Reunión

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—No quiero asustarte —la bífida lengua de Scott siseó cerca de la oreja de Arthur— pero hay un humano cerca.

—¡No te atrevas a hacerle nada!

—Uy, ¿Y esa actitud? —Scott se puso frente a su hermano, enredando un brazo en su cintura, y con el otro sujetó su barbilla, haciendo mímicas de estar pensativo— mmh... ¡mmh!

—¿Qué?

Scott sólo sonrió divertido.

—¡Tío! —una pequeña voz aguda logró romper el hilo entre Arthur y Scott —Mamá dice que la cena ya está.... ¿Quién es él?

Una pequeña figura de ojos verde bosque con dos cuernos enredándose entre su cabello rojizo se deslizó directamente hacia Arthur, mirándolo con curiosidad —¿Él es tu hermano?

—¡Tan inteligente! —Scott lo tomó de los brazos y lo subió a sus hombros —Si, es el pequeño Arthur ¿Ves lo pequeño que es desde aquí? —Scott se irguió aún más, haciendo que el niño lanzara vivas y señalara a Arthur desde su ahora privilegiada posición.

—¡Hey!— protestó Arthur —no le enseñes al niño a no respetar a sus mayores...—pero de inmediato de arrepintió de haber dicho eso cuando la mirada burlona de Scott se posó sobre él.

—¡¿Tuuuu?! Fhg...¡JAJAJAJAJA!

Arthur se cruzó de brazos, gruñendo.

—Ya, hermanito. Pasemos de una vez antes de que Maori* se enoje. —Scott comenzó a avanzar con el niño sobre sus hombros, y se detuvo de pronto —¡Ah! E invita a tu amiguito también.

—¡Gracias!

Que el corazón de Arthur casi sale disparado por su boca es poco decir cuando escuchó la entusiasta voz del humano agradeciéndole la invitación a su hermano, cogiendo luego su mano y guiándolo —como un muñeco— hacia donde Scott se dirigía.

Pronto ambos llegaron hacia la entrada que Arthur había visto iluminada en un principio, e ingresaron.

—Ho...¡Hola! —saludó una impresionada Maori a los invitados, aunque sin dejar de mirar impresionada al humano que acababa de entrar a su refugio —¿desean algo de comer?

Arthur no sabía en dónde meter la cabeza.

—¡Yo quiero una hamburguesa doble!

«¡Pedazo de idiota!»

— Oh, no puedo ofrecerte algo así, pero tengo un poco de comida humana aquí —Maori se acercó a una de los anaqueles e, inesperadamente, sacó una bolsa de papas fritas que inmediatamente alcanzó al humano —espero esto sirva.

—¡Yey! —celebró el humano, con su "trofeo" en manos.

—¿Y tú?

—Yo no...

—Dale un par de lo mismo que me diste —respondió Scott por él desde el interior. Arthur asintió con una sonrisa aún nervioso. Luego, se acercó a ellos —Maori, quiero presentarte a mi hermano menor Arthur y a...

—¡Alfred! —interrumpió el rubio.

—Si...Alfred. Su amigo "especial"

—¡Oh! Mucho gusto. Soy Maori, y él es Aaron —señalando al niño que ahora siseaba a su comida —¡Aaron! ¡Deja de jugar con tu comida!

—¡Déjalo! Se nota que será un gran cazador como su tío ¿no es así? —dijo, acercándose al niño y revolviendo su cabello.

La noche pasó en medio de risas y conversaciones triviales, hasta que Maori llevó al niño a dormir en su nido.

—Bien, hermano. Dilo ya.

—¿Qué sucede? —preguntó Maori, regresando a la conversación.

—Yo...

Pero las palabras no salían de su garganta. Para Arthur, le era imposible sacar esas palabras de su pecho. Era demasiado. No podría...

Una mano se posó en su hombro, y logró expulsar el aire que estaba conteniendo sin darse cuenta. Entonces pudo contar que vio a su hermano morir —ocultando muy bien la identidad del hermano de Alfred—, y que logró llegar donde ellos se encontraban gracias a un recuerdo compartido por Dyland.

—¿Comprendes lo que eso significa? —concluyó Arthur, mirando a Maori.

Maori se había quedado atónita durante todo el relato. Sostenía ambas manos cerca de su pecho, apretándolas muy fuerte, luego, volteó hacia el nido donde se encontraba su pequeño, y ahogó un sollozo en sus puños, antes de dejarse derrumbar sobre el hombro de Scott, que acudió pronto a sostenerla.

—Tenemos que irnos —sentenció Maori— pero... ¿a dónde?

—Arthur, quiero hablar a solas con tu "amiguito"— dijo Scott, en un tono serio a pesar del apodo que le dio a Alfred.

—No.

—¿Qué me ocultas, Arthur?

—Nada que te importe.

—Entonces...

—Iré contigo —le cortó Alfred. Scott le hizo una seña para salir de la casa, y él lo siguió.

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*Maori: uno de los tantos nombres que encontré de NYO!NewZealand. Aún no tiene un nombre oficial.

Nota: Las serpientes crecen más rápido que los humanos.

Mi serpiente favorita [UsUk fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora