Después de Él

>>>The Beginning of the end<<<

Como cada mañana me encontraba corriendo por el parque más cercano a casa. No eran más de las 7am, tenía que darme prisa o no llegaría a tiempo a la Universidad. Vi el reloj y abrí los ojos más de lo normal, 7:35, mi primer clase era a las 8am. Corrí hacia casa lo más rápido que pude.
Con mis audífonos en acción, tarareaba "Good Time".

Cruce la calle que me separaba de mi hogar sin siquiera ver a los lados. Se escuchó un auto derrapando, cerré los ojos asustada, esperando el golpe... el cual nunca llegó.

-Izzie!!!- escuche la puerta de mi casa, era mi madre.
Abrí un ojo esperando verme tirada llena de sangre, pero no fue así. Estaba parada, el auto que me iba a impactar estaba estrellado contra el árbol manzano de mamá.

-Oh mi niña, ¿Estás bien? ¿Estas herida?- mamá me abrazó preocupada.
-Estoy bien mamá- correspondí su abrazo.
-Hey, ¿Segura que estas bien?- escuche una voz desconocida detrás de mí.
Me separe de mi madre y lo mire.
Un chico de no más de 20 años, cabello ligeramente largo y rizado atado en una bandana, unos lentes de sol impedían ver el color de sus ojos.

-Sí, lo siento mucho, creó que tendré que pagar los daños- mire el cofre de su auto dañado.
En ese momento él se quitó sus lentes, dejándome observar unos hermosos ojos color esmeralda.
-No te preocupes, no es necesario...- sonrió

-Claro que lo es, por mi culpa acabas de arruinar tu auto...- Lo mire tratando de adivinar su nombre.

-Edward...-Se acercó- Cox- Extendió su mano.

-Isobel Hopper- Sonreí correspondiendo a tal gesto.

Mi madre y yo estrechamos su mano.

-Pero...Insisto que no es necesario...Creo que ya era hora de cambiar a algo más nuevo- Sonrió viendo su coche.

Esa fue la primera vez que nos vimos. Debo admitir que en ese momento no sabía en qué mundo vivía, cualquiera que hubiese estado en mi lugar sabría que Edward no era nada menos que Harry Styles, uno de los chicos más famosos del mundo, en mi defensa, nunca compartí gustos con mucha gente, en pocas palabras, el no saber de su existencia era normal en mí. Es algo absurdo decirlo, pero creo que desde ese momento nuestra historia comenzó.

Pasaron un par de días para que el destino nos volviera a reunir, en el lugar menos imaginado....

Era un cálido día de Abril, yo caminaba por la calle principal de la ciudad, mis gafas de sol permitían que yo pudiese disfrutar del sol sin molestia alguna. Vi a lo lejos mi destino y sonreí, estaba a punto de llegar. Pasaron un par de minutos antes de que estuviera ahí, era una gran tienda de ropa en la cual yo había trabajado anteriormente, en unos días iríamos a la playa Lily y yo, necesitaba ropa para esta temporada a menos de que quisiera ir con mi abrigo y una botas de invierno.

Busque un par de prendas apropiadas y cuando termine de probarme todo me dirigí a la caja para terminar de adquirir dichas prendas, en ese momento las puertas de la tienda se cerraron de golpe, había demasiada gente afuera, todas parecían querer entrar...

-¿Alguna oferta que no me quisiste decir, Olivia?-Vi a mi antigua compañera de trabajo que estaba detrás de caja.

-En absoluto Izzie-se burló- Creo más bien que alguien importante acaba de entrar- Vio un pequeño grupo de personas a lo lejos.

-¿Crees que sea la reina y alguno de sus nietos? ¿Estoy presentable para el príncipe?- Fingí estar emocionada.

Ambas reímos, después de pagar y despedirnos, tome mis bolsas y decidida camine hacia la salida. ¿Qué podría salir mal?

Al llegar a la puerta me di cuenta que realmente todo podría salir mal. Si abría, todo mundo se lanzaría encima de mí con el propósito de entrar y yo terminaría aplastada. Creo que no había nada que hacer, me senté en uno de esos pequeños sillones que sirven para poder probarse el calzado de la tienda. Deje mis bolsas en el piso y suspire.