Gracias por todo, he dejado el juego de llaves con la chica de servicio que nos atendía-Puse a April en sus brazos.
Me miro, trataba de decir algo, lo sé, sin embargo no lo hizo, miro a April, la abrazo y beso su mejilla fuertemente.
-Prometo que estaré contigo siempre-Acaricio su mejilla, ella soltó una sonrisa fugaz.
Tome a mi hija en brazos.
-¿Y tú? ¿No te despedirás?-Me miro
Baje la mirada y apreté los labios.
-¿Nos podrían dejar a solas unos momentos?-Miro a sus acompañantes.
Ellos salieron rápidamente, no sin antes tomar a April y ponerla en la cama que había en la habitación.
-Sabes que yo nunca quise que esto terminara así...-Dijo a la vez que yo me acercaba lentamente hacia donde estaba él.
-El destino a veces juega sucio, ¿No crees?-Sonreí de lado- Además, deberíamos admitir que lo nuestro nunca iba a funcionar-Reí bajo
-¿Eso pensaste?-Levanto una ceja.
-No-Trague saliva- Siempre pensé lo contrario, que no importaría nada y estaríamos juntos toda la vida-Subí y baje los hombros.
-Siento que todo es mi culpa...
-¡Oh no! No es hora de echarse la culpa, ambos estuvimos de acuerdo en esto-Di unos leves golpes en su hombro derecho-Tranquilo, estamos bien-Sonreí.
-¿Cuándo nos volveremos a encontrar?-Miro a April quien se encontraba mirando el techo atenta, después me miro a mí.
¿Cómo le explicaría que no volvería a saber de mí? ¿Cómo le podría decir que no viviría en la misma ciudad que él? ¿Cómo le diría que necesitaba millones de kilómetros para volver a empezar?
-Pronto-Mentí
-Supongo que iré a visitarlas a casa de tus padres-Tomo mi mano y me jalo, obligando que me sentara a su lado.
-Eso espero-Tenia un nudo en la garganta y no sabía por qué.
Sin más, me abrazo, no era un abrazo común, yo sabía que este sería el último abrazo de él. Mis brazos se aferraban a su cuerpo, mi nariz aspiraba su peculiar aroma por última vez. De un momento a otro me encontraba soltando unas cuantas lágrimas.
-¡Hey! ¿Qué pasa? Solo se mudaran, no es como si no las volviera a ver nunca-Soltó una pequeña risa-¿No?-Me miro
Limpie mis lágrimas rápidamente.
-Tienes razón-Por segunda vez mentí, esta vez agregue una pequeña sonrisa-La maternidad me tiene un tanto hormonal-Tercera mentira del día.
Mire su rostro, cada detalle tratando de memorizarlo, cada lunar, cada peca, cada pestaña, el color de sus ojos, su nariz, sus labios... sus labios. No podía irme si antes despedirme de ellos, me acerque lentamente, el hizo lo mismo. Nos besamos, se sentía como el primer beso, las mariposas volaban de un lado a otro en mi vientre. Después de unos cuantos segundos me separe lentamente.
-No te vayas-Susurro
-No puedo quedarme...-Me levante de donde estaba.
-Espera, necesito que veas que...-April lloro a causa del sueño.
-Supongo que me lo mostraras cuando vayas a casa-Sonreí de lado y tome en brazos a mi hija.
-¿Mañana desayunamos?-Dijo con un tanto de emoción.
-No veo por qué no-Quinta mentira.
-Nos vemos mañana-Sonrió y volvió a sus ejercicios.
Por cuestión de segundos lo mire desde la puerta, se esmeraba en ello, sin duda pronto se recuperaría, volvería a su vida normal, encontraría a alguien con quien compartir su vida, sería feliz.
Salí de la casa Styles y me dirigí a la de mis padres, en donde mis maletas estaban en la puerta.
-¿Estas segura?-Mi madre me decía por milésima vez desde que le dije mi plan.
-Claro que si madre, estaremos bien, llamaremos cada noche-Sonreí y la abrace.
-Siento mucho que esta vez no pueda acompañarte-Niall se acercó y me abrazo.
-No te preocupes, sabes que serás bienvenido en nuestra casa siempre y cuando mantengas la ubicación oculta de cualquier persona-Reí bajo y lo abrace.
-Mucha suerte mi pequeña-Mi padre me abrazo y beso la frente de April.
-No puedo creer que mi pequeña hermanita se vaya primero que yo-Julie fingió llorar y me abrazo-April, cuida a tu madre-Beso su mejilla.
-¡Es tarde! ¡Perderemos el vuelo!-Llego Lily gritando.
Una vez camino al aeropuerto mire el cielo a la vez que el auto avanzaba. Le pedía al destino una segunda oportunidad, una felicidad eterna, para mi hija y para mí.
a
ESTÁS LEYENDO
Después de Él
FanfictionTodo se resume en unas cuantas palabras.... Un día lo tienes.... al otro ya no más.