¡Oh no!

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>>> HARRY <<<

-¡Que me digas donde están!-Grite por segunda vez.

-Lo siento Harry, no lo hare-Dijo el rubio.

-Niall, no comprendes. Necesito saber dónde están-Frustrado me moví en mi cama.

-Primero debes recuperarte-Me miro- Ella se fue Harry...No quiere volver, deberíamos respetar su decisión-Susurro.

-¿Y April?-Un nudo se formó- No puedo creer que los medios sean tan estúpidos como para no darse cuenta que una chica con una niña, ya muy conocidas ambas, hayan salido de un maldito aeropuerto de un maldito lugar de este maldito mundo-Mi corazón estaba acelerado.

-Harry, basta-Se acercó Liam- Déjalas ir, estarás bien. Pronto volverás a lo de antes, tranquilo-Susurro.

-Ya no hay nada que los una, hermano debes seguir. Ella se ha ido-Esta vez Louis hablo.

>>> IZZIE <<<

-¿Rubio? ¿Estas segura?-Pregunto Lily por milésima vez.

-Nadie buscaría a una Izzie rubia, además, es lo último en moda-Sonreí segura- Estoy lista-Le sonreí a la estilista.

Ella comenzó con su trabajo.

April y Lily miraban cada paso que realizaba la chica encargada de mi cabello.

-¿Y bien?-Las mire.

April dormía en los brazos de mi amiga.

-Te ves... diferente, me encanta-Sonrió

Ese solo fue el primero de los muchos cambios que daría mi vida, a los pocos días comencé a trabajar en una pequeña escuela del mismo barrio donde vivíamos. Montecarlo era una ciudad hermosa, el dinero sobresalía en este lugar, la mayoría de las personas Vivian de una forma lujosa. Con el tiempo me convertí en una de esas personas, no por mi cuenta. Lily como diseñadora comenzó a ganarse el mundo rápidamente, de un momento a otro ya tenía unas cuantas propiedades a su nombre.

Después de unos cuantos meses, mi vida comenzaba a tomar forma. Me sentía bien en donde estaba.

Un sábado por la tarde decidí salir a dar un paseo con April en su carreola. La playa era un buen lugar para dar un pequeño paseo. Después de un par de horas me senté en un pequeño restaurante a comer algo, mientras sacaba la comida de April de la pañalera una multitud se acercaba al lugar a lo lejos.

-¡Por aquí!-Un hombre vestido de negro abría paso- ¡Déjenlo pasar por favor! ¡Necesita estar tranquilo para el concierto de mañana!-Volvió a hablar el hombre.

Miraba de reojo mientras preparaba el alimento de mi hija. Hasta que lo vi, la leche que había preparado hace poco se había caído, April lloro molesta. Era él. Mire a los lados rápidamente, necesitaba huir. El hombre lo guiaba hasta aquí.

-Su platillo-Se acercó el mesero y dejo mi cena en la mesa.

-¡Oh no! Tengo que irme-Deje unos billetes sobre la mesa y me pare de prisa.

Arrastre rápidamente la carreola hacia la salida, era demasiado tarde, la multitud estaba a escasos metros.

-¡Cuidado! Hay una persona con un bebé, tranquilas, déjenla pasar-Dijo alguien.

Sentí la mirada de todos, incluso la de él.

-Gracias-Susurre mientras pasaba rápidamente.

-¡Espera!-Escuche su voz.

-Lo siento, realmente voy tarde-Dije sin voltear a verlo y seguí caminando, quizás corriendo.

Después de asegurarme que nadie me siguiera, camine rápidamente a casa.

-¿Qué pasa? Parece que viste a un fantasma-Lily se acercó a mí al momento que cerré la puerta de casa.

-Lovienlaplayaypuedecaminarycreoquemereconocio-Dije rápidamente en un balbuceo.

-Isobel, sabes que odio que hables así, tranquila, dime...-Rodo los ojos.

-Harry está aquí... y creo que me vio-Levante la mirada preocupada.

Desde esa noche no pude dormir igual, sabía que su estancia aquí seria solo por unos días para su concierto, pero no me sentía bien. Pasaron un par de semanas, al parecer todo volvía a la normalidad poco a poco.

-Disculpe señora, ha llegado algo para usted-Dijo una de las chicas del servicio un domingo por la mañana.

-Gracias, en unos momentos bajo-Sonreí

Deje en su cuna a April, quien ya tenía poco más de 9 meses de edad. Baje casi corriendo.

-¿Flores?-Fruncí el ceño-¿Sabes quién las trajo?-Miro a la chica que previamente me había avisado.

Ella negó.

-Gracias, puedes irte-Sonreí

Ella sin decir más, se retiró dejándome en el recibidor. Mire las flores una y otra vez, pensando quien las pudo haber mandado.

Suplicaba que no fuera Joseph, el director del kínder donde trabajaba. El típico fanfarrón que está detrás de todas, sin embargo de un tiempo acá me había vuelto su nuevo blanco.

Tome la tarjeta nerviosa, la abrí, mis labios estaban apretados.

"¡Las encontré! Pronto estaré con ustedes. Harry'xx"

-¡No!-La tarjeta cayó al piso.

Todo el día me quede en la sala, después de 14 tazas de té, descubrí mi única solución.

Deje a mi hija al cuidado de las chicas de servicio, tome mi bolso y subí al auto, me dirigí al centro comercial más cercano y corrí a un banco, saque de mi bolso aquella tarjeta dorada que Lily me había dado y nunca había usado, saque una considerable cantidad de dinero, con mis ahorros podría asegurar nuestro bienestar por un tiempo.

Esa noche Lily había salido de viaje de negocios, empaque lo esencial, tome un taxi y por segunda vez en este año me dirigí al aeropuerto. Una vez estando en el avión saque mi celular.

SMS a Chloe: Una vez más gracias por hospedarnos, el vuelo está por salir. Nos vemos en unas horas. Izzie&April J

¿Quién diría que volvería a Gruyeres?  

Después de ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora